Podcast eróticos: cuando el placer entra por los oídos
“Una de las cosas que salió cuando busqué porno para mujeres en Internet, fue algo que no sabía que existía: porno auditivo. Es tal cual suena. No hay nada visual, solo audio. No hay una estrella porno, sino un actor de voz porno que narra una situación sexi. Es como un podcast, pero no lo oigas mientras conduces”, dice en broma Taylor Tomlinson en su stand up de Netflix, Look at You. La comediante estadounidense cuenta además que como es para mujeres, debe haber una trama. “Van despacio. El que encontré duraba 20 minutos. Los primeros 12 solo habla un hombre que intenta relajarte, ese es el juego previo. Les diré que acabé muy fuerte. Es decir, no llegué si quiera a la parte del sexo”, confiesa. En su rutina, Taylor narra esto en medio de una anécdota con una amiga, una conversación en la que ella le confiesa que se masturba con la mente en blanco, pues no sabe qué imaginar, nunca le enseñaron. Su amiga le aconseja buscar en Internet ‘porno para mujeres’, como una fuente de inspiración. Así llegó al porno auditivo, que en sus propias palabras, la hizo tener uno de los mejores orgasmos de su vida.
Lo mismo que le ocurrió a Rebeca (41), quien prefiere no revelar su verdadera identidad. “Descubrí los audios de historias eróticas en Spotify gracias al stand up de Tomlinson. Cuando los mencionó, medio en broma, a mí me hizo mucho sentido porque siempre me ha gustado lo auditivo en la cama. Así que quise probarlo una noche sola en casa”, cuenta. A Rebeca nunca le ha gustado el porno tradicional, no por ser pacata, sino porque las historias no le hacen sentido, ni los personajes. “Todo es forzado y falso. Pero en este caso me pareció distinto, porque el audio, incluso cuando escucho una buena canción mientras tengo sexo, me parece un componente importante en el erotismo. Así que me lancé”.
Los podcast que encontró –cuenta– tienen historias de todo tipo: desde tríos e historias voyeristas, hasta la de desconocidos en un ascensor. “Este último fue el que me gustó. Se trata de un hombre y una mujer que quedan atrapados en un ascensor y comienzan a contar sus fantasías sexuales en una situación así. No hacen nada, es solo una narración, y se oyen sus suspiros, gemidos y respiración agitada producto del relato. Encontré que esa tensión sexual en la narración es tremendamente erótica. Es como esas sensaciones previas a un beso o un encuentro sexual en que la antesala de todo es lo más erótico y excitante”, dice. Y también lo recomienda: “Para una sola en casa con su vibrador o como prefiera. E incluso para experimentar en pareja. Son sensaciones distintas. Estamos tan acostumbrados a lo visual, que le restamos relevancia a los otros sentidos y esta es una instancia para explorar lo auditivo”, dice.
Y no es la única. El Covid-19 aceleró la explosión del audio en español, de hecho un 70% de los usuarios de podcast aumentó su tiempo de escucha durante los primeros dos años de pandemia, según la Encuesta Pod 2021. Y los relatos sensuales no son la excepción. Al parecer, la clave del boom de los audios eróticos es que ocupan un lugar intermedio entre la literatura –no suficientemente sensorial– y el video –que deja muy poco lugar a la imaginación–. Pero no solo eso, según el estudio Sex Trends 2021, realizado por expertos en bienestar sexual, en el mismo periodo aumentó el consumo de podcast eróticos especialmente entre el público femenino “al no denigrarlas ni hacerlas sentir que solo están para el placer de los hombres”.
“La estimulación sexual es un sector históricamente dominado por hombres”, explicó hace un tiempo a la agencia de noticias AFP, Billie Quinlan, cofundadora de la plataforma británica Ferly, una de las primeras en crear audio porno para mujeres. “(Hasta ahora) no se ha priorizado el placer femenino y, en consecuencia, se han creado narrativas perjudiciales e inútiles para las mujeres como los gritos o gemidos exagerados y algunas posiciones supuestamente apreciadas por nosotras”, agregó.
Pero este auge de sonido erótico no surge de la nada. Es parte de un movimiento general que, en los últimos años, propone abordar el sexo de una manera más moderna, menos estereotipada, especialmente para las mujeres. “De la mano del movimiento feminista ha habido una creciente inquietud por posicionar el placer femenino como algo importante, y a partir de ahí, no solo en los podcast, sino que también en redes sociales, se habla mucho más de sexualidad femenina”, dice la sexóloga y directora de Sexología Chile, Valeria Rosales.
El audio como incentivo del placer
“Para estimular el imaginario erótico, se necesitan diferentes sentidos. Hay personas que pueden ser más auditivas, visuales u olfativas. Y dentro de las que son más auditivas, hay aquellas que prefieren un radioteatro erótico y otras a las que les gustan más las lecturas eróticas o los sonidos. De hecho existe en Internet una biblioteca de orgasmos, es decir, audios de mujeres que han grabado sus orgasmos y que también ha sido un boom. Al final el erotismo es personal. No podemos decir que a todas las mujeres les gusta más el audio, pero lo que sí pasa, es que las mujeres por mucho tiempo no se permitieron descubrir qué es lo que las erotiza, estimular su imaginario erótico. Ahora los podcast se presentan como una posibilidad más”, explica Valeria.
Florencia Grebe, psicóloga, máster en Terapia Sexual y de Pareja y creadora de @sobresexo.cl, cree que esto es un buen paso pues nos saca del paradigma de que solo podemos excitarnos viendo algo y nos invita a fomentar la imaginación. “El audio es más sensorial. Nos hace focalizar la atención, sobre todo si escuchas un audio porno con los ojos cerrados. Al ver porno tradicional, en cambio, uno igual siempre está rodeada de otros estímulos”, dice. Y además si solo escuchas, en vez de mirar a alguien, de alguna manera tienes más poder sobre tu propio deseo. La imaginación es mucho más fantasiosa.
Existen diversas maneras de estimular el imaginario erótico y ésta es una de ellas. Por eso la invitación de las expertas es a probar. “Incluso diría que no quedarse con el primer podcast que escuchen porque hay una gran variedad. Lo que quizás ayude en la búsqueda es poner ‘porno feminista’ o ‘audios eróticos para mujeres’. Para no encontrarse con lo mismo que hemos visto por décadas en el porno tradicional”, dice Valeria.
Finalmente se trata de fomentar el autoconocimiento. “Es beneficioso que las mujeres escuchen estos podcast y también que lean literatura erótica y vean porno feminista. Todo esto las acerca al autoconocimiento; reconocen qué es lo que les hace disfrutar y les da placer. Les permite conectar y conocer su cuerpo. Y también imaginar. Les abre una puerta para conectar con los estímulos internos, y eso está muy bien porque los estímulos sexuales no sólo son externos; no sólo es lo que veo, siento, y toco, sino que también lo que imagino. Y para imaginar, un podcast es preciso”, concluye Florencia.
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