Basta con que los plátanos orientales empiecen a polinizar para que aparezcan las alergias. Y es que la primavera es una estación particularmente compleja para quienes sufren por el polen en el aire, y aunque lo más común es que esto se vea reflejado en la zona nasal, los ojos también sufren.
Los síntomas más comunes son la irritación ocular, lagrimeo, fotofobia e hinchazón de párpados, y, aunque parezca que es un problema aislado y adicional a la rinitis alérgica que afecta a la nariz, lo cierto es que están muy relacionados. “Las alergias en primavera pueden producir un compromiso de la mucosa conjuntival, o sea inflamar la mucosa de los ojos. En Santiago, durante esta época, los pólenes se elevan mucho, ahora por los plátanos orientales y pasado septiembre por los pólenes del pasto”, explica la inmunóloga de Clínica Alemana Valeria Palma.
Se trata de un problema sin duda molesto, pero que se puede prevenir si se conoce bien la causa. “Así como podemos predecir cuándo estamos más susceptibles a las alergias conociéndolas, lo ideal es que un paciente que desconoce por qué tiene alergia en los ojos pueda estudiar el problema y determinar en qué época va a estar más susceptible a los síntomas para así establecer un tratamiento preventivo antes que aparezcan los síntomas”.
También existen tratamientos específicos, explica la especialista: “Hay antihistamínicos oculares que se aplican directamente en la mucosa a través de gotas y, cuando la alergia es muy intensa, se necesitan tratamientos específicos. Hay que considerar que pacientes con conjuntivitis alérgicas suelen tener además rinitis alérgica, por lo que se diagnostica como rinoconjuntivitis y se deben tratar en conjunto”.