Paula 1089. Sábado 18 de febrero de 2012.

En el cicuito de los amantes de los perros ocurren fenómenos que pueden conmover hasta al ser humano menos perruno del mundo. Uno de ellos surgió en 2011, cuando en junio, la marca de alimentos Pedigree, que todos los años a nivel mundial –incluso en Chile– encabeza una importante campaña de adopción de perros abandonados (The Pedigree Adoption Dive o Adopción Pedigree), lanzó en Nueva Zelanda Doggelganger, un software que permite encontrar el doble de una persona en versión canina. Para utilizarlo hay que entrar a un sitio web estilo high tech al que se sube una foto del rostro lo más neutra posible –de frente, con buena luz y sin accesorios de por medio–. Tras un breve pero exhaustivo escaneo que repasa la forma de las facciones humanas –ojos, boca, nariz, ángulos de la mándibula– la memoria del software busca en su archivo las formas perrunas más similares a la imagen humana hasta que arroja la fotografía del perro más parecido a la persona en cuestión. Además del gracioso experimento, la gracia es que todos los perros se pueden adoptar a través del sitio web. En Nueva Zelanda, claro. www.doggelganger.co.nz

La inteligencia de los border collie

Por Rita Cox

No sabía de los border collie hasta que di con un número de la National Geographic donde aparecía un ejemplar en la portada ilustrando el reportaje principal que ahondaba en las nuevas teorías sobre la inteligencia animal. Se trataba de Betsy, una border collie de seis años que era objeto de estudio del equipo liderado por la sicóloga cognitiva y especialista en conducta animal Juliane Kaminski. Como consecuencia del entrenamiento que había recibido de su dueña, era capaz de asociar nombres a objetos más rápido que un mono: reconocía 340 palabras e incluso podía asociar fotografías con objetos. Motivada por la inteligencia de esta raza, en mi casa decidimos adoptar una border: Lolita. Y aunque tiene seis meses y está a años luz de los logros de Betsy, todos los días da cuenta de su sorprendente capacidad de aprender: ya responde a la instrucción de sentarse, dar la mano y cruzar la calle correctamente, y cuando no dedicamos tiempo a enseñarle cosas se tiende a deprimir. Ahora entiendo ese dicho –algo arrogante– que corre entre los dueños de perros de esta raza: “Si no es border collie, solo es un perro”.