¿Qué significa, realmente, tener poder?

“La ruta para anclar la certeza de que somos dueñas de nuestro destino no es tan directa ni tan simple como quisiéramos. Ser la dueña de tu destino implica atravesar varias capas y bloqueos íntimos y culturales que te llevarán, paso a paso, a transformarte en una mujer que vive desde su poder”.

Sin rodeos. Así de clara es la psicóloga Francisca Vargas, experta en liderazgo femenino, cuando habla de cómo las mujeres se autorizan a vivir con su propio poder. Titulado Liderazgo Intuitivo (Penguin Random House, 2024), este libro precisamente abre capa tras capa. Aquí, la psicóloga (@franciscavargas_) aborda un concepto que patentó y que ha trabajado por años: el liderazgo que verdaderamente nos lleva a conectar con el poder, más allá de cualquier cargo o circunstancia.

Tras titularse como psicóloga de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Francisca Vargas Romero se especializó en psicoanálisis lacaniano, y trabajó en instituciones, pero varios quiebres en su vida –que narra en su primer libro, Habitarme mujer– la llevaron a vivir por tres años en Oriente, donde aprendió de ciclos de naturaleza, deidades orientales y conectó con una espiritualidad profunda. Una transformación que la llevó a abrir su escuela online, donde ha tenido más de 1200 alumnas en cursos de poder femenino. Ahí fundó hace tres años el Diplomado en Liderazgo Intuitivo, donde enseña un modelo de balance entre el poder personal y la integración de lo femenino y lo masculino en el liderazgo.

Parte de eso se recoge en su libro homónimo: un texto que es una guía para anclar el propio poder. Para recuperarlo. Porque recuperar el poder personal es un proceso que requiere desmantelar las estructuras internas y externas que nos han limitado por siglos.

La primera parte se titula “Es seguro ser poderosa”, una frase que la psicóloga usa como un mantra, y que plantea que en nuestro inconsciente hay una memoria común en la que reconocemos que tomar el poder y vivir conectadas a esa autoridad interna es riesgoso para nosotras. “Aprendimos que para preservar la vida debíamos guardar silencio, ser sumisas, cumplir con nuestro deber social y con lo que se espera de nosotras por el simple hecho de haber nacido mujeres. Esa herida resurge una y otra vez en aquellas mujeres que se arman de coraje para dar un paso al frente y atreverse a tomar su poder”, señala la autora.

Y sigue: “Parece que solo aceptamos nuestro poder cuando estamos en medio de la dificultad. Esa vida es tremendamente injusta con nuestra fuerza vital, porque nos hace elegir siempre lo difícil y sospechar cada vez que algo fluye en armonía o a nuestro favor. Cuando verificamos que se puede llegar igual de profundo, o incluso más, de manera armoniosa, amorosa y placentera, entonces se convierte en una gran reprogramación”.

Por eso, Francisca desarticula una serie de arquetipos que tienen que ver con la mujer “poderosa”: la cabrona, la hiperproductiva, la omnipotente. Y devela aquellos velos que nos separan del poder: la complacencia, las lealtades, la moral y el miedo.

Luego, en la segunda parte, Francisca presenta el modelo de liderazgo que da título al libro, basado en el arte de la integración: sí existe la posibilidad de ser amable y directa, empática y eficiente, madre y mujer, exitosa y espiritual, poderosa y sensible, innovadora y consistente. Pero esto existe cuando identificamos nuestros excesos de los cuatro elementos, y sabemos combinarlos, a través de lo que ella denomina “equilibrio en movimiento”.

En este contexto, Liderazgo Intuitivo nos desafía a romper con esas cadenas, a dejar de vivir bajo la sombra del síndrome de la impostora y a reconocer que la vulnerabilidad es una fuente de poder, no una debilidad. Porque el liderazgo intuitivo es ese liderazgo que se ejerce con autenticidad, con la confianza en el saber que se ha almacenado a lo largo de la vida, y que está disponible para guiar internamente la acción, independiente y libre de estereotipos y patrones externos.

Este libro, a fin de cuentas, es un llamado a todas las mujeres a reclamar su espacio en el mundo, no desde la imposición, sino desde la sabiduría y la conexión con su propio poder interior, que nos lleva constantemente a la pregunta: ¿Qué significa tomar el propio poder?. “Tomar tu poder es respetarte, es darte permiso de ser tú misma y sacar la voz. Es dejar de darle a los demás la autoridad para hacerte callar o pasarte a llevar mientras tú finges silencio (...). Tomar tu poder es un compromiso, y ese compromiso deberás practicarlo con devoción en tu día a día”, escribe Francisca.