Los materiales básicos para hacer patchwork son hilos de algodón y telas recicladas de delantales, calcetines, pijamas, faldas, abrigos y ropa que ya no se usa. "Las telas no se compran, ésa es la esencia de esta técnica. El fin es que un día mires tu trabajo hecho en patchwork y recuerdes buenos momentos", explica Loreto.
Ambas amigas se dedicaron siempre a la casa y al cuidado de sus hijos. "Siempre cosimos los pantalones y calcetines rotos, teníamos intrínsecamente la veta de la costura", dice Loreto. Una vez que los niños crecieron empezaron a asistir a cursos de manualidades, hasta que Paula se matriculó en uno de patchwork. Desde entonces todo en la vida de ambas se convirtió en retazos de telas.
El sistema de costura del patchwork lo inventaron los colonos de América del Norte ante la escasez de vestimenta: parchaban y volvían a parchar la ropa vieja y rota, sobre todo la de los niños. Con el tiempo, en Estados Unidos el patchwork se transformó en una técnica clave en costura y en un estilo decorativo. El patchwork se hace exclusivamente con máquina de coser, porque ésta permite trabajar la costura de los géneros de forma rápida y fácil; a mano, el trabajo es lento y laborioso. Además, la máquina hace sin ninguna dificultad las puntadas que le dan al género la terminación acolchada, típica de esta técnica. Loreto aprovechó la estancia de uno de sus hijos en Estados Unidos para hacer talleres de técnicas específicas y perfeccionarse. "Es impresionante cómo allá todo es patchwork, está en todas partes, en las casas y en las tiendas. Aprendí muchísimo", comenta. //PAGE//
Hace 5 años ambas amigas decidieron crear un taller para hacer clases, debido a la enorme demanda que tenían. Para esto, Loreto transformó una de las piezas de su departamento en taller y tres veces a la semana hacen clases a grupos de 8 personas, en general mujeres entre 20 y 60 años. «No hace falta tener ningún conocimiento previo. En ese caso hacemos grupos chicos para enseñar las técnicas básicas y a los demás les mostramos las técnicas específicas», explica la profesora. "La esencia del patchwork es crear un género nuevo a partir de retazos para obtener espectaculares resultados en cojines, mantas, cobertores, cuadros, bolsos y todo lo imaginable", comenta Loreto, quien asegura que aprender es sencillo. "Si te dedicas, en cinco días puedes hacer un cobertor de dos plazas". De hecho, con dos clases del taller las alumnas de Loreto y Paula se van con un cojín, un estuche o un cosmetiquero cosidos por ellas. //PAGE//
Mantel
Se hace a partir de un cuadrado de tela al que se le van poniendo marcos con diferentes colores y diseños. Éste es de Loreto; lo hizo hace siete años.
Cojines
Hechos por Loreto para las sillas de su comedor. Están totalmente fabricados con retazos de seda.
Bolso
Está hecho con la técnica log-cabin o cabaña de leñador: la base es un cuadrado al que se le van poniendo marcos de diferentes telas. //PAGE//
Corbatas
Usando la técnica del abanico, Loreto cosió este cuadro con corbatas de seda que su marido ya no usaba. "Muchas estaban viejas o manchadas. La gracia del patchwork es que esos detalles no se notan", explica Loreto.
Sillón
Este cubresillón pertenece a Loreto y tardó un verano entero en terminarlo. "Lo que me encanta es que sé de dónde vienen los géneros: uno era de una camisa de mi hija, otro de una falda mía, otro de un pantalón de mi marido", cuenta Loreto.
Estuche
Hecho de terciopelo y seda, este estuche es uno de los primeros objetos que las profesoras enseñan a confeccionar en las clases que dan en su taller. //PAGE//
Cojines y colchas
Los cojines están hechos con la técnica seminole, inventada por los indios americanos, en la que se unen sólo géneros en forma de tiras. La colcha está hecha casi con puras camisas del marido de Loreto.
En el taller
Hay dos máquinas de coser y cientos de géneros ordenados por color y textura. "Las telas tienen que ser de algodón 100% o terciopelo puro, géneros nobles, de alta calidad", dice Loreto, quien asegura que el patchwork funciona razonablemente bien como terapia de relajación. //PAGE//
→ Loreto Falcón y Paula Valenzuela. Fonos 0-9325 7450 y 0-9435 7107.
Datos
• Cynthia Ruske: hace cubrecamas y pieseras, fono 0-9228 9721.
• The Quilt Shop: (Pilar Donoso) Hace clases, asesorías y trabajos en patchwork. Vitacura 7867, fono 211 9877.
• Persa Bío-Bío: Franklin con Santa Rosa, sábado y domingo, desde las 10:00 am.