LA PREGUNTA

Como buena parte de las mamás y de las familias, empecé la cuarentena este lunes, con dos niños chicos en la casa. En los chats de amigas y también de apoderados han enviado montones de ideas de actividades para hacer con ellos. Pero más que eso, me gustaría tener herramientas para manejar el estrés que seguramente nos va a generar el cambio de rutina y el encierro, tanto a mí como a los niños.  ¿Cómo se maneja el estrés familiar en el periodo de aislamiento?

Alejandra (41), diseñadora. 

LA RESPUESTA 

La psicóloga infanto juvenil de VidaIntegra, Karina Navarro, explica que lo principal es crear una rutina. "Como los niños -especialmente los menores de 6 años- no entienden la temporalidad, necesitan de rutinas para no estresarse, ya que eso les permite saber qué actividad viene y de esa manera disminuir la ansiedad". Es por eso que su primera recomendación es que al comienzo del periodo de aislamiento los padres definan un calendario de actividades que sea de conocimiento de todo el grupo familiar. Este idealmente debe ser similar al del colegio, es decir, que todos los días a la misma hora se despierten, tomen desayuno, tengan actividades recreativas, de ocio y también educativas. Para esto último, dice la experta, el sitio web del ministerio de Educación cuenta con algunos contenidos mínimos dependiendo de la edad de las niñas y niños. 
"Esto también disminuye el nivel de estrés de los padres, ya que evitan que los niños estén mucho tiempo desocupados dando espacio a que se aburran y requieran aún de más atención", agrega Navarro, quien además entrega algunos consejos específicos para llevar de mejor manera esta situación excepcional.
  • Tener una conversación familiar inicial: Es importante explicarles el contexto y las razones de por qué estamos todos en la casa. Las niñas y niños no solo reciben información de parte de sus padres, muchas veces es inevitable que vean o escuchen noticias donde se habla de muerte, enfermedad o pandemia. Si eso ocurre y los adultos vemos que están asustados o estresados con el tema, tenemos que conversar con ellos. Una buena manera de abordarlo es usando palabras simples, que ellos entiendan y conozcan, por ejemplo, hablar de un resfrío, ya que lo han vivido y saben que si se cuidan se pueden mejorar. 
  • Usar material didáctico: En Internet y redes sociales hay varios videos que muestran mediante objetos que cambian de color, cómo funciona el contagio. Con ellos se trabaja la empatía, ya que sirven para explicarles que, aunque no estemos contagiados, quedándonos en la casa ayudamos a que otras personas no se enfermen.
  • Tener roles claros: Muchas madres y padres estarán en la casa, pero trabajando. Esto puede sumar estrés a la dinámica familiar, ya que implica que no podrán concentrar la atención en las niñas y niños. "Cuando la mamá o el papá están en la casa, surge la demanda y baja mucho la autonomía de los pequeños, ya que requieren de su atención", explica Karina Navarro. Una sugerencia es que en la planificación se determinen turnos de cuidado. Así, por ejemplo, si en las mañanas la mamá se va a concentrar en el trabajo, use algún distintivo físico que les permita a las niñas y niños entender que si necesitan algo, no pueden pedírselo a ella porque está ocupada y deben recurrir al padre o a otro cuidador designado. 
  • Trabajar la tolerancia y paciencia: Es difícil, pero hay que tratar de entender que esto es una crisis a nivel mundial que nos da la posibilidad de replantearnos muchas cosas. "Hay que intentar ver esto como algo positivo, crecer como madres y padres y probarnos en otros ambientes. Muchos pasamos buena parte del día en el trabajo alejados de nuestros hijos, y quizás estas semanas son una buena oportunidad para compartir en familia", concluye Karina.