¿Ser o no mamá?
En Chile un índice que se ha mantenido en caída constante durante los últimos años, es la tasa de fertilidad o de nacimientos por cada mujer. A pesar de que seguimos viviendo en una sociedad que valora la formación de familias con hijos, las mujeres nunca antes en la historia habían decidido tener menos niños, según datos publicados por el Banco Mundial. Y, a pesar de que en los últimos 2 años los nacimientos en nuestro país han aumentado, estos incrementos no han sido suficientes para revertir una tendencia hacia la baja fecundidad que se arrastra hace décadas.
Y es que, lo que antes era un tema que se daba por sentado hoy es un paso que se cuestiona. Y mucho. Miles de mujeres viven con la incertidumbre de querer o no ser madres y, el hecho de que esta decisión tradicionalmente se haya vinculado a nociones casi míticas, hacen que sea todavía más difícil para muchas dilucidar si realmente la maternidad es un paso que quieren por voluntad o si se sienten presionadas o inducidas a hacerlo por temor a la soledad u otros prejuicios asociados a la vida sin hijos.
La psicóloga clínica Daniela Arancibia, especialista en maternidad y crianza y autora del libro de ejercicios El camino hacia atreverse a ser madre, explica que, si bien miles de mujeres han crecido con el sueño de la maternidad y que, en general no se cuestionan tanto la decisión, esa no es la realidad de todas. “Es muy común que hoy en día existan dudas acerca de ser o no mamá”, aclara. “Los seres humanos cada vez están tomando mayor consciencia de lo que implica traer un bebé al mundo, no sólo desde lo económico, también desde lo ecológico en su impacto al planeta, desde lo emocional, pensando en su propia historia como hijos o hijas”, comenta la terapeuta.
Y son todos estos factores los que, a lo largo de casi 15 años trabajando con pacientes en esta área, le han permitido a Daniela observar que la reflexión sobre si se quiere o no ser mamá, se vuelva una interrogante que surge durante la terapia de la mayoría de sus pacientes. Si bien gran proporción de mujeres vive sin una certeza respecto a la maternidad, la incertidumbre y los cuestionamientos se mantienen en completo silencio. Históricamente la decisión de la maternidad ha estado cubierta por un velo de misticismo. Las que crecieron con el sueño de ser madres están —aparentemente— exentas de este predicamento. Pero las que tienen dudas respecto de si quieren o no tener hijos, probablemente al expresarlas han recibido respuestas como “ya lo sabrás” o “cuando llegue el momento lo vas a sentir”. Sin embargo, estas asociaciones de la maternidad con una especie de voz que nos dice que estamos listas para ese paso, solo dificulta aún más las cosas para quienes viven en el plano de lo tangible y no sienten ni perciben llamados de otro tipo. Pero que sí evalúan la idea de la maternidad como un posible camino.
“Quienes más dudan en torno al tema son aquellas para las que, el ser mamá, no fue un sueño de infancia ni juventud”, explica Daniela. Comenta que se trata de mujeres que, en muchos casos, lograron conectar con otros aspectos placenteros en sus vidas. Y la dificultad para estas mujeres está concentrada en creer que alguna señal, en algún momento, les indicará que finalmente están listas, preparadas para la maternidad. “He podido observar que la principal creencia limitante a la hora de decidir ser madre o no, es pensar que en algún momento te vas a sentir preparada”, comenta Daniela. “Como si existiera un check list de todo lo que tengo que tener o ser para poder convertirme en mamá. Y eso es una ilusión porque jamás se está completamente preparada para ello”, explica la especialista. Ni siquiera las que soñaron toda una vida con muchos hijos. Ni siquiera después de meses de preparación cuando ya se tiene a la guagua en los brazos. “Ser madre es un rol que se construye día a día, y nunca llega a estar completo. Esta creencia también está muy asociada al control, generándonos la ilusión de que podemos controlar todo, y que todo depende de nosotras, de lo que hagamos o no hagamos, y eso es un mito, no es real, ya que decidir ser mamá es un salto al vacío donde nos enfrentamos a nuestros mayores miedos e incertidumbres, y estamos en todo nuestro derecho a querer o no atravesar por ello”, agrega la psicóloga.
Dejar de lado la mística e idealización romántica de la maternidad suele ser la mejor alternativa para tomar una decisión. En una columna escrita por Ann Davidman, terapeuta familiar y de parejas y co autora del libro Motherhood, Is It for Me? explica que la experiencia de la decisión de tener, criar o vivir sin hijos es única para cada individuo. Y, en ese sentido, basarse en precedentes de otros no debiese ser un factor relevante a la hora de decidir qué camino tomar. Además, aclara que un punto clave es distinguir entre el deseo de la maternidad y la decisión que finalmente se tomará respecto a ella. “La principal razón por la cual mis clientes se sienten estancadas es porque, sin importar las circunstancias, están intentando dilucidar lo que quieren respecto de la maternidad y qué harán con ese deseo. Todo al mismo tiempo”, explica. El resultado según la experta es un estancamiento a nivel mental del que no logramos salir nunca. La terapeuta es enfática en aclarar que se trata de dos cosas diferentes e independientes: puede existir el deseo de ser madres y luego, por otras razones, no convertirse en una. O, es posible que la maternidad no haya sido una primera opción, y sin embargo decidamos vivirla sin resentimientos.
Ante la duda, la recomendación de los especialistas es llevar esta voz etérea del llamado de la maternidad a lo concreto. Para tomar una decisión frente al tema y no esperar a que el tiempo u otras circunstancias nos apremien demasiado. “Es importante asumir que nunca vas a tener la real certeza de la decisión”, comenta Daniela. “Siempre habrá dudas y siempre habrá algo que trabajar o abordar antes porque nunca es el momento perfecto”, explica la psicóloga. Pero una vez que se ha reflexionado sobre el tema, se han evaluado las distintas aristas y se ha tomado una decisión al respecto —independiente de que nunca se alcance una certeza total— Daniela insiste en que siempre habrá que dar un salto hacia lo desconocido. “Si requiere decir ‘voy’”.
Para lograr ese nivel de determinación la psicóloga recomienda estar muy conectada con una misma. “Conocerse, saber quién soy, cómo soy, qué cosas me hacen vibrar y ser feliz”, explica. Algunas preguntas que vale la pena plantearse es si estaríamos o no dispuestas a vivir la maternidad sin una pareja o si la pareja actual es el tipo de padre que querríamos para los hijos. Agrega que también es importante cuestionarse si se cuenta con redes de apoyo que consideramos necesarias. Pero finalmente, agrega que dentro de todo el proceso de decisión, el instinto no debe quedar completamente fuera. “Yo te diría que sí, es un llamado instintivo, pero no desde lo irracional, sino desde lo intuitivo. Desde el don creativo de ser mujer capaz de gestar un ser humano dentro de su cuerpo”, explica. Porque la diferencia está en esperar de forma pasiva que una voz nos indique el momento y el camino versus tomar la iniciativa y cuestionar las nociones preconcebidas. Según comenta Daniela, en esta materia específica la sociedad está cambiando. “Como mujeres estamos pudiendo ver que existen múltiples maneras de encontrar la armonía y paz con nosotras mismas, más allá de cómo lo hicieron otras generaciones o de cómo se nos enseñó que tenía que ser la vida”. Finalmente, explica la especialista, cuestionarse si la maternidad es algo que se quiere o no, tiene que ver con preguntarnos si ser madres es algo que vendrá a colmar nuestra existencia o si se complementa de forma positiva con otros mundos y ámbitos de la vida para cada una de nosotras.
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