Snail mail ¡Ha llegado carta!
Viajeros, nostálgicos y amantes de la caligrafía son parte de quienes han empezado a escribir y compartir correspondencia como antes. No es solo un texto escrito ni la clásica postal. Acá dominan el diseño y la ilusión por recibir en casa algo más que cuentas por pagar.
Un buzón a la entrada de su casa sirvió de inspiración para que Aniko Villalba retomara la antigua costumbre de enviar cartas de papel. Tal como ha ocurrido entre nostálgicos, amantes del lettering y adictos viajeros, la afición por el 'snail mail' (correo lento o caracol) atrapó también a esta escritora y bloguera argentina justo después de haberse instalado a vivir en Biarritz, Francia. Había viajado siete años seguidos por el mundo y lo celebró a su modo. "Para festejar que tenía un buzón propio, pedí a los lectores de mi blog que me mandasen algo en un sobre, y recibí de todo: hojas de otoño, etiquetas, fotos, cartas escritas a mano y tarjetas de Navidad", recuerda.
Si hay algo por lo que destaca el snail mail es la caligrafía escogida, las decoraciones con diferentes texturas, las ilustraciones, los adhesivos y hasta los delgados encintados. Casi un acto de rebeldía de aquellos que deciden vivir lento, en modo 'slow life'. Ivan Cash, diseñador de San Francisco, Estados Unidos, se fue por este lado. Asumiendo la carga que impone el ritmo del día a día, creó Snail Mail my Email, proyecto que invitaba a escribir con lápiz cartas que hoy solo se mandan electrónicamente. En las primeras dos semanas recibió más de 2 mil correos que él convertiría en misivas. Tuvo que pedir ayuda, pero pasó a la historia por esta iniciativa que lo tuvo escribiendo a mano no solo de amor, sino también mensajes a políticos y una carta de aceptación para la escuela Hogwarts, de Harry Potter.
Valery Baré, médico de República Dominicana, cuenta que potenció su afición al intercambio de cartas al usar Instagram. "Para mí tiene mucho significado recibir detalles de cualquier rincón del mundo. Me hace sentir que hay gente muy bonita detrás de esto, pues, ¿por qué esmerarte tanto por un extraño, a quien realmente no conoces? Me encanta recibir sobres, aunque también siento que es especial leer los mensajes de gente feliz y agradecida por las cartas que les he mandado", admite.
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Fotografía: Aniko Villalba[/caption]
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