Paula.cl

"Nací y crecí en Maipú, donde viví con mi mamá y mi hermana mayor, hasta unos meses atrás, cuando me cambié a vivir a Ñuñoa con unos amigos. Iba a un colegio particular súper orientado a la PSU y quería estudiar Literatura o Sicología. No sabía que quería estudiar Teatro hasta que a los 17 años me metí a un taller que me abrió el mundo. Entré a la Universidad de Chile, una escuela que te enseña a aprender desde la precariedad, porque mi facultad claramente no tiene la misma inyección de recursos que ingeniería. Agradezco mucho ese entorno porque aprendí a hacer mucho con muy poco, que es algo con lo que todos los actores tienen que lidiar una vez egresados. Al fin de cuentas, lo único que uno tiene como actor es a uno mismo, su cuerpo, su sensibilidad, su modo particular de proyectar las cosas".

"En la universidad tuve un profe que siempre nos decía que teníamos que creernos actores desde el principio y no estudiantes. Fue así como a los 20 años fui al casting de Nunca vas a estar solo y quedé. Al interpretar la historia de Daniel Zamudio quise alejarme de su victimización y celebrar la seguridad sobre su identidad. Me pareció súper interesante cómo se tocó también algo muy distintivo de la sociedad de hoy: un padre que no habla con su hijo y que solo es el proveedor de la familia".

"A la premiación del Caleuche fui con mi mamá, que celebra todos mis logros. Estoy feliz de haberlo recibido porque está enfocado en todo lo he hecho como actor, pese a que estoy recién partiendo".

"Lo lindo de trabajar en distintos formatos es que siento que empecé a unir públicos: la gente por la teleserie se acercó al cine y al teatro y eso es muy gratificante. Por ejemplo, Mala junta es una película independiente que se hizo a pulso y es una pena que no todo el mundo haya podido ir a verla. El cine chileno tiene un gran problema de distribución, porque si no es algo comercial, queda fuera de la oferta masiva. Se precisa un modelo de cine público para estrenar producciones nacionales y formar una audiencia que acuda a verlas. Y eso se logra desde la educación primaria, con colegios que definan a la cultura dentro de sus lineamientos educativos y no solo orientados al exitismo de la PSU. Porque es la cultura la que genera identidad en una sociedad y promueve la formación del individuo. Algo necesario en el mundo de hoy, lleno de demasiados distractores: ¿por qué la gente va a querer ir al teatro o al cine, siendo que sin pararse de su asiento puede ver otras cosas en su celular? Eso tiene que cambiar".

"Ser actor y dedicarse a las artes es algo que no se puede escindir de la política. El teatro es autoría, es la expresión de un punto de vista. Y el poder de quienes trabajamos en las artes es mirar algo desde un lugar y hacer que mucha gente vea ese enfoque. Eso es política. Por eso los proyectos a los que me uno son cosas que me interesan y creo que a través de cualquier personaje –incluso si es uno cómico- se puede mostrar una realidad y generar debate".

"Un personaje que me encantaría interpretar: el hijo de una familia que ascendió socialmente. Mostrar ese arribismo, la aspiración impuesta, me cautiva porque es algo que se ve mucho en el Chile de hoy. Es cosa de ver la publicidad llena de gente que no se parece en nada a nosotros para darse cuenta cómo está instalado ese modelo de querer ser alguien que no eres".

"Por estos días espero el estreno de Marilyn en el Festival de Cine de Berlín. Una cinta en co-producción con Argentina, donde trabajo con la seca Catalina Saavedra. En marzo parto a Francia a mostrar Mala Junta a diferentes ciudades y en abril comienza el rodaje de Algunas bestias, una película del director Jorge Riquelme. Como tengo harto que hacer, durante este mes estoy de vacaciones, sin apuros. Algo que me ayuda con mi filosofía austera: como no tengo ninguna urgencia, voy caminando a donde sea, incluso si hay que recorrer tres comunas para llegar a destino. Con esa misma calma me tomo todo esto. Nada de humos en la cabeza".

Mira acá el trailer de Mala Junta:

https://youtu.be/AdW5k9Av9II