Todas las municiones de Trinidad González
Tiene 160 seguidores en Twitter y no está en Wikipedia. A la actriz de Bala Loca pocos la reconocen en la calle, pero en el ambiente actoral es de las más respetadas actrices nacionales. Con 25 intensos años de carrera, se frustra cuando va a ver teatro. Dice que hay una crisis de calidad y que no está dispuesta a perder tiempo en malos proyectos.
Paula Digital.
Cuatro días antes del final de Bala Loca de CHV, Trinidad González (44) llega a esta entrevista en un café cerca de su casa, en el barrio del Parque Bustamente. En la serie ella es Gabriela Vuskovic, la editora general de Enguardia.cl, el diario online que sigue la pista a corruptos y poderosos, y que desde principios de julio tiene una buena tropa de fanáticos.
En la vida real es una prolífica actriz que empezó su carrera a los 19 años, que por estos días está desencantada del teatro que hoy se exhibe en Chile, y que forma a futuras generaciones de actores.
Viene de hacer clases en el Campus Oriente, donde está a cargo de un egreso. Llega con el pelo recogido, sin nada de maquillaje –excepto por sus pestañas–, con una bufanda que le tapa justo hasta arriba de la boca y con hartas ganas de hablar.
Saluda. Se sienta. Se para inmediatamente. Es que divisa por la vereda de en frente a Óscar Godoy. Él, junto a Gabriel Díaz, son los dos debutantes directores de la serie. Encuentro casual. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 segundos de abrazo.
–¿A qué hora nos vamos a juntar el domingo?, le dice él.
– Yo había pensado que un poco antes, tipo nueve y media, le contesta Trinidad.
Se ríen. Se despiden. El esperado final, de larga duración, lo verá reunido todo el equipo de Bala Loca. Un desenlace que ella no tiene claro. "No me acuerdo cómo termina exactamente. De hecho, voy a estar como ingenua mirando. De mi final sí me acuerdo, pero no sé cómo se encajan todas las piezas", dice. De lo que sí tiene registro es del principio.
¿Cómo entraste a Bala Loca?
Fue idea de la Manuela Martelli, que estaba a cargo. Ella me llamó. Hice casting para ese papel y parece que también para el personaje Ángela (Aline Kuppenheim), pero principalmente para el de Gabriela.
¿No te molesta ir a un casting con todo el carrete actoral que tienes?
Yo creo que está bien. No tengo ese rollo. Si te lo piden para una cosa muy pequeña, lo encuentro pelotudo y no lo hago. 'Tengo todos estos años de trayectoria, ya sabes cómo actúo. No me llames a un casting para hacer una aparición de dos escenas ', pero si es un rol (enfatiza en esa última palabra), no tengo problemas. Creo que todos en Bala Loca pasaron por casting.
En noviembre de 2015 ya estaba dentro del elenco. "Cuando supe que Alejandro Goic era el protagonista dije 'Ah ya, listo'. No solo porque es muy buen actor, sino porque lo encuentro muy serio. Es un tremendo director de teatro. Y agrega: "Puede haber muy buenos directores o ideas, pero si el trabajo actoral es débil, nada se sostiene. La actuación tiene que ser fresca, contemporánea, inteligente. No puede ser añeja, antigua o cobarde. Tiene que ser valiente, atrevida", explica con energía.
¿Y así fue en Bala Loca?
Lo que hemos escuchado todos es que la serie está muy bien actuada. Entonces creo que sí lo logramos con los colegas. Fue un resultado creíble, interesante.
La defiende: dice que está "absolutamente por sobre el promedio"; que es triste que no tenga tanto rating; que está a nivel Netflix; que Marcos de Aguirre, el productor y gestor de la serie, se apasionó y le puso mucho amor al proyecto; que hubo una escena –cuando entra a su casa y se encuentra con todos sus perros muertos– que no quería hacer, pero que al final igual le dio placer porque actuar es "delicioso".
Pero también la critica: dice que no había para qué abordar tantos temas como lo intentó la serie; que en las producciones "gringas" se dice todo por su nombre y que acá hay "falta de valentía", como por ejemplo cuando se le pone un nombre ficticio a los medios de comunicación, como El Mercurio, que en Bala Loca es El Decano.
Pero más allá de la serie, Trinidad suma incontables obras de teatro como actriz; dos exitosas incursiones en la dramaturgia –La Reunión (2012) y Pájaro (2015)–; un hijo; un matrimonio anulado con el dramaturgo Guillermo Calderón; un Altazor por mejor actriz en 2007; más de 300 alumnos formados por ella; papeles en El Reemplazante (TVN, 2012) y Sitiados (TVN-Fox, 2015); incursiones en el cine con "Los 33" (2015) y "Bonsái (2012)" y la experiencia de haber dirigido las mismas obras que escribió.
Su maternidad: "fue cuando tenía que ser"
Además de las clases, ahora está empezando a darle forma a lo que será su tercera obra de teatro. Ya tiene la idea. Pero no es como antes. Tiene que esperar a que su hijo Simón, de cuatro años y medio, se duerma para empezar a escribir. Luego del quiebre con Camilo "Tea-Time" Castaldi, voz de Los Tetas, estuvo harto tiempo soltera. Con él, dice: "Nos conocimos. Nos enamoramos. Nos fuimos a vivir juntos muy rápido". De esa relación nació Simón.
Ahora está en pareja con el actor Mateo Iribarren. Comenzaron cuando se estaba grabando la serie, donde él es Óscar, el viudo de Patricia Fuenzalida , la periodista asesinada en el primer capítulo. En la historia ambos personajes desarrollan un romance.
Fuiste mamá a los 40, ¿lo postergaste por el trabajo?
Era un tema que igual venía a mi cabeza, pero yo sabía que iba a ser mamá. Estaba muy segura. Y sabía que iba a ser como fue. Sin pensarlo mucho. Me encanta ser mamá. Para mí es muy importante y fue cuando tenía que ser.
¿Cómo organizas tu tiempo?
Hay momentos en que me cuesta más y otros en que es muy natural. A veces me canso mucho. Me bloqueo un par de días, reconozco el cansancio y digo 'ya no puedo más, estoy agotada'. Después salgo de nuevo.
La frustración de Trinidad
Desde que salió de la escuela de Gustavo Meza ha sido muy selectiva a la hora de elegir proyectos, se ha mantenido distante de la televisión y de las teleseries. No usa mucho Twitter, donde solo tiene 160 seguidores, y si se busca su nombre en Wikipedia, no aparece. La gente no la reconoce tanto en la calle y para ella está perfecto que así sea. Es la cuota exacta que necesita.
¿Cómo ves el teatro nacional?
Yo tengo la sensación de que estamos en una crisis de calidad en todo aspecto: artístico, social, en todo. Hay poco espacio para la reflexión real. Cuando voy a ver teatro, salgo con un poco de frustración porque siento que, en general, lo que se ve no tiene una intención de reflexionar sobre algo.
¿Estás hablando de los guiones nuevos?
Del teatro en estos últimos años, pero yo creo que también es un fenómeno mundial. ¿En qué se traduce eso? En que hay mucha superficialidad para enfrentar los temas. Nadie quiere ir al fondo de un tema y reflexionar.
¿Cuál es la línea que no cruzas para elegir proyectos?
Guiones malos, historias sin ningún interés para nadie. No soporto la idea de estar haciendo algo donde estoy perdiendo mi tiempo. En ese sentido soy muy intensa. Si estoy haciendo un mal guión, algo que no tiene sentido para mí, estoy perdiendo mi tiempo y el tiempo es poco. La vida es corta.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.