Un libro para sanar el intestino
Restablecer es un libro para entender la importancia de la flora intestinal y cómo sanarla en tres fases.
Paula.cl
La francesa Bonnie Leclerc a sus 35 años tocó fondo: tenía depresión, colon irritable, hipotiroidismo, fatiga crónica, fibromialgia, y un segundo hijo con un trastorno del desarrollo (autismo). En simples palabras, no sabía por dónde empezar a sanar su vida. Fue ahí cuando se puso a investigar en serio y se topó con textos y charlas de doctores norteamericanos que hablaban sobre la emergencia que tenía la medicina de empezar a sanar las enfermedades desde la raíz. Donde siempre hubo callejones sin salida, comenzó a encontrar respuestas a sus enfermedades: había que mejorar la flora intestinal (rebautizada como microbiota).
Y así fue como con el tiempo se transformó en coach nutricional, certificada por el Institute of Transformational Nutrition, en Los Angeles, Estados Unidos, y logró plasmar en su libro Restablecer (Grupo Planeta) —con un impecable rigor científico y un lenguaje amable y cercano— las claves para entender qué es y cómo funciona nuestra flora intestinal, cómo su alteración afecta la salud y cuál es el método nutricional que permite restablecerla.
¿Cómo funciona nuestra flora intestinal?
Hay que entender que funciona como un órgano, pero un órgano muy especial ya que no está hecho de células nuestras sino que de trillones de bacterias y otros microorganismos. Ellas viven en nuestro colon, consumen la comida que les llega y entregan a cambio sustancias que —en el mejor de los casos— nos benefician. Su acción se centra en dos áreas principales: la nutrición y la inmunidad. Nutrición porque digieren lo que nosotros no podemos digerir y nos lo devuelven hecho nutrientes, e inmunidad porque luchan contra los patógenos que nos llegan pero también porque educan nuestro sistema inmunitario. Antes se pensaba que la flora ayudaba un poquito, ¡ahora nos damos cuenta de que es vital!
¿Puede la alimentación desencadenar enfermedades inflamatorias o, por el contrario, sanarlas?
Tal vez no por sí sola, pero es cada vez más evidente que juega un papel crucial en desencadenarlas. En cuanto a sanarlas, los médicos prefieren hablar de "remisión". Es decir cuando no hay más síntomas, y sobre eso también hay cada vez más estudios que muestran excelentes resultados con manejos dietéticos, además de toda la masa de casos como el mío. Y buena parte de este papel es mediado por la flora, es decir que a través de lo que comes alimentas a ciertas bacterias o dejas de alimentar a otras. La alimentación es uno de los principales factores en formar una buena flora intestinal productora de nutrientes y sustancias benéficas, o al contrario una ineficiente o derechamente dañina, con microbios que te dan gases y toxinas.
¿Cuál es el método nutricional que permite restablecer la flora?
Es muy sencillo: si comparamos con plantas, los probióticos vienen a ser como semillas mientras que las fibras, los prebióticos, son el abono. Si tienes un jardín todo invadido de malezas, tienes que primero retirarlas antes de sembrar plantas nuevas y finalmente abonarlas. Estas son las tres fases del método nutricional.
¿Por qué el intestino? ¿Y por qué ahora la medicina le está poniendo tanta atención?
La medicina actual solo está comprobando lo que ya decía Hipócrates. Lo que pasa es que el intestino es la mayor puerta de entrada al organismo, por lejos. Y en consecuencia, ahí se concentra casi todo el sistema inmunitario. Si la alimentación o la flora están mal, el intestino se va a dañar y no cumplir bien su función de absorber selectivamente nutrientes, van a entrar cosas que no corresponden. Y el sistema inmunitario se va a volver loco tratando de defendernos de todo eso. Esto es lo que se llama "inflamación", y la inflamación crónica está en la raíz de todas las enfermedades crónicas que conocemos, desde la depresión hasta las enfermedades cardiovasculares.
¿Recomiendas darles probióticos a niños?
No hay contraindicación pero la cuestión es más bien preguntarse si es muy útil hacerlo sin mejorar el resto. Los probióticos son una herramienta bastante útil, pero dentro de un protocolo más amplio, lo mismo que sembrar flores al azar: no te va a dar un perfecto jardín. Si queremos que los niños adquieran y mantengan una flora buena, lo más importante es evitar lo que la puede dañar: cesárea, lactancia artificial, antibióticos y comida chatarra, o hacer un verdadero protocolo para restablecerla si el daño está hecho.
¿En cuánto tiempo, siguiendo una dieta adecuada, uno puede lograr tener un flora sana?
La buena noticia es que la flora responde instantáneamente a los cambios de alimentación: ¡ves cambios de un día para el otro! En cuanto al intestino mismo, hay que darle un poco más de tiempo para regenerarse, pero tampoco tanto: sus células se renuevan cada cinco días entonces con los cuidados apropiados, tienes un intestino cero kilómetros en pocas semanas. El método que enseño en el libro se puede hacer en dos-tres semanas. Por supuesto, hay cuadros más complicados, y entonces hay que saber cómo detectarlos y darles el tiempo que necesitan.
¿Dónde? En todas las librerías de Chile, $ 12.900 y en Buscalibre a $10.450.
Conoce más de este libro en www.restablecer.cl
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.