1. Juguetes de autor
El movimiento art toy ha ido cobrando cada vez más fuerza en Chile y el mundo. Hoy es común ver casas o departamentos decorados con juguetes, llenando los espacios de colores y formas. “Antiguamente la gente se compraba cuadros pintados en óleo en un formato gigante y hoy en día esa concepción del arte se ha ampliado: hoy puede ser, en vez de ese cuadro, un juguete o un telar. No es la pintura la única expresión plástica”, dice Pedro Navarrete, diseñador 3D y fundador de la marca Kaiju Toyz.
Fue en un viaje a Japón en que él y Teresa Romo, cineasta, se encantaron con los kaijus, que en japonés significa ‘bestias extrañas’, seres que ellos denominan “horrorosos pero hermosos”. Ambos eran coleccionistas desde antes: él de dinosaurios, ella de personajes de películas de Tim Burton. Cuando volvieron a Chile, Teresa -quien tiene un postítulo en ilustración- comenzó a dibujar a estos monstruos, y Pedro, a darles el volumen. ¿Cómo? Con una resina plástica que se genera a través de impresión 3D de alta definición. Aunque también les compran para niños, la gran mayoría de sus clientes son adultos coleccionistas, “la generación que creció con la cultura de Japón y con Nickelodeon como referentes”, dice Pedro.
Sus figuras, que cuestan desde $15.000, van desde los 6 hasta los 12 cm. de altura, y hoy están trabajando en juguetes de edición especial en una escala mayor, alcanzando los 24 cm. Toda su colección se encuentra en www.instagram.com/kaijutoyz
Al arquitecto Matías Peña, lo que lo movilizó fueron sus ganas de empezar a coleccionar animales prehistóricos, principalmente dinosaurios. “Me costó mucho encontrar aquí en Chile, lo que había era de Estados Unidos, súper caras y traérmelas eran un cacho”, cuenta. De manera autodidacta, viendo tutoriales en YouTube y siguiendo los consejos que el escultor argentino Lucas Jaymez compartía en su Instagram, comenzó a elaborar él mismo estos chibis (concepto japonés que hace alusión a una versión más tierna de algo mayor). “Cuando pequeño pensaba en los dinos como mis grandes amigos y ahora de grande quise crear a estos mini amigos para el mundo”, escribe Matías en su Instagram @fabricajurasica, quien utiliza alambres para hacer el esqueleto de la figura, luego arcilla polimérica para la musculatura y herramientas de modelado para las texturas como los pliegues de la piel.
Actualmente ofrece workshops para realizar figuras en serie: composición de los moldes, trabajo en resina, técnicas de pintado para lograr distintos efectos, etcétera. Los próximos talleres son el sábado 22 y el sábado 29 de julio. Cada uno dura cuatro horas, en grupos de cuatro o cinco personas, cerca del metro Pedro de Valdivia. $36.000, incluye materiales. www.instagram.com/fabricajurasica/
2. Teatro de papel
Muy popular en Japón, el kamishibai es una herramienta para contar cuentos que consta de una estructura de madera en forma de teatro, donde se presenta una secuencia de láminas ilustradas. Dice la leyenda que tiene su origen en el siglo X, época en la que se utilizaba en los templos budistas como una herramienta para transmitir enseñanzas morales. Luego, tuvo un renacimiento en el siglo pasado, después de la primera guerra mundial. Dada la crisis económica y el desempleo, muchos decidieron subirse a sus bicicletas e ir contando historias por diversos pueblos, mientras vendían golosinas a los niños.
En la actualidad, esta herramienta se utiliza en todo el mundo y está muy bien valorada, pues contribuye al desarrollo del lenguaje en niños y niñas y también a iniciarlos en el mundo de la lectura. Entre sus beneficios está el desarrollo de la comprensión auditiva, la imaginación, la recuperación de la tradición oral y la socialización.
Aquí, tres tips para quienes estén interesados en esta herramienta:
Teatro y láminas: Hace más de una década que la editorial chilena Ekaré Sur fabrica el teatro de kamishibai ($49.500). Durante estos años han ido perfeccionando su técnica: hoy mantienen el uso de la madera como materia prima, pero incorporan el acabado de melamina para facilitar su mantención y durabilidad. Actualmente, la editorial tiene más de una decena de historias desarrolladas para este formato (dese $12.160). https://ekaresur.cl/tienda/kamishibai/
Personalizados: La ilustradora y carpintera Karen Hechem los hace a pedido ($50.000), con colores y diseños a gusto del cliente. “En estos años nunca he hecho uno igual al otro”, dice, y agrega que en este último tiempo se han popularizado bastante. Recibe encargos y tarda 15 días en la entrega. www.instagram.com/taller_manoviva/
Taller de kamishibai para adultos: la educadora y escritora Paulina Jara Straussmann, quien se ha especializado en narración oral, ofrecerá un taller de esta herramienta en agosto. Interesados pueden escribir a contacto@paulinajarast.cl
3. Café en dos dimensiones
Cafés “bidimensionales”, donde los comensales están dentro de una historieta. Esa es la tendencia que nació en Corea del Sur a partir de la popular serie de televisión W, cuyo mundo fantástico está ubicado en otra dimensión: dentro de un cómic.
Para los fanáticos del blanco y negro, las ilustraciones y las viñetas, hace menos de un año se instaló en Providencia el café Penguin House 2D. Las paredes, piso y vitrinas del lugar están dibujados por la artista visual Mónica Santiago, y aunque el concepto del café en dos dimensiones surgió a partir de una tendencia coreana, su fundador quiso ponerle un toque chileno: pingüinos. “Chile es el lugar ideal para el crecimiento de la población de especies de pingüinos. Por eso, nuestra mascota es un bello pingüino y se llama Artic”, dicen en su sitio web.
Además de una variedad de productos veganos -como el sándwich multicereal con queso vegano, champiñon, pimentón y tomate ($5.200)- destacan sus malteadas de sabores como brownie o choco chips manjar (desde los $4.900) y su Nute Latte, endulzado con Nutella ($4.500).
Lunes a sábado de 8 a 21 hrs. José Manuel Infante 273, Providencia.