Vidas al límite

Paula 1174. Sábado 23 de mayo de 2015.

Transexuales que lidian con la prostitución y la droga en Nueva York, una heroinómana que jamás se libera de su adicción, un gran novelista norteamericano que lucha contra el suicidio, un joven que ve la destrucción en la guerra de Bosnia: cuatro narraciones infartantes sobre el oficio de vivir en las peores condiciones, y seguir adelante.

El libro de mis vidas, Aleksandar Hemon

(Duomo)

El talentoso escritor de origen bosnio que sorprendió con la novela El proyecto Lázaro (2009), presenta ahora un gran libro biográfico que se vuelve una historia de sobrevivencia y de cómo el lenguaje permite observar la catástrofe. Cuando en 1992 salió de Sarajevo invitado a una pasantía en Estados Unidos, no pudo volver porque su país se convirtió en el territorio de una guerra cruel, marcada por el odio étnico y la destrucción total. Todo lo que había conocido se vino abajo: "A salvo en Chicago, vi las caras vaciadas de los prisioneros en los campos serbios, las expresiones aterrorizadas de quienes debían lanzarse a la calle bajo el fuego cruzado de los francotiradores (tratando en vano de reconocer rostros familiares entre las víctimas). Vi cómo masacraban a gente que hacía pacífica fila para comprar pan, y cómo disparaban en las rodillas a un hombre que trataba desesperadamente de escapar de un camión alcanzado por un misil. Vi la biblioteca de Sarajevo arder en impávidas llamas". Recuperarse de esa destrucción ha sido su camino en la literatura. $ 14.300 en librerías.

La misma nota forever, Iván Monalisa Ojeda

(Sangría)

Estos cuentos escritos con el ojo atento y perturbado, con la lengua precisa y suelta de la calle, en español y spanglish, dan cuenta de diversas vidas de trasvestis, transexuales, drogadictos y personajes marginales que sobreviven en la fascinante y apabullante ciudad de Nueva York. Aunque se presentan como relatos, parecen ser escenas biográficas del chileno Iván Monalisa Ojeda, quien se fue a vivir a la gran ciudad en 1996 para nunca más volver. Este, su primer libro, tiene la cualidad de dejar ver los difíciles sentimientos que afloran en situaciones adversas y de mostrar una ética de vida ante el exceso, la tristeza y el imperio del deseo desaforado. El primer relato, en que un travesti asiste los caprichos sexuales de un moribundo, se vuelve inmediatamente un clásico. $ 9.000 en librerías.

Esa visible oscuridad, William Styron

(Hueders)

Esa visible oscuridad, William Styron penetra en una profunda melancolía que lo llevó a intentar suicidarse. el texto ahonda en la necesidad de comprender la tristeza para que Ésta no sea devastadora.

El autor de La decisión de Sophie y otras novelas premiadas y exitosas, un hombre que, además de llevar una vida agradable, era un célebre activista político y mantenía fecundas amistades, de pronto se vino a negro: estuvo a punto de suicidarse y desde ahí inició la difícil cura de una tremenda depresión subyacente. Styron explora la profunda melancolía como una enfermedad aún negada y silenciada, intentando comprender a sus amigos y maestros con tendencias suicidas –de Abraham Lincoln a Albert Camus, de Primo Levi a Romain Gary–, para llegar a las fuentes de una tristeza que, si no se comprende, resulta devastadora. Este libro ejemplar y valiente fue escrito con la idea de ayudar a otros a entender y a no negar la pena y la desesperación, única manera para recuperarse a sí mismo y poder entregar a los demás.

Yo, christiane f. Mi segunda vida, Christiane V. Felscherinow y Sonja Vukovic

(Alpha Decay)

Una chica heroinómana de 13 años se convirtió en un mito de la Alemania de fines de los 70. Gracias a una serie de reportajes aparecidos en la revista Der Spiegel, que luego se agruparon en un libro que vendió millones de copias y se transformó, incluso, en lectura para estudiantes secundarios –también en una película de culto–, la vida de Christiane F. mostró una marginalidad que nadie quería ver. Marcada por la violencia y el abandono familiar, luego por la droga y la prostitución, sus peripecias iluminaron un mundo hasta entonces completamente velado; su prodigiosa capacidad de articular en palabras el dolor y la demencia la volvieron un personaje ineludible. Hoy, más de treinta años después, Christiane F. cuenta su "segunda vida", la historia de su debacle física y emocional, con una honestidad demoledora y con el ritmo imparable de la adicción. El valor del libro no es solo documentar una vida deshecha, sino la increíble capacidad de sobrevivir asumiendo y conociendo lo más tétrico y peligroso que yace en nosotros mismos.