Composición formada por pequeños trozos de vidrios de diferentes colores cuya unión crea el dibujo deseado. Los pedazos se fijan usando diversas técnicas. La más conocida recurre a barras de plomo para configurar una suerte de rejilla oscura, delimitar las figuras, separar las tonalidades y generar efectos de luz. Otras variantes emplean cobre o silicona. El vidrio puede ser pigmentado, antes o después del montaje.
Origen. La manufactura del vidrio coloreado es conocida desde la Antigüedad. Egipcios y babilonios se sirven del procedimiento para elaborar pequeños objetos decorativos. Los romanos utilizan vitrales en los vanos de sus viviendas. A partir de la Edad Media son incorporados a las iglesias de estilo románico. Inicialmente, los motivos se estructuran con colores planos -rojo y azul- sobre los cuales se aplican trazos de esmalte negro o gris, con el propósito de perfilar las figuras representadas. En el Renacimiento la técnica se adapta a los cánones pictóricos. Privilegia los volúmenes en desmedro de la luminosidad. Con la invención de la luz artificial, a fines del XIX, los vitrales se destinan a edificios públicos y lámparas de uso doméstico.
Tendencia. El concepto de vitral se integra a las tendencias de moda en los años 20. Los primeros intentos emergen asociados a la geometría propia del art déco, en las superficies de los bolsos de noche, minaudières y vanity cases. La transferencia a la vestimenta se realiza recién en las últimas décadas, gracias a los avances en las técnicas de impresión y la precisión alcanzada por el corte láser. En 2007, Jean Paul Gaultier sorprende con una colección basada en la iconografía cristiana. Vitrales impresos cubren la superficie de algunas telas semitransparentes. Otros, simulando vidrio, decoran los halos emplazados en las cabezas de las modelos. Para el otoño de 2010, Manish Arora trabaja el recurso a modo de kilt, originando una superficie acolchada El año 2012, Chanel propone un vestido de mangas cortas provisto de una pequeña esclavina superpuesta ornamentada con triángulos de mica dispuestos a modo de vitral.