Paula 1226. Sábado 20 de mayo de 2017.

¿Cuál fue el primer efecto détox tras salir del gobierno?

Descansar. Llevaba 18 años sin parar. En un ritmo de acostarse a la 1 de la mañana, levantarse a las 5 y media, 6. De estar todo el día full atención trabajo más full casa, porque no me desconectaba.

¿Dormiste un fin de semana sin parar?

No, porque igual me seguí levantando temprano. Pero empecé a llevar a mi hijo al colegio y a hacer cosas que no había hecho como ordenar mi casa. Descansé al dejar de sentir la carga de la inmediatez que exige el cargo de ministra.

¿Echaste de menos el poder?

No. No eché de menos. No sentí nostalgia ni nada parecido.

¿Qué cosas dejaste de hacer?

Leer los diarios durante un largo tiempo.

¿Eso te causó alivio?

Fue desintoxicante. Pero no fue lo más desintoxicante que hice. Creo que irme de Chile dos meses (a Sudáfrica, a estudiar inglés) fue lo que más me desintoxicó.

¿Fue rico dejar de sentir el peso de ser conocida?

Es que nunca ha sido un peso para mí. Lo que yo recibo en la calle acá es cariño, no mala onda. Pero eso de caminar sin que nadie te reconozca, pasar como un NN fue fantástico. Vivía en una residencia universitaria, en una habitación chiquitita, con una cama de una plaza, un escritorio de liceo con una kitchen, un clóset y un baño chiquitito. Completamente simple. Y andar en jeans, en polera, zapatillas, alpargatas.

¿Por qué te fuiste a Sudáfrica?

Llevaba tres meses tratando de encontrar trabajo. Y no fue fácil porque cuando eres una persona políticamente expuesta no te contratan fácilmente. De hecho, se me cayeron dos asesorías por esa razón. No me contrataron por ser quien era. Y en esa reflexión de decir "¿qué hago?", decidí hacer algo que quería hacía mucho tiempo: salir, estar afuera, estudiar inglés. ¿Y por qué South Africa? Porque era un lugar cargado de historia y que no conocía. Era mucho más barato que irme a Estados Unidos. Y, además, por el clima. Porque en Estados Unidos era ir a morirme de frío. En South Africa el clima es rico.

¿Qué fue lo más asfixiante de estar en la primera línea del poder?

No tener tiempo para tu familia. No llegar a comer con tus hijos, verlos solo en la mañana cuando los llevas al colegio lo que también se vuelve un tema.

¿Qué no te perdonas de tu paso por el gobierno?

No sé. ¿La intensidad? No sé. De verdad que no sé.

¿Y qué no le perdonas tú al gobierno en tu paso por él?

No tengo nada que perdonarle al gobierno. Es una experiencia que se agradece.

¿Cómo estás en este momento acercándote a tus 50?

En lo económico es un momento súper difícil. Para quienes hemos pasado por el servicio público no es fácil enfrentar la salida, porque uno sale sin indemnización. Terminé de pagar la deuda de mi campaña senatorial en febrero de este año. Estuve pagando 7 años, todos los meses 1,5 millones. ¿Cómo lo estoy haciendo? Con lo que había ahorrado en 20 años de trabajo más lo que me dejó mi viejo que murió hace dos.

¿Y en lo sentimental?

Diría que estoy sola. Que estoy tranquila. Y bueno, esperando que en algún minuto aparezca esa persona que pueda acompañarme por el resto de la vida. Nada más que decir.

¿Qué proyectas que viene de aquí en adelante? ¿Dónde te ves?

En el Senado.

Cuando ves a Carolina Goic y a Beatriz Sánchez como candidata y precandidata, ¿sientes que te gustaría estar en su lugar?

La verdad es que no. Creo que está bien que estén las que están. Yo estoy en un momento distinto. De hecho, ni siquiera lo busqué, pudiendo haberlo buscado. Pero no. Yo estoy feliz donde estoy.