Adiós al liderazgo paternalista, bienvenida la autogestión del conocimiento

Sin duda, el Covid vino a acelerar años de una puesta en marcha de la tecnología y procesos de automatización, a los cuales el mercado del trabajo de Chile no queda ajeno en esta cuarta revolución industrial versión 4.0.

La inversión en este ítem no fue prioridad en los años pre-covid. Sin embargo, quien hoy no se adapte y evolucione a tiempo desaparecerá en esta breve etapa de transición. La tecnología será la columna vertebral y, quienes aprendimos caligrafía, debemos entender que esta ha sido reemplazada por la programación.

En los últimos años, varias universidades han realizado esfuerzos capacitando jóvenes entre 12 y 18 años en programación y tecnología; a su vez, empresas del área han abierto espacios gratuitos de formación a disposición de las personas, para que adquieran las capacidades y estén preparados a los desafíos que nos aguardan en este presente – futuro.

Ya en el reporte de World Economic Forum de 2020, al centro de la mesa se definió que al menos 75.000.000 de empleos desaparecerán ya al 2025, lo que impulsa la necesidad de las empresas para reinventar en otro rol a algunos de sus trabajadores que quedarán obsoletos, lo que se denomina como “re-skilling” y, por otra parte y más potente, agilizar el aprendizaje a nuevos conocimientos y capacidades que exige ya el mercado, también conocido como “up skilling”.

Desde Page Group Chile, en la constante interacción con la realidad de mercado, lanzamos este 2022 el “Radar Financiero, Perfiles & Tecnología”, donde se marca una tendencia categórica: un 63% de las empresas encuestadas han reemplazado ya ciertos perfiles profesionales por candidatos del área que cuentan con habilidades digitales, conocimientos en softwares de gestión y análisis de data en pro de la productividad.

La búsqueda de la productividad es el eje esencial que ocupa a las compañías a nivel global, conjugando nuevos factores que emanaron post pandemia, como los formatos flexibles de trabajo, estructuras híbridas, reducciones de jornada, que hacen establecer nuevos paradigmas.

Hoy el balance de organizaciones flexibles, conectadas y colaborativas, tecnologizadas, innovadoras, diversas y abiertas al constante cambio es clave. A ello hay que añadir que los profesionales que trabajen en ellas requieren el manejo de data analytics, la orientación al cliente interno y externo, la capacidad de autogestionarse en un futuro laboral -donde el liderazgo paternalista no existe- y cada cual debe ser consciente respecto a su responsabilidad en la autogestión del conocimiento.

Globalmente, la guerra por talento ya está desatada, y los skills por los que todos luchan en muchos casos son escasos y/o hay que formarlos. He aquí la prioridad por un constante proceso de autoformación que -en adelante- durará todo el proceso como empleado. Nadie terminará los estudios universitarios y/o técnicos y estará preparado: el mundo laboral estará en contante upsikilling.

Es en esta transición cuando ganan espacios los freelancers, los apoyos de profesionales en jornadas parciales, temporales y flexibles, quienes vendrán a cubrir los espacios o gaps para complementar esa tecnologización y nueva mirada en el ámbito profesional.