Paradójicamente, El Bosque es una de las comunas que cuenta con menos áreas verdes en la Región Metropolitana. Por lo mismo, y con la intención de vincular a sus vecinos con esos espacios y con la vegetación que contienen, es que surgió Árboles Ciudadanos, una aplicación que propone un audiorrecorrido por dos plazas de la comuna y que incluye 16 cuentos, enfocados en las distintas especies que habitan en el sector.

El proyecto es una creación de la Sociedad Chilena de Arboricultura y la compañía de teatro Organismo, que ya había trabajado en torno al tema con la realización de un concierto teatral llamado “Árbol(es)”. Sobre la base de esa experiencia comenzaron a idear durante la pandemia esta otra creación, disponible desde hace unas semanas a través de su sitio web.

Cada uno de los 16 cuentos está dedicado a una de las varias especies arbóreas que se encuentran en la Plaza Bonilla o en la Plaza O’Higgins de la comuna, con la particularidad de que cada una está musicalizada con sonidos extraídos de cada árbol.

El proceso de musicalización estuvo encabezado por el artista sonoro Vicente Espinoza, que lo primero que hizo fue captar y registrar las señales eléctricas de cada árbol. Para ello, utilizó un dispositivo diseñado especialmente para esta instancia, donde a través de pinzas puestas en las hojas y ramas de los árboles fue grabando la variación de esta señal cada 150 milisegundos en un rango de 10 minutos.

El valor numérico de esas variaciones quedó registrado en una tarjeta Micro SD a través de una placa arduino, una popular herramienta de hardware que posibilita precisamente la interacción con el mundo físico gracias a sensores. Así, usando los programas de generación de sonidos MaxMSP y VCV Rack, Espinoza programó una serie de reglas y comportamientos que podían suceder según los distintos valores numéricos que pudiera tomar esta señal eléctrica.

“Se definió un banco de posibilidades de sonoridades, de ritmos, de alturas, de tipos de efectos sonoros y estas posibilidades son como una especie de abanico donde se va eligiendo una señal o la otra según la señal sonora. Es como si al árbol le diéramos ciertas opciones y que según el valor de esa señal eléctrica elija una opción u otra”, explica Espinoza.

El artista sonoro valora la oportunidad que le dio este proyecto y destaca que los resultados finales tengan un componente azaroso. “Tiene un factor de sorpresa súper interesante, porque si bien yo diseño una estética de cómo quiero que sean estos sonidos, la suma de todas estas reglas, de este banco de posibilidades, es una mezcla que muchas veces se combina de una manera que no esperaba, que no tenía en mi mente y depende de cómo se va comportando la señal eléctrica del árbol”

La música que extrajo Vicente Espinoza es solo una parte de lo que se escucha en las cápsulas de la aplicación, ya que estos sonidos dialogan con una historia oral que se va narrando para cada árbol. Esos cuentos, relatados por la actriz Daniela Bertini, tienen como base la ficha botánica de cada especie, desarrollada junto al arboricultor Eugenio Bastías.

Sobre esos conocimientos científicos, el director teatral Emerson Velásquez decidió entrar en el terreno de la ficción y escribir historias que dieran cuenta del origen de esos árboles e imaginaran una conversación entre ellos y el ser humano, materializada a través de la música extraída de sus hojas y ramas.

“Es casi como una especie de radioteatro, en cuanto ponemos a una locutora como protagonista de la historia, que les hace ciertas preguntas a los árboles y de alguna u otra manera esas respuestas son estas representaciones o sonificaciones que Matías hizo. Entonces, en el fondo, es como un diálogo entre dos dimensiones, entre la dimensión humana que es la voz de esta locutora haciendo preguntas a los árboles y por otra parte la voz vegetal, que son estos sonidos que pudimos sacar de los arbolitos”, explica Velásquez.

El director cuenta que en esos 16 diálogos hay un aspecto común, que es el ejercicio de pensar qué siente el árbol según su historia y la posición que ocupa en esta plaza; por ejemplo si pasa calor o si le molesta el ruido de los autos, aunque de todos modos la respuesta nunca es literal, sino que queda para la imaginación a través de los sonidos que salen del árbol.

“La gente lo pasa bien. Agradecen el poder detenerse en un espacio, porque estamos tan acostumbrados a pasar de largo, a llevar la vida de una manera tan rápida. Nos han comentado que es rico ese proceso inmersivo de la experiencia, que los trasladan a otros espacios. Ha sido lindo el diálogo con las comunidades y con la gente con discapacidad visual, con quienes realizamos una marcha blanca”, cuenta Velásquez.

Al finalizar el audiorrecorrido, los usuarios reciben una invitación a contar experiencias que los hayan vinculado de alguna forma con un árbol. Algunos de esos relatos han sido seleccionados para otro proyecto de Organismo Teatro, un podcast llamado “Por las ramas”. En ese espacio, que ya ha estrenado sus primeros capítulos y que actualmente sigue en realización, se entrevista a algunos de los dueños de estos testimonios para generar diálogos que profundizan en el tema de la relación entre humanos y naturaleza.

Por otro lado, Velásquez no descarta la posibilidad de que próximamente realicen algún proyecto similar en otra área verde de una comuna distinta, buscando darles voz a otros árboles del país.