AWS anuncia dos proyectos de reabastecimiento hídrico con startup latinoamericana
En alianza con Kilimo, la firma en la nube de Amazon dio a conocer iniciativas en Chile y en Brasil para devolver agua a agricultores. En el territorio nacional, la acción se realizará en la cuenca del río Maipo y busca regresar a las comunidades más recursos de los utilizados, por ejemplo, para el funcionamiento de sus data centers.
El agua, un recurso cada vez más escaso, se ha convertido en prioridad para las grandes empresas tecnológicas, que están tomando un rol en su gestión y preservación. Por eso, AWS, la compañía en la nube de Amazon, se ha propuesto ser “positiva en agua” para 2030.
Esto significa que planea devolver más agua a las comunidades en las zonas donde operan sus data center de lo que utilizan en sus operaciones. Esta iniciativa cobra especial relevancia, ya que estas estructuras son unas de las que más utilizan recursos hídricos para poder mantener sus operaciones, en tareas que resultan tan básicas y necesarias como los sistemas de enfriamiento.
Will Hewes, Director de Agua de Amazon, comenta que la gestión sostenible del agua es un tema que llevan analizando desde hace mucho tiempo y que se transformó en un objetivo formal hace un par de años.
“El agua y la energía están estrechamente vinculadas, y queríamos asegurarnos de gestionar ambas de manera sostenible”, señala el ejecutivo. Explica que si no se le presta atención de forma conjunta, se corre el riesgo de usar mucha agua para ahorrar energía, o mucha energía para ahorrar agua. Por lo tanto, el monitoreo de ambos recursos debe ser paralelo y constante.
La meta de AWS de ser positivos en agua para 2030 implica un enfoque riguroso en la eficiencia del uso del recurso. “Somos líderes en la nube pública en cuanto a eficiencia hídrica”, asegura Hewes. Cada año, AWS publica su métrica de eficiencia hídrica, la que ha disminuido en los últimos tres años. Esta se mide en litros de agua por kilovatio hora de energía utilizada, y “es una forma de ajustar el uso del agua al tamaño del negocio”. En 2020, la cifra pasó de 0,23 litros a 0,19, y en 2023, se redujo a 0,18.
Además, utilizan fuentes sostenibles de agua, como agua reciclada y recolección de lluvia. “Al usar estos tipos de agua para enfriar nuestros data center, dejamos más agua limpia disponible para las comunidades y el medio ambiente”, explica Hewes. También reutilizan el agua de refrigeración para proporcionarla a los agricultores locales para riego. Devolver el agua a las comunidades a través de proyectos de abastecimiento es clave, pero van a depender de qué necesiten.
Contribución local
Para ejemplificar lo anterior, ahora AWS está colaborando con la climatech argentina Kilimo en proyectos en Chile y Brasil. En el territorio nacional, trabajan en la cuenca del río Maipo, ayudando a los agricultores a transformar sus sistemas de riego tradicionales por inundación en sistemas por goteo, más eficientes y sostenibles. “Así, usamos solo la cantidad de agua que la planta necesita para crecer y mantenerse saludable”, comenta Hewes.
La startup, según Hewes, identifica a los agricultores que pueden beneficiarse de esta transición, implementa e instala el nuevo sistema, y proporciona incentivos financieros. Además, monitorean el uso del agua durante diez años para asegurarse de que se siga ahorrando y que esta permanezca disponible para el medio ambiente y la comunidad.
En Brasil, en lugar de cambiar el sistema de riego, Kilimo proporciona a los agricultores más datos para gestionar mejor el recurso, ayudándoles a administrar la cantidad exacta de agua necesaria. “Es un enfoque basado en datos, y contamos con un sistema en AWS que les permite saber cuánto, cuándo y dónde las plantas necesitan agua”, explica Hewes.
Estos proyectos varían según la ubicación y las necesidades locales. AWS tiene iniciativas en 21 países, incluidos España, China, India, Chile y Argentina. La clave del éxito, señala Hewes, radica en encontrar socios locales que ayuden a identificar las necesidades más urgentes de las comunidades y, en algunos casos, colaborar con gobiernos locales para asegurar que los proyectos tengan el mayor impacto posible. “De esta forma, siempre existe una conexión hidrológica entre donde están nuestros data center y donde se realiza el reabastecimiento”, comenta.
La empresa en la nube de Amazon también mide el volumen de agua que utiliza y devuelve a las comunidades, adaptando sus métodos según el contexto local. En India, por ejemplo, además de medir el volumen, también consideran el número de personas con acceso a agua potable y que antes no lo tenían. Incluso en Estados Unidos, donde anunciaron recientemente un nuevo proyecto, no solo mejora la calidad del recurso, sino que además identifican la cantidad de agua tratada, la reducción de nitrógeno y fósforo que ingresa al río local. “La medida común es ‘el volumen’, pero hay mucho más en esta historia”, recalca el experto.
La propia tecnología al servicio
La tecnología juega un papel crucial en estas iniciativas de reabastecimiento. Pero AWS utiliza también su propia tecnología para identificar y optimizar su uso del agua en los centros de datos, detectando posibles problemas de eficiencia y asegurando un uso responsable del recurso. “Por eso usamos tecnología en la nube para rastrear nuestro uso de agua dentro de nuestros data center y mostrar cuánto estamos usando, frente a cuánto deberíamos usar, y, dependiendo de eso, vemos si tenemos que encontrar un problema y asegurarnos que no haya mala utilización”, desarrolla.
También han implementado proyectos en España, con tecnología basada en la nube, para ayudar a empresas de agua a identificar y reparar fugas en sus sistemas, contribuyendo a reducir las filtraciones. En algunos lugares, dice, las compañías pierden hasta un 50% por cañerías viejas con fugas, por lo que se vuelve necesario el constante monitoreo.
“No queremos alcanzar el objetivo positivo para el agua por nosotros mismos, sino que queremos ayudar a resaltar las tecnologías e innovaciones que podrán ayudarnos a resolver los problemas del agua de manera más general”, plantea Hewes, Gerente de Aguas de Amazon.
En conjunto, todos estos proyectos están devolviendo unos 7 mil millones de litros de agua por año a las comunidades y al medio ambiente. “Continuaremos construyendo desde ahí y, donde ya hemos iniciado proyectos, comenzaremos otros y, donde tal vez no hayamos realizado alguno, estamos en el proceso de desarrollar proyectos adicionales para respaldar”, afirma.
Para que estas iniciativas sean verdaderamente efectivas, es clave la colaboración entre el sector público y privado. Hewes algunos menciona ejemplos: en California, por ejemplo, son realizados con el gobierno estatal. “La pesquera de St. Anne es uno de los principales impulsores de la costa del Océano Pacífico, y ha habido planes durante años para intentar restaurar estos proyectos en los que estamos invirtiendo para ayudar a respaldar los esfuerzos del gobierno para restaurar el hábitat del salmón”, relata.
Otro caso es el de Beijing, donde colaboran con planes gubernamentales para mejorar la calidad del agua que entra y abastece a los embalses locales. “Siempre que sea posible, buscamos cómo trabajar con otras corporaciones y en alineación con los objetivos que tiene el gobierno para asegurarnos que todos avancen en la misma dirección y que, colectivamente, podemos lograr con otras organizaciones, sean públicas o privadas”, dice.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
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