Cambiar de sistema operativo móvil: ¿Aventura u oportunidad?

A veces la lealtad digital no es lo de uno, buscando soluciones óptimas para el día a día, sin importar la estética y su sistema operativo, pasando por marcas como Motorola, Blackberry, los primeros iPhones, Nokia y tantos más. Hace un par de años abandoné iOS (después de 4 smartphones seguidos) para probar nuevos horizontes, conociendo las bondades de Android a través de Huawei, en 2017.

Según el estudio Latam Insights 2021 de PageGroup, en Chile hay cerca de 25 millones de dispositivos móviles, lo que posiciona al país en un par de escalones más arriba del promedio de Argentina, Colombia y México. Somos unos fanáticos de la tecnología y lo saben los grandes titanes de esta industria, evidenciándose, por ejemplo, con Huawei, que en 2017 desplegó una estrategia robusta, contratando rostros como Alexis Sánchez.

Para Huawei, hablar de buenas cámaras, inteligencia artificial y de “personalización completa” eran sus cartas de presentación en aquellos años. Y no siendo suficiente, también fueron los precursores de los smartphones de gama alta a precios más convenientes.

La luna de miel con Android continuó y se consagró con mi último smartphone, el glamoroso Galaxy S20 (que con la llegada de su hermano S22 bajó de precio también). Todo iba bien, un tamaño práctico, una cámara atractiva, hasta las definiciones de la selfie tenían nuevos parámetros.

A principios de este año se presentó una oportunidad de probar nuevos horizontes digitales y así fue como volví a tener un iPhone, después de cinco años. Muchos dijeron que las cosas cambiaron totalmente desde 2017 y creí que mi memoría y la experiencia ayudarían, pero no. Mi primer encuentro fue de impacto. Diseño, tamaño, cámara. No sabía por dónde comenzar. Sí, fue intuitivo, pero todo tiempo de cambio necesita adaptación.

¿Destacados? ¡Personalizar tu equipo! Apple carga a cuesta el gran mito que su sistema operativo es tan restrictivo, que no permite una experiencia personalizada. Después de varias actualizaciones, iOS 15 de Apple busca dejar atrás esa mala fama.

Al conectar con iOS es más que descargar las apps favoritas y posicionarlas como a tus ojos les haga sentido, también están otras opciones. Deslizando el dedo en la esquina superior derecha, se visualizan distintos parámetros, como el brillo de la pantalla, calculadora, redes móviles, etc. Allí también encontrarás a Enfoque y su gran promesa de personalización. En chileno, ¿qué hace? Permite adaptar tu dispositivo a tal nivel que puedes recibir sólo notificaciones de quiénes quieres, a través de la plataforma que escojas: ideal para los días de gran carga laboral, donde sólo, por ejemplo, limitas a tu teléfono a recibir notificaciones de tu jefe y compañeros. Todo sea para evitar más estímulos innecesarios a tu preciado formato de teletrabajo.

Cuando se habla de ecosistema, en estos casos, se refiere a los equipos interconectados en un hogar o en cualquier espacio. Por ejemplo, con poder sintonizar a tu smartphone, laptop y televisor ya tienes un ecosistema a tu disposición. Lamentablemente, no hay ningún estudio que confirme cuántos hogares en Chile tienen un estándar de ecosistema, es decir, aún no podemos identificar cuál es la tendencia: si en el país se prefiere (pueden) usar todos los dispositivos con un mismo sistema operativo (o marca) para interconectarse o si tienen una mezcla.

Apple ha salido a la carga, cada año, para renovar sus distintos elementos y potenciar su ecosistema. Apple TV se sigue renovando y también Apple Music, iCloud y Apple Arcade. Todos estos elementos generan una nueva oportunidad para sacarle partido a tus dispositivos de la gran manzana.

¿Cómo me fue? Bastante bien, porque sin importar el año de lanzamiento, si ya tienes productos de menos de 4 años capaces de sincronizarse, ya puedes conquistar tu propio ecosistema. En palabras prácticas, por ejemplo, lo que veo en mi teléfono lo puedo proyectar con facilidad en mi laptop y mi televisor. Todos con dos click y eso incluye desbloquear mi teléfono con el reconocimiento facial, que ahora es más rápido que nunca.

La fluidez que te ofrece el último iOS es una experiencia cómoda, estética y práctica. Aún así tiene “pero”. WhatsApp es la única app que sigue generando barreras para la migración de sistemas operativos. ¿Qué ocurre? No deja descargar en primera instancia lo que respaldaste en Google y sin importar el camino, la única opción que otorga la app es usar el respaldo desde iCloud. ¿Por qué, a estas alturas, la empresa comprada por Zuckerberg no resuelve este tipo de baches?

Usé migrar a iOS (de Apple) y no funcionó traspasar mis datos. Descargué una app con buena evaluación (Phono Clone Copy Data) y pagué el peso extra de mi historial. Los resultados fueron perfectos. Después, descubrí que efectivamente WhatsApp anunció en 2021 que lanzaría para los usuarios de Samsung una opción para migrar su historial entre sistemas distintos, porque tal como WhatsApp asegura, “requiere un trabajo adicional y los fabricantes de los sistemas operativos y de los dispositivos para crear una forma segura y fiable”. Pero no tenía esa opción habilitada y la desesperación por recuperar mi día a día pudo más.

Hay que considerar el cambio de sistema operativo si el bolsillo lo avala o en busca de opciones más baratas, porque no se trata de escoger un camino de ida sin retorno. Los smartphones se han diversificado a tal escala, que puedes recorrer un sinfín de productos de gran calidad, sin necesariamente ir por los más caros del mercado. Aspirar a un refresh tech no debe tener por barrera la comodidad de lo ya conocido. Se debe construir un presente y un futuro lleno de información, dispuestos a investigar para resolver uno de los problemas que marca la pauta en nuestras agendas personales: el teléfono perfecto con el sistema operativo que te funcione y acomode.