Clean Light, los cerebros tras los semáforos portátiles

FOTO: AGENCIAUNO

El caos en las calles era un panorama habitual tras el estallido del 18 de octubre. La cantidad de semáforos dañados, debido a las manifestaciones, complicaban el funcionamiento de la ciudad. Hasta que surgió una empresa tras estos semáforos solares, cuyos precios van desde un millón 200 mil a los $4,5 millones.


En medio del desorden vial, aparecieron en las calles unos semáforos portátiles que fueron una especie de salvación para la circulación en algunas avenidas. Estos semáforos portátiles, que además son solares, se asociaron inmediatamente al alcalde Joaquín Lavín, quien después de conocer la existencia de uno en Chimbarongo, le pidió a la empresa Clean Light, los cerebros tras estos semáforos, que elaboraran algunos para algunas zonas escolares de la comuna de Las Condes. Y cuando comenzó la crisis social, el edil decidió compartirlos dada la necesidad de otras comunas. Jordan Butler es el gerente general de Clean Light, una empresa que se dedica a realizar unidades móviles solares. Su objetivo es desarrollar productos hechos en Chile que puedan satisfacer las necesidades de energía solar en distintos lugares de la industria, como la minería o la construcción. Una cualidad importante es que sus productos son nacionales, porque cuando hablamos de productos de energía solar, en la mayoría de los casos estos son importados. "Cuando hay lugares donde no llega la energía eléctrica, los productos Clean Light reemplazan la necesidad de combustible, de generadores, además su uso es mucho más económico, tampoco contaminan y, son hechos en Chile", explica Jordan Butler. Suele decirse que a nivel tecnológico Chile no es un país competitivo, pero Butler no está de acuerdo con esa sentencia. Ellos mismos lo han demostrado, asegura. "Tenemos un equipo potente de ingenieros que han creado, por ejemplo, un producto que no existe afuera y está pensando único y exclusivamente en las necesidades de la minería nacional, es un producto que, a pesar de utilizar energía solar, no deja nunca de funcionar, incluso en los días más nublados. Y esto, se logra a través de baterías de ciclo profundo, de gel, creada por ingenieros chilenos", explica el gerente general de Clean Light.

Autonomía de 60 horas

La empresa no tiene muchos años, tan solo un par y Butler cuenta que ya están trabajando con grandes empresas, como Codelco, BHP Billiton, están en Centinela, Sierra Gorda, Sacir. “Nos ha ido bastante bien”, asegura contento. Y, de las luminarias solares móviles, los generadores solares móviles y otros de sus clásicos productos,

por solicitud del alcalde de Chimbarongo nació el semáforo solar portátil, este subproducto que ha tenido un protagonismo importante en medio de la crisis social

. Estos semáforos solares utilizan energía solar para cargar las baterías que son capaces de mantener el funcionamiento en lugares remotos y sin acceso a electricidad con

una autonomía de 60 horas sin recargar sus baterías a través de los paneles solares en caso de ser necesario

, detallan en la página web de Clean Light. El primero de ellos nació con el fin de ser utilizado en el cruce de una escuela en Chimbarongo, donde se producía mucha congestión, pero lo cierto es que su uso se extiende a todas aquellas faenas que no tienen acceso a conexión eléctrica tradicional, como de construcción, exploración minera, situaciones de emergencia y catástrofe, como ocurrió desde el pasado 18 de octubre.

Estos semáforos solares, además, operan sin emitir contaminación sonora, CO2 u otros contaminantes. El semáforo se eleva hasta los 3 metros con un carro metálico

con ruedas incluidas para su fácil transporte. Y sus costos no son tan elevados. "A veces se necesita un semáforo en las salidas de las escuelas en regiones, pero solo para algunos momentos del día, y una inversión de un semáforo tradicional es de unos 50 millones de pesos, y es una inversión solo por un par de horas. Los nuestros, varían entre

$1.200.000 y $4.500.000, es decir, entre el 1% y el 10% de lo cuesta un semáforo normal

”, cuenta Jordan. Existen tres modelos de semáforos solares portátiles: el básico, con una sola cara, que funciona como un banderillero. Después el que tiene 4 caras, el más usado durante los días del estallido, especifica Butler, que alcanza una altura de hasta 3 metros. Y, por último, el más caro y el más extravagante, que se llama modelo sobre tráiler grandes cruces, que incluye dos semáforos y es muy útil para grandes avenidas.

Actualmente hay seis semáforos circulando y si bien son portátiles, Jordan Butler aclara que todos cuentan con GPS, por lo tanto siempre saben dónde están

. “Aunque caben en el pickup de una camioneta, robárselos es muy complejo”, agrega.

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