La colaboración nos podría salvar
En los últimos años la colaboración se transformó en un mantra. Es más, tiene apellido y es radical. No anda sola porque es parte del set de habilidades claves en el siglo XXI de la mano del pensamiento crítico, la creatividad y la comunicación. Según el historiador Yuval Harari en su libro Homo Sapiens, el hombre es principalmente un animal social y la colaboración ha sido clave para su sobrevivencia y reproducción. Hoy, más que nunca, muchos señalan que es justamente esta habilidad la que podría salvar a la humanidad de su crisis terminal enfrentando unidos los grandes retos comunes que nos desafían y asumiendo que la mayor complejidad para lograr colaboración es la tendencia humana a dividir los problemas en partes y perder en ello el entendimiento común. En 2012, la revista Science Direct titulaba Aprendiendo en el siglo XXI: Aprendiendo en colaboración explicaba que hay una necesidad de la sociedad de pensar y trabajar juntos en aquellas cosas críticas que nos están preocupando, cambiando el énfasis de esfuerzos individuales a trabajar en forma grupal; de la independencia a la comunidad. Se entiende a la colaboración como una filosofía de interacción. Lo fundamental está en cambiar el foco de promoción de conocimiento científico-tecnológica hacia el foco de la colaboración de acciones mundiales que logren cambios radicales; promover confianza; democratizar la tecnología; lograr una fuerza laboral innovadora, participante y activa y luchar contra la crisis de la imaginación humana. A nivel organizacional hay evidencia de que los grupos colaborativos logran un mayor nivel de pensamiento y retención de información que quienes aprenden en forma individual. Es más, según Cambridge Assessment entre las habilidades necesarias para participar en la fuerza laboral y en una sociedad de tecnología avanzada, la colaboración y sus compañeras se asocian a una mayor prosperidad económica para las naciones, porque ayudan a desarrollar cualidades claves para tener éxito en carreras globales. Si aún no estamos convencidos, pensemos un poco en la pymes y los emprendedores. Hoy colaborar se vuelve una forma de sobrevivencia que va desde trabajar en comunidad (co-work, etc) hasta participar activamente de la economía digital a través de las diferentes plataformas digitales de comercialización. Amazon, Mercado Libre, sin bien son canales de distribución, también son ejemplo de que la venta se hace por canales digitales dirigidos a redes, a grupos. Pero no solo esto, si bien en Latinoamérica las fusiones de pequeñas empresas no son parte de la cultura, en economías más desarrolladas juntarse para ser más fuertes y abordar mayores desafíos es una práctica habitual que ayuda mejor el desafío de la sobrevivencia. Pero no solo los chicos están llamados a colaborar, la amenaza producto de la disrupción digital para las grandes empresas hoy es gigante. La vida media de una empresa del S&P cayó desde 67 años (hace un siglo) a 15 años hoy las proyecciones hablan de que el 40% de las Fortune 500 no existirán en una década. Por esta razón las grandes empresas comienzan a darse cuenta que la tensión que la economía digital impone a sus modelos de negocios puede ser subsanada por la búsqueda colaborativa de nuevos caminos y en esa línea surgen los Corporates Ventures que establecen alianzas con startups en un fenómeno crecimiento en la región. En términos simples un Corporate Venture es la inversión financiera de una compañía grande que toma participación en startups (o compañías más pequeñas). Esta tendencia se abre paso en medio de la polémica sobre el poco apoyo que las empresas grandes dan a los emprendimientos locales y es una línea clara de trabajo en donde el espíritu debe ser colaborativo y no es la lógica de que el grande se come al chico.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.