Cómo, cuándo y dónde emprender en la industria de videojuegos en Chile

Cuando era pequeño, Alexander Hass recuerda que en su casa lo regañaban por jugar tantos videojuegos. Lo que comenzó como un pasatiempo, con el paso de los años -en su caso- se convirtió en su profesión. Por eso, hoy llama a que mamás y papás alienten el desarrollo de sus hijos e hijas en esta área, ya sea a través de cursos de programación y de la práctica responsable. Eso, dice, se necesita como base para desarrollar nuevos talentos que lleguen a fortalecer esta industria en Chile.

Hass es presidente de Video Games Chile, la asociación gremial que reúne a los desarrolladores de videojuegos en el país, que tiene poco más de 20 socios que forman parte de un sector productivo que aún no genera muchos recursos -poco menos de cinco millones de dólares anuales-, pero que está siendo fuertemente impulsado por capitales públicos -como Corfo y ProChile- e iniciativas extranjeras de aceleración.

Este es el caso de Cristian Valenzuela, uno de los fundadores del estudio BCS, quienes con su videojuego Reventant Souls lograron captar la atención de la aceleradora polaca Digital Dragons. Valenzuela compartió su experiencia en el primer bloque de Transformadores, el webshow, junto a Alexander Hass -quien llamó a desarrollar un relato que distinga a los videojuegos chilenos del resto de sus pares- y a Maureen Berho, cofundadora de Niebla Games y hoy Game Producer en Nimble Games Entertainmet, quien cree que Chile tiene todo el potencial para desarrollar su industria.