En 2018, LG anunció la creación de una “granja inteligente” en Corea del Sur, que era capaz de monitorear, entre otras cosas, el estado físico y evolución de gallinas y otros animales para así descartar enfermedades como la gripe aviar.

Este mal nuevamente está generando preocupación en el extranjero y a nivel nacional, mucho más considerando los recientes casos encontrados en el país. Hay quienes plantean que la preocupación debe ser inmediata si es que no se quiere convivir nuevamente con una pandemia y, en esa lucha, la tecnología puede ser crucial.

La influenza aviar (H5N1), más conocida como “gripe” aviar, es una infección que se transmite principalmente entre aves, pero que hemos visto incluso en otros animales alrededor del globo. En los últimos meses se han reportado casos de mamíferos afectados, que estudiosos han visto como una evolución de la afección que ahora está logrando transmitirse a otras especies.

El virus, por ejemplo, ha causado la muerte de visones en una granja española, de delfines mulares y ballenas jorobadas en Estados Unidos, de focas y zorros en Reino Unid, o de lobos marinos en Perú. De hecho, es esta variante, la “Clade 2.3.4.4b”, la responsable de la mayor muerte de especímenes en el último tiempo y por eso tiene potencial para convertirse en pandemia.

La tecnología, de la mano de los principales laboratorios del mundo, por ejemplo, ya se ha puesto en campaña para dar frente a una eventual expansión. GSK, Moderna y CSL Seqirus, ya están trabajando en vacunas para humanos infectados, que comenzarían durante estos días las pruebas. Este es uno de los temas más relevantes, considerando la aparición de contagios en humanos en distintos países, incluido Chile.

Pero el otro gran problema sigue siendo cómo entregar apoyo a aquellas grandes o industrias que trabajen directamente con animales. La francesa Ceva Animal Health y la alemana Boehringer Ingelheim están trabajando en este aspecto y, de acuerdo a las pruebas más recientes de mediados de marzo, las aves de corral a las que se realizó la inoculación de estas mezclas se mostraron favorables a desarrollar protección a la H5N1.

Durante 2022 se presume que fueron más de 200 millones de aves las afectadas en todo el mundo, pero como es algo multiespecie y que puede evolucionar de acuerdo a sus condiciones, el día de mañana serían otros los afectados. Si hay aves de corral contagiadas y por alguna razón se enferman gaviotas, estas pueden morir en las costas y afectar así al resto de animales marinos, tal como sucedió en Perú. De hecho, es justamente la forma en los especialistas de la Universidad de Florida creen que los mamíferos marinos se han contagiado.

Por ahora, principalmente son las industrias las que se ven afectadas. De hecho, el primer caso de gripe aviar de alta patogenicidad se dio en un centro productivo de Agrosuper en marzo. Se sacrificaron 40 mil animales por ese contagio. Eso sí, la H5N1 no es la única cepa que vuelve a generar preocupación, sino también el resurgimiento de la H3N8, que ha contagiado a por lo menos a tres ciudadanos en China.

Los distintos avances deben contemplar el constante monitoreo de entornos donde haya animales, así como las granjas, e incluso a las personas que hayan sido infectadas. En las últimas dos décadas, se han identificado —o notificado, en estricto rigor— al menos unos 873 infectados y cerca de 500 han fallecido, pero aún no se ha transformado en un mal que preocupe por su afección a los humanos. Eso sí, eso puede cambiar de acuerdo a la evolución que tenga el virus.

La tecnología se está utilizando, junto con la inteligencia artificial, para la generación de datos con respecto a granjas, alquerías o grandes industrias ganaderas. Eso al menos en cuanto a la IA aplicada a este tipo de recintos. También están los grupos de estudios que monitorean, con estas mismas herramientas, el actuar de las distintas aves para así identificar los cambios en sus rutinas debido al cambio climático, focos de alimentación, y con eso enfermedades que puedan transmitirse de acuerdo a cuáles sean sus recorridos o hábitos.

Teniendo esto en consideración, e incluso la migración de ciertas especies nómades que van de un lugar a otro de acuerdo a la temporada, científicos de instituciones de Nueva Zelanda comenzaron su propia carrera en contra del tiempo, porque piensan que para 2024 el virus llegaría a la Antártica debido a aves migratorias. En caso de suceder, grandes colonias de pingüinos Adelia —una de las dos especies de ese continente—, se verían en el máximo peligro.

Pero los científicos alrededor del mundo han llamado a poner urgencia también a los nuevos focos de H5N1. Incluso, el especialista que dirigió el equipo del Instituto Pasteur de Camboya, y que fue el encargado de identificar la nueva variante encontrada en una niña fallecida de 11 años, dijo que la cepa por la que había muerto era muy distinta a la de las aves y que, probablemente, era una surgida luego de haberse alojado en un humano, pero que no existe mayor peligro actual para pensar que hay contagio de humano a humano.

Por ejemplo, Pictura Bio es una iniciativa británica de salud y tecnología que, a través de la IA, es capaz de identificar diferentes patógenos, entre ellos la gripe y sus variantes. Junto a su equipo, están trabajando para identificar las nuevas cepas de la H5N1, considerando desde ya el Clado y las demás que puedan aparecer. No solamente podrán hacerlo con el monitoreo de cambios físicos, sino también, en el caso de tratarse de pacientes contagiados, a través del monitoreo facial y la generación constante e inmediata de información.

Años antes que LG lanzara su iniciativa en Corea del Sur en 2018, hacia 2009 en Tamil Nadu, uno de los diez estados mayores de India, se comenzó a aplicar IA para identificar aves muertas o enfermas en parvadas. Con estos sistemas, que utilizaban cámaras de bajo costo para tomar hasta sesenta capturas por segundo de animales afectados o fallecidos, podían enviar alertas y dispersar o segregar automáticamente a las otras aves del grupo. La información recogida de los especímenes ya fallecidos se contrastaba con las acciones de ejemplares sanos para ver sus cambios de comportamiento o estado físico.

Este modelo aún se aplica en ese país y se ha expandido a cientas de granjas productoras, pero la reciente oleada de gripe aviar en el mundo ha vuelto a ser un peligro y la tecnología aún debe de perfeccionarse y cambiar de acuerdo a las nuevas variantes y necesidades.