Cómo Telegram se transformó en la app de la guerra en Ucrania
Fundada en 2013 por los hermanos rusos Nikolai y Pavel Durov, se ha convertido en una fuente indispensable de información y conexión para Ucrania y Rusia en el reciente conflicto. La app, que permite enviar y recibir mensajes, ha destacado por su fuerte encriptado, característica que en más de una ocasión causó controversia y tuvo un enfrentamiento de sus creadores con el estado ruso, al punto de tener que dejar el país.
Desde que comenzó el conflicto entre Rusia y Ucrania, muchas compañías importantes, como Google y Microsoft, dejaron de funcionar en esos países. La crisis de comunicación también se acrecentó, con menos canales de mensajería entre los ciudadanos y el miedo constante de que estos pudiesen ser intervenidos. Telegram, la app de mensajería creada por Nikolai y Pavel Durov, ha sido desde entonces la única plataforma en que los usuarios pueden comunicarse de forma más segura, debido a su fuerte configuración de encriptación. Según la revista Time, ha habido un aumento del 48% en el número de suscriptores en este espacio, creado por rusos que, mucho antes de este conflicto, tuvieron que abandonar su país.
Telegram y su fama nacieron después de un largo camino de sus creadores, quienes primero lanzaron Vkontakte, una red social iniciada por Pavel Durov, en esa época estudiante de filología en la Universidad Estatal de San Petersburgo, ciudad donde nació.
Esta web se comportaba como una especie de Facebook en Rusia. Era un foro que comenzó como un espacio para estudiantes, pero rápidamente desde su lanzamiento en 2007 comenzó a ganar popularidad, convirtiéndose en la red social preferida del país.
En noviembre de 2009 la red superó los 49 millones de usuarios, transformándose también en la red social más popular en Europa, basado en la transferencia de datos por día que tenía la página.
Este sitio web le dio el reconocimiento a Durov como el empresario más grande de su continente por su gran éxito. Pero con él vino el primer problema que, coincidentemente, también fue político. En 2011, justo después del peak de su popularidad, el creador recibió una petición del Kremlin, el centro administrativo de Rusia. En él se le pedía explícitamente que censurara algunas cuentas de Vkontakte (abreviado VK) que utilizaban los activistas y líderes de grupos para promover mensajes contra Putin, en apoyo de las protestas que se ocasionaron posterior a las elecciones de 2011, tras la duda de un resultado manipulado.
Durov se negó. Una de las características que más destacaba de la red social era que lograba mezclar muy bien su seguridad con la libertad de expresión, y dentro de ese punto, el fundador no creía justa la censura de un grupo de personas. La agencia federal de policía, el FSB, le exigió entonces que entregara datos privados de los usuarios ucranianos de VK que protestaban. “Me negué a cumplir con estas demandas, porque habría significado una traición a nuestros usuarios ucranianos. Después de eso, me despidieron de la empresa que fundé y me obligaron a abandonar Rusia”, contó a un medio local en esa ocasión.
El desenlace fue rápido. En 2013 allanaron su casa por acusaciones que tenía de haber atropellado a un policía. Fue perseguido por el acceso a los datos que tenía desde VK y le siguieron pidiendo que entregara información de diferentes cuentas en distintas ocasiones. Luego, en 2014, fue despedido de su puesto como director ejecutivo en la empresa, porque, según lo confirma Reuters, las entidades respaldadas por el estado ruso buscaban controlar la red. Ese mismo año vendió VK al grupo Mail. Ru por 1470 millones de dólares.
Presionado por las reiteradas veces en que el equipo SWAT apareció en su casa, él y su hermano se vieron obligados a irse de Moscú, llegando a Arabia Saudita. Si bien habían tenido que abandonar casi todo, aún existía una idea en mente.
Telegram y su poder
Telegram fue lanzado en agosto de 2013, solo meses antes de que los hermanos Durov abandonaran Rusia. Es una aplicación gratuita basada en la nube que permite a los usuarios enviar y recibir mensajes, llamadas, fotos, videos, audio y otros archivos.
La plataforma desarrollada por los empresarios tecnológicos tiene varias características clave que la convierten en una opción muy fuerte para las comunicaciones en tiempos de conflicto. Al funcionar como red social y como chat, muy parecido a lo que hace WhasApp, facilita grupos públicos y privados de hasta 200 mil usuarios. En estos, se puede enviar mensajes e interactuar de forma digital. Además, existen los canales que funcionan como YouTube, y que permiten la transmisión en vivo de videos para suscriptores.
La gracia es que toda la información que se almacena dentro queda en una nube encriptada de Telegram, transformando el espacio en una aplicación muy segura, casi imposible de intervenir. Por lo mismo, los grupos, canales y organizaciones pueden llegar a miles de personas al mismo tiempo sin el temor de que esa información llegue a personas no deseadas.
En el lado más técnico de ciberseguridad, la configuración de encriptación predeterminada no es una encriptación de extremo a extremo, que es la más común en estos servidores, sino que se realiza en función del cliente/servidor. Los datos se almacenan y se distribuyen a través de múltiples centros de datos en todo el mundo, que están controlados por entidades legales en varias jurisdicciones, sujetos a diferentes leyes, haciendo extremadamente difícil el robo de información.
A parte, Telegram ofrece un chat secreto con incluso más capas de seguridad, la opción de reenvío anónimo que inhabilita rastrear el origen de un mensaje y que el número de teléfono de un usuario no permanezca vinculado a una cuenta para siempre. Características con las que ha sido calificado como más seguro que apps de la competencia como WhatsApp y Line.
La importancia de la red social en la guerra
Debido a la naturaleza de Telegram, la app no estuvo exenta de controversia. En 2018 fue prohibida en Rusia después de que Durov negara, nuevamente, al Kremlin el acceso a los datos de los usuarios. Su uso ya estaba en boca de todos ya que, por sus características y su cifrado extremo, podría incluso servir para grupos terroristas o cualquier persona con malas intenciones, sin embargo, Durov defendió la privacidad que ofrecía la app hasta el final. “Su derecho a la privacidad es sagrado”, comentó. La gente parecía estar de acuerdo con él ya que, en respuesta a la prohibición, miles de personas salieron a protestar para recuperar ese canal de mensajería. Finalmente, en 2020, Telegram volvió a Rusia.
Desde ese momento, Telegram tiene la fama de funcionar como una herramienta de protesta en tiempos difíciles. Por ejemplo, en 2020, la gente de Bielorrusia que se oponía al líder autoritario Alexander Lukashenko, utilizó la plataforma para organizar una protesta masiva de más de 100 mil personas.
Actualmente, en el conflicto entre Ucrania y Rusia también ha tenido un papel importante. En este caso, las funciones de la aplicación han servido para los civiles, para los grupos de poder y para ambos países de formas iguales. El presidente Zelenskyy ha utilizado abiertamente Telegram para instar a los hombres a tomar las armas y resistir la invasión de Rusia, mientras que mucha gente en Rusia ha usado la app para tener información independiente después de la represión del Kremlin contra los medios.
Según la revista Time, ha existido un aumento del 48% de suscriptores rusos en Telegram este año, justo después de la invasión. A ellos se les han unido medios de todas partes del mundo, como The Wall Street Journal y The Washington Post, utilizando la plataforma para poder enviar las noticias y comunicarse de forma unidireccional y bidireccional.
Lo mismo pasa con las operaciones de inteligencia de Rusia y Ucrania. Ambos lados han podido seguir con sus planes en parte usando la aplicación. Y si bien siempre es un arma de doble filo, Pátel Durov se ha encargado de explicar que vela por la privacidad de sus usuarios más allá de la guerra. “Por el lado de mi mamá, trazo mi línea familiar desde Kiev. Su apellido de soltera es ucraniano (Ivanenko), y hasta el día de hoy tenemos muchos parientes viviendo en Ucrania. Es por eso que este trágico conflicto es personal tanto para mí como para Telegram”, comentó el fundador en la misma aplicación. Luego de eso, prometió proteger los datos de los usuarios ucranianos.
Hoy la importancia de Telegram no puede ser negada por sus usuarios, incluso cuando, debido al gran volumen de datos, este canal también ha servido para la desinformación relacionada con el conflicto, bloques de noticias falsas y bots que han tenido a sus usuarios alerta. Aún así, su poderosa tecnología aún es primordial para los tiempos que viven ambas naciones.
Un futuro más seguro
Recientemente, Telegram lanzó una actualización, que, según afirma en un comunicado, “redefinirá los límites de lo que puede hacer una aplicación de mensajería”. Pavel Durov, describió la actualización como histórica y comentó que las últimas herramientas podrían ayudar a salvar vidas.
Esta incluye funciones que permiten a los usuarios configurar cualquier sonido como tono de notificación, además de agregar emojis y nuevas funciones de eliminación automática para mejorar la privacidad. A parte, creará interfaces flexibles y mejoras importantes en seguridad, pensadas exclusivamente para las personas que buscan información confiable sobre la invasión rusa de Ucrania.
Como lo adelantó a principio de año, Durov sigue buscando formas de fortalecer Telegram, un “sueño” que comenzó a construir cuando se mudó a Dubai y trasladó las operaciones de Telegram hasta allá, donde encontró “mejores formas de usar el dinero para beneficiar a la sociedad”.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
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