De ejecutivo a tatuador: el vertiginoso salto de un emprendedor
Sebastián Moraga -más conocido como Mr. Sebaland-, tatuador chileno que hoy internacionaliza su carrera en Nueva York, en menos de tres años pasó de ser colaborador de una multinacional a tener su propio estudio de tatuaje. ¿Cómo logró recorrer tan rápido el camino? Aquí, habla del viaje y también de los costos de su decisión.
Hasta hace poco más de tres años, Sebastián Moraga -ingeniero comercial de 40 años- trabajaba en una empresa multinacional como ejecutivo de cuello y corbata, mientras desarrollaba su faceta como emprendedor con una tienda de ropa en el Barrio Italia. Sin embargo, un día, mientras se hacía un tatuaje, pensó: “¿Y por qué yo no?”.
Ese “por qué yo no”, literalmente, significaba ¿por qué no convertirse en tatuador? Amante de la pintura y el arte desde la niñez, este camino no era ajeno para él; sí lo era el negocio y los clientes. Sin embargo, Mr. Sebaland -su nombre como tatuador- se tiró la piscina y se instaló con un estudio de tatuajes; un oficio que hoy lo tiene viajando por el mundo para mostrar su trabajo y con una clientela que va cada día en aumento.
¿Cómo lo hizo? ¿Qué costos tuvo en el camino? De todo eso habló junto a Bárbara Pezoa y Jaime Villouta en 360°, el segundo bloque de Transformadores, el webshow.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
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