Tiempos de e-commerce: la exitosa estrategia de Mercado Libre
Con 7.300 colaboradores, la empresa es una de las que lidera la venta por internet y su asociación con grandes marcas ha hecho crecer su influencia: en diciembre lograron 49 millones de visitas. El director general Alan Meyer cuenta aquí los tips para digitalizarse, cómo cambió el comercio tras el estallido social y refuerza: "El e-commerce no es una moda".
Hace casi seis años que Mercado Libre, la multinacional argentina dedicada a compras, ventas y pagos por internet, llegó formalmente a Chile. Por ese entonces el director general Alan Meyer vislumbraba un país “tremendamente competitivo en términos de comercio electrónico”. Y recuerda: “Cuando abrimos operaciones, más de la mitad de lo que se vendía eran productos usados; en cuánto a nuevos, el 70% eran pymes, vendían 10 mil empresas en ese minuto y el comercio electrónico pesaba entre un 2% a un 3% en el mercado”.
Aunque la página partió como punto de venta de todo tipo de bienes, sin un foco específico, con el paso de los años decidieron democratizar el acceso a distintos productos, a través de una misma plataforma, convirtiéndose en un verdadero “mall online”, como lo llama Meyer.
Actualmente, son más de 20 millones de productos en el sitio y 96% de estos son nuevos, siendo más de 27 mil pymes y grandes tiendas que utilizan el marketplace para acercar sus novedades a distintos puntos del país. Además, están presentes 400 marcas consolidadas en el mercado que desde Mercado Libre entregan opciones financieras para que los usuarios puedan comprar en diversas cuotas sin intereses. Samsung, Huawei, Hush Puppies y la empresa de repuestos Pirelli son parte de la oferta.
“Hemos ido atrayendo a un montón de marcas, Mercado Libre se ha ido construyendo como un mall virtual donde la gente puede encontrar de todo, en todos los precios. Ese es el modelo que hemos estado desarrollando en la región pero consolidando especialmente en Chile”, afirma el director general de la compañía.
El negocio de Mercado Libre ha ido creciendo a medida que el e-commerce se ha ido masificando y logrando la confianza de las personas. Alan Meyer dice que llegaron a 49 millones de visitas en diciembre pasado. “Si uno lo quiere ver como un broker de tráfico de forma online, es mayor a lo que hace un centro comercial offline”, sentencia, comparándose con la visitas de Costanera Center cada mes: 3 a 4 millones mensuales y lidera el ranking de visitas a un centro comercial. “Desde el punto de vista de tráfico, es un punto de centralización muy importante, donde puedo llegar a una tremenda cantidad de clientes en un mismo lugar”, concluye.
Uno de los puntales de Mercado Libre para su masificación ha sido la estrategia de pago, donde el usuario puede cancelar con cualquier tarjeta y en tiendas Servipag. “Eso se constituye como una ventaja tremenda, que al final terminamos financiando nosotros, y la marca puede aprovecharse de tener un canal distinto donde ofrecer a los clientes productos con un crédito sin interés, frente a las otras opciones que ofrece el mercado”, dice Meyer, junto a envíos sin costo en productos sobre los $19.990, precio que bordea el 80% de los productos que ofrecen, llegando en un promedio de 48 horas a todo Chile, abriendo la puerta a un público que cuenta con los mismos precios que podría encontrar en Santiago. Según sus mediciones, ⅔ de los envíos gratuitos de Mercado Libre son a regiones.
E-Commerce repartido
“Nosotros tenemos una leve concentración entre los 25 a los 34 años, pero en general está bastante repartido”, dice el director general de Mercado Libre sobre el público que más visita la página. Un segmento etáreo que coincide con quienes más realizan compras por internet. “Está representado en regiones, podríamos hablar que no solo geográficamente sino que demográficamente está muy bien representada la población y te diría que hasta 65 años es bastante representativo”, añade Meyer.
Con una década recién empezando, la multinacional es una de las principales empresas dedicadas al e-commerce en Latinoamérica, por lo que son voz autorizada para analizar la relevancia de esta forma de compra tras el 18-O, período en que tanto el retail como las pymes se vieron imposibilitadas de vender de manera presencial, en la mayoría de los casos.
Para Meyer y el equipo de más de 9 mil colaboradores que trabaja por el subcontinente, durante el 18-O no hubo un cambio de estrategia. Si bien el motor de sus ventas está ligado a pymes, el ejecutivo afirma que no tuvieron que dar un “un giro oportunísticamente aprovechando la situación local, está literal en nuestro trabajo”. Y entonces explica: “Una buena parte del comercio se vio afectado, sobre todo los primeros 30 días del estallido. Pero nos dimos cuenta que Chile es un país de emprendedores y, por tanto, la mayoría de la gente se dio cuenta que el comercio electrónico le ofrecía ventajas para realizar las ventas que, quizás, no estaban generando en la calle para ampliar sus vitrinas de venta”.
Alan Meyer añade sobre el mismo punto: “Muchos comercios menores se sumaron al sitio y el e-commerce se convirtió en una herramienta que ayudó a compensar esa época para los emprendedores, prácticamente un verdadero aliado del comercio, entregando un crecimiento más alto del que estábamos viendo los meses anteriores”.
De modo optimista, el director de Mercado Libre asegura que diciembre y lo que va de enero ha visto el crecimiento más grande de los últimos 12 meses, “por lo tanto vemos a partir de todo diciembre una recuperación del comercio y el traslado de muchos consumidores a comprar en línea”, afirma.
Pese a tiempos digitales, en Chile falta mucho por avanzar en esa línea. “Creo que hay falta de conocimiento”, acepta Alan Meyer. “Hoy casi es un beneficio de las empresas más grandes, no todas pueden pagar lo que cuesta en un mercado tan competitivo profesionales de carreras tecnológicas como programadores, gente ligada a carreras de ingeniería. Se ha vuelto caro y escaso para empresas de pequeño tamaño”, acepta.
Para el ejecutivo, el camino a seguir obligatoriamente pasa por generar más profesionales ligados a la tecnología que puedan ayudar a la transformación de las empresas. El costo es un ítem a considerar, “muchos no pueden solventar una integración tecnológica, profesionales que puedan llevar a cabo estos procesos, eso es lo que finalmente está frenando que ocurran las transformaciones rápidas. Incluso Estados Unidos ha tenido que traer profesionales de India o China; en el mundo hay una escasez en la industria en cuánto al cambio de profesiones, está siendo mucho más lento que el cambio que requieren las organizaciones”.
Las claves a considerar
Tras sobrellevar el actual escenario de las ventas en Chile, Meyer recuerda que el comercio electrónico en Chile representa un 7% de las ventas del retail y en los próximos dos años se va a expandir al 10% de las ventas. Incluso, esas cifras en categorías específicas como la electrónica, el número podría llegar hasta el 20%.
“Hay que tener claro esos números para poder tomar decisiones a tiempo y hacer la transformación cuánto antes”, puntualiza. Luego agrega: “Esto es un movimiento que va en una sola dirección, que podamos ver el ejemplo de otros países y que ya no es una opción, si no nos queremos quedarnos atrás como empresa deben ocupar los principales marketplaces o malls online”.
¿Cuáles son los tips para que una empresa logre vender online y no morir en el intento? “Hay que pensar digitalmente”, dice Alan Meyer para partir. ”Si ya tengo todo mi sistema con tecnología, fáciles de conectar a otras plataformas, es un avance importante. Hay gente que piensa que vender en internet parte con publicar los productos en una página y mi consejo es partir mucho antes, teniendo todo mi stock, precios, sistemas y contabilidad, todo ello reflejado en línea de manera que lo pueda conectar donde quiera que sea como una página web o un marketplace, ese es el primer paso. La digitalización no parte en internet, sino con mis sistema de control interno, por dónde cargo los productos.
”Lo otro es contratar profesionales”, suma Meyer como consejo. ”No basta con tener personas expertas en la venta en calle, hay que considerar a profesionales que estén ligado al panorama que se vive. No me refiero a que sean jóvenes o viejos, sino que esté conectado, que crea en el comercio electrónico, que siga las tendencias, que esté conectado con la forma que tienen de consumir las personas Todavía me llama la atención que hablando con distintas empresas que creen que su industria no se vaya a vender online, esa visión es limitante respecto a lo que puedo hacer. Si empiezo a incorporar fuerza laboral a mi empresa con gente que ni siquiera cree en lo que está pasando, estoy probablemente poniendo límites”.
”Lo último es no esperar que el e-commerce sea la mitad de la venta, sino tomar el primer paso”, dice el ejecutivo de Mercado Libre como tercer consejo. “Probar distintos canales, diversas estrategias: página propia, a través de marketplaces, ver otras alternativas de venta online, eventualmente evaluar si es necesario tener locales de cara al consumidor final o no, siempre contemplar qué rol tendrá el comercio online de acá a 3 o 5 años en mi industria con las buenas decisiones que tomo ahora. ¿Tiene sentido abrir un local o mejor pongo una bodega? ¿Qué es lo que me conviene? ¿Tener un lugar donde se prueben, conozcan el producto y luego compren online? Vamos avanzando a que cada vez sea más frecuente que las tiendas sean lugares de experiencia y no lugares de compra”.
Para cerrar, y entusiasmado, Meyer es tajante: “El e-commerce no es una moda, es una tendencia que cada vez va a estar más presente en nuestras vidas. No hay que olvidar que Santiago no es Chile y que las regiones representan gran parte de la población y hemos probado que haciendo algunos ajustes podemos hacerlos parte de este comercio. Hay que ponerse en el lado del cliente y ocupar el e-commerce como un sistema democratizador, donde los usuarios tengan las mismas oportunidades, independiente de las capacidades financieras o el lugar de destino”.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
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