El fin de BlackBerry: el auge y caída del antiguo titán de la telefonía
Esta semana, todos los celulares BlackBerry existentes bajo su propio sistema operativo dejaron de funcionar para siempre, cerrando un ciclo que comenzó con el primer indicio de telefonía inteligente dominando el mercado por completo y que terminó con una participación en el mismo mercado del 0%.
Blackberry Limited o Research in Motion (RIM), como originalmente se llamó la compañía canadiense especializada en ciberseguridad y desarrolladora de teléfonos inteligentes, lo anunció en su página oficial: todos los celulares de su marca que seguían con vida bajo los sistemas operativos propios dejarían de funcionar el 4 de enero de 2022, quedando vigentes sólo aquellos dispositivos Blackberry que tuviesen sistema operativo Android, sacando del mercado para siempre una amplia gama de celulares que, hace una década, eran de los más cotizados por los usuarios.
La desaparición de sus diferentes sistemas operativos, los que año a año tuvieron que enfrentarse a sus competidores de Android e iOS, marca el fin de BlackBerry como fue conocido en sus años dorados, concentrándose nuevamente en el que era su principal objetivo al comienzo de su aparición en la industria en 1984. “Estamos enfocados en brindar software y servicios de seguridad inteligente a empresas y gobiernos de todo el mundo”, declaraba el comunicado oficial, dando un cierre definitivo a lo que alguna vez fue la revolución de los teléfonos inteligentes.
Research in Motion nació en 1984. Fundado por Mike Lazaridis y Douglas Fregin, dos estudiantes de ingeniería canadienses, la compañía pasó varios años haciendo proyectos de diferentes naturalezas, incursionando en varios campos de la tecnología como por ejemplo un sistema LED, una red local para la empresa IBM e incluso un sistema de edición de películas, el lector DigiSync Film KeyKode, con el cual ganaron un Oscar en la categoría de Logros Técnicos en 1998.
Al mismo tiempo que llevaban a cabo un sinnúmero de proyectos, el más grande y el que finalmente le entregó una dirección definitiva a su carrera fue su alianza con la compañía telefónica candadiense Rogers en 1989, donde decidieron trabajar en su red Mobitex, un sistema diseñado específicamente para mensajería instantánea. Una revolución en el mercado de las comunicaciones que terminó con la creación de su primer mensáfono bidireccional, el dispositivo que antecedió a los teléfonos celulares y que dominó el mercado en 1996.
Su fórmula fue centrarse en la gente de negocios. Un tipo de público que necesitaba la ayuda de tecnología para poder realizar sus tareas diarias en el trabajo y una mejor comunicación fuera de sus oficinas. Fue así como en 1999 se introdujo el primer dispositivo con el nombre BlackBerry, y que, agregando gradualmente funciones como una pantalla a color, WiFi, mensajería instantánea, navegación web y finalmente telefonía, en un abrir y cerrar de ojos, RIM sorprendió al mercado con su primer modelo de celular completo en 2001.
Los gadgets que cambiaron el juego
Una de las primeras características de los dispositivos BlackBerry fue su teclado QWERTY, una distribución del teclado que incluía todas sus letras, facilitando la tarea de escribir a un nivel sin precedentes para un aparato celular, sobre todo en un mercado que, para principios del 2003 estaba dominado por los teléfonos flip con pantallas y teclados muy pequeños.
Este diseño de producto fue la primera entrada en la línea BlackBerry 6200 o “Quark”, que proporcionaba una pantalla monocromática pero amplia que se situaba encima del teclado QWERTY. Y hasta esa época, el diseño era incluso más impresionante que su capacidad inteligente, ya que solo soportaba el envío de mensajes y correo electrónico a través de las primeras redes 2G. Sin embargo, la marca rápidamente siguió su curso al integrar la pantalla a color en la línea 7200 de sus dispositivos, y, con el paso del tiempo, afinaron sus reediciones para integrar más características como la incorporación del Bluetooth.
Todo cambió en 2007, con la llegada del BlackBerry Curve. Este modelo integraba una especie de cursor para navegar más fácil en medio del dispositivo. El “trackball”, un señalador con sensores para detectar rotación, fue una revolución en el mercado y un elemento distintivo que llevó a RIM a posicionarse como una de las marcas más cotizadas en telefonía móvil.
El trackball se sumó a una de sus características más relevantes lanzada en 2005, la aplicación de mensajería BlackBerry Messenger, la que permitía intercambiar mensajes, crear grupos de chat, enviar archivos y emojis, entre otros, y que fue una especie de WhatsApp muy adelantado a su época.
La mezcla de estos elementos hizo que la compañía obtuviera más de 3 mil millones de dólares en ingresos, con un ingreso neto de 631 millones, controlando en ese momento el 50% del mercado de teléfonos inteligentes en Estados Unidos y el 20% a nivel mundial.
La llegada del competidor
Fue justo en 2007 que Apple anunció y lanzó al mercado su primer iPhone, un teléfono desarrollado con un fin mucho menos específico que BlackBerry. Este se centraba en el consumidor promedio y, sobre todo, traía una gran ventaja con respecto al diseño. Fue el momento en que se introdujeron las pantallas táctiles completas. Steve Jobs explicaba en la misma conferencia de lanzamiento del producto que “el problema con ellos (BlackBerry) se sitúa en los teclados que están allí siempre ya sea que los necesites o no. Lo que vamos a hacer es deshacernos de todos estos botones y hacer una pantalla gigante”.
El iPhone era algo que los consumidores nunca habían visto antes, un gran salto en la innovación de la industria que llamó mucho la atención incluso con su precio mucho más elevado. Pero de todas formas, este dispositivo no sepultó inmediatamente la tecnología de BlackBerry, ya que ellos ni siquiera lo veían como competencia al no estar adaptados para el mundo empresarial o de grandes compañías, que era desde donde ellos venían, y también por su accesibilidad, ya que se trataba de un celular muy caro.
Para 2008, todavía dominando el mercado a pesar de todo, BlackBerry lanzó su primer modelo con pantalla táctil, el BlackBerry Storm, un teléfono criticado por los expertos y los usuarios, quienes lo consideraron “una decepción definitiva debido al rendimiento lento y sus errores”. Contrario a lo que se podía esperar de este fracaso, los celulares de RIM se siguieron vendiendo como de costumbre por su alta fidelización de usuario a la marca y porque, simplemente, no todos querían renunciar al teclado.
El peak y el descenso
En 2012, con muy pocas innovaciones bajo el brazo en cuanto a tecnología, BlackBerry consiguió su peak de usuarios activos, con más de 80 millones de personas. Y fue ese mismo número el que subestimó la rapidez con la que estaba cambiando la cara de los teléfonos inteligentes.
Rápidamente el mismo año, Android y Apple se posicionaron como importantes desarrolladores de aplicaciones y fueron pioneros en incluir cámaras frontales y traseras en sus dispositivos, además de sistemas de audio cada vez más refinados, haciendo muy notorias las deficiencias de BlackBerry en el campo de la innovación tecnológica. Para finales de 2012, la cuota de mercado global de RIM había bajado hasta el 5%, dejando atrás el potente 20% que tenía en 2009.
Ya en 2013, intentando superar la crisis, RIM presentó otro celular que sería competencia del iPhone y de otros dispositivos Android de la época, el Z10 y Q10, sin embargo, ya era muy tarde para hacer esos avances tecnológicos. Apple lanzaba cada año un celular nuevo y marcas como LG, Motorola y Samsung también. Además, después del lanzamiento del iPhone 4 en 2010, BlackBerry nunca más pudo repuntar en ventas.
Ese mismo año, RIM cambió oficialmente su nombre a BlackBerry, y comenzó su travesía por intentar retener usuarios enfocando sus esfuerzos en precio y calidad, más que en innovación, pero el panorama no era para nada auspicioso. Para el último trimestre de 2016, más de 432 millones de teléfonos inteligentes habían sido vendidos en todo el mundo, y de ellos, solo 207.900 fueron BlackBerry, lo que se tradujo en una lamentable participación de mercado del 0%.
Ante esa realidad, en 2016 BlackBerry dejó de hacer sus propios teléfonos y se centró en la creación de softwares. Le vendió la manufacturación de sus dispositivos a la empresa china TCL, hecho que marcó su salida del mercado a 14 años después del lanzamiento de su primer teléfono.
Lentamente, BlackBerry también dejó de hacer los sistemas operativos de sus teléfonos, los que estaban diseñados específicamente para su tipo de usuario, alguien muy centrado en características mejoradas de privacidad y seguridad. Luego de eso, los dispositivos comenzaron, en sus nuevos formatos, a funcionar con Android, algo que logró captar la atención de algunos consumidores, pero nada que pudiese hacer repuntar a la empresa como en sus años dorados.
La decisión de poner fin al sistema operativo de BlackBerry se hizo pública en septiembre de 2020. El director de la compañía, John Chen, anunció oficialmente que pasarían definitivamente a ser desarrolladores de software para ciberseguridad de empresas y gobiernos en todo el mundo, dejando atrás los celulares. Y con eso, le dio a sus usuarios una ventana de dos años para seguir disfrutando de las características de sus sistemas BlackBerry 7.1 OS, BlackBerry 10 y BlackBerry PlayBook OS 2.1, los que tuvieron como fecha de finalización el 4 de enero de 2022.
Si bien aún hay intenciones de lanzar nuevos productos al mercado, las firmas, que ahora no pertenecen a los dueños originales, tienen una libertad creativa que va más allá de las características icónicas de BlackBerry, las que, por 15 años revolucionaron el mercado y cambiaron la manera de comunicarnos para siempre.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.