El galardonado proyecto de una bióloga chilena que usa IA para cuidar los océanos

Marcela Ruiz Acústica Marina
El sistema de Acústica Marina está siendo implementado actualmente en las costas del norte de Chile.

Marcela Ruiz es la fundadora de Acústica Marina, proyecto por el que recientemente ganó el premio Women in Tech Latam. Ahora participará en la final mundial en Dubai, mientras apuesta por seguir expandiendo su solución.


El próximo 16 de noviembre, Marcela Ruiz estará en Dubai participando como la única chilena nominada a los premios Women in Tech, una de las instancias más importantes del mundo para destacar la labor de mujeres que trabajan en innovación.

El hito da cuenta del ascenso a paso firme que ha tenido su startup, Acústica Marina. La historia de la empresa comenzó formalmente en el año 2020 en Valdivia, aunque Ruiz confiesa que ya llevaba un par de años dándole vueltas a la idea de que ciertos problemas relacionados a los océanos podían ser resueltos con hidroacústica, la ciencia que estudia y analiza las ondas acústicas subacuáticas.

A partir de eso, ella y su equipo comenzaron a trazar un camino para desarrollar hardware y software que, impulsado por Inteligencia Artificial, permitiera medir y monitorear los sonidos submarinos, y con ellos detectar eventos de interés y generar alertas en torno a ellos.

Así fue como desarrollaron sistemas capaces de recepcionar ondas provenientes de fuentes humanas, animales e incluso geológicas, a través de varios tipos de dispositivos que se instalan bajo del mar. La información que recolectan es procesada por la Inteligencia Artificial, identificando su origen y la posibles implicancias que podría tener.

Marcela Ruiz Acústica Marina
El monitoreo de Acústica Marina puede ayuda a evitar colisiones entre ballenas y barcos.

Uno de los principales ámbitos en los que pretende influir el sistema es en el control de la contaminación acústica submarina.

“Se habla mucho de la contaminación por plástico o de los derrames, pero la contaminación submarina se está abordando hace relativamente poco. Todos los tránsitos navieros, toda la industria que opera en agua, por supuesto que genera ruido y ese ruido afecta a las especies que habitan en el mar, por lo tanto ahí también hay un otro problema grande que abordar y se puede hacer con hidroacústica”, explica Marcela Ruiz.

El monitoreo de Acústica Marina también puede ser aplicado para conocer mejor las carreteras por las que se trasladan las ballenas, ayudando así a evitar colisiones con barcos. “Son accidentes que no solo alteran la vida de ese animal, sino que toda la cadena trófica y todas las prestaciones de servicios ecológicos que tienen las ballenas, como captar CO2 y aportar oxígeno al medio”, dice Ruiz.

Implementación en el norte

Aunque hace algunos años el sistema de Acústica Marina fue implementado en un par de proyectos en conjunto con la Armada, su primera gran aplicación comenzó este año en Chungungo, localidad de la Región de Coquimbo donde la Compañía Minera del Pacífico está construyendo el Puerto Cruz Grande.

Allí se han instalado cuatro boyas, a las que en el futuro se sumarán seis más, con el objetivo de generar un red lo más amplia y completa posible.

“Las boyas han pasado por un proceso de aprendizaje de todo lo que han estado escuchando en este tiempo, con muy buenos resultados. Ahí ha sido fundamental el trabajo que hemos tenido con la compañía minera, porque es un desafío grande, desde el punto de vista técnico, hacer una instalación de este tipo, donde tú trabajas con un barco gigante, instalando a grandes profundidades, logrando llevar el dato del océano a las distintas plataformas de visualización”, señala Ruiz.

En ese proyecto en particular, las boyas se ocuparán para monitorear y mapear el ruido submarino, alertar a los barcos sobre la presencia de ballenas y también para conocer las condiciones del ecosistema sobre el cual se va a construir el puerto.

Marcela Ruiz Acústica Marina
La tecnología de Acústica Marina se basa en mapear, monitorear y analizar los ruidos marinos.

Para Ruiz, este proyecto grafica la importancia del rol que cumplen las entidades privadas en el apoyo de la innovación.

“Creemos que ahí hay una tremenda oportunidad de poder impactar de forma real en los problemas que tienen las industrias con tecnología chilena, lo que por supuesto mueve la aguja económica, porque da empleo y porque además retienes talento que muchas veces es difícil de retener, porque es la gente que está saliendo de los doctorados. Por lo tanto, ahí hay un círculo virtuoso que es muy interesante poder desarrollar y que a Chile le falta bastante”, asegura.

Mirar al océano

Para el futuro próximo, Acústica Marina ya ha estado en conversaciones para colaborar con otras empresas en Chile. Para más adelante, Ruiz cuenta que también han estado en contacto con proyectos en Colombia, Perú y Panamá.

“Lo que se viene a largo plazo es tener una red interconectada en el Pacífico, que nos permita principalmente poder mapear todo lo que queremos respecto del sonido en el mar”, explica.

Además, la bióloga espera con ansias la llega de noviembre para poder viajar a la premiación de Women in Tech global. Ahí llegará tras ganar hace algunas semanas la versión latinoamericana del concurso, donde compitió contra diversas iniciativas en la categoría que premiaba a la tecnología más disruptiva. “Significa un reconocimiento al equipo, a la trayectoria y a todo el trabajo realizado, que muchas veces es invisible”, dice Ruiz sobre el reconocimiento.

Aunque Ruiz es consciente de que en Dubai la competencia será aún mayor, dice que su prioridad no es ganar el premio. “Siento que ya estar nominadas y poder ir a compartir, a conocer y a tener este networking de tan alto nivel es una tremenda oportunidad. Vamos convencidas de poder representar bien a Chile y a Latinoamérica, pero sabemos que el camino no es tan fácil”.

La bióloga cree que una de las ventajas del proyecto en la competición es que se desarrolla en un rubro aún poco explorado, lo que a su vez representa un desafío a nivel medioambiental.

“Estamos súper interesados en descubrir nuevos planetas, en saber cómo funcionan, en ir a la Luna. No obstante, no estamos mirando el océano, que es uno de los principales resguardos que tenemos ante la crisis climática y ante todo lo que va a ser la seguridad alimentaria del planeta. Por lo tanto, ahí hay que volcar los esfuerzos, a entender cómo funcionan los mares, los cuerpos de agua, dado que somos un planeta azul y que muchas de las soluciones van a salir de ahí”, cierra.

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Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.