El marketplace que permite a profesores particulares ofrecer sus clases

Carlos Marín, CEO DE FLEXERS. Foto Pablo Sanhueza
Carlos Marín, creador de la plataforma Flexers. Foto: Pablo Sanhueza Gutiérrez.

Flexers es una iniciativa chilena que busca generar un espacio donde profesionales de la educación o expertos en diversos temas puedan poner a disposición su conocimientos de una forma fácil y gratuita para ellos. Por su parte, la plataforma les ayuda a entregar clases online de la mejor calidad técnica y de contenidos. Aquí, cómo funciona y cómo inscribirse.


Muchas startups nacen de experiencias que han vivido sus propios fundadores y el caso de Flexers no es la excepción. Su fundador, Carlos Marín, es un publicista que ha trabajado por años en el ámbito del marketing y desde ahí conoció lo que estaban viviendo distintas universidades e institutos a raíz de la pandemia.

El principal problema es que el desafío de la digitalización era ineludible y muchas instituciones no tenían ni el conocimiento ni los medios para abordarlo, algo que se replicaba también en el caso de profesores particulares. Fue en este último grupo en el que quiso enfocarse Flexers, comprendiendo que la independencia muchas veces dificultaba aún más las cosas.

Marín comprendió que hoy un profesor particular tiene muchas más tareas que simplemente manejar un tema y enseñarlo bien. También era necesario captar alumnos, cobrarles, recibir los pagos, adaptar sus contenidos a lo digital y muchas otras labores similares.

Temáticas clases on line universitario
La plataforma está pensada para cursos en línea, pero que se realicen en tiempo real, no como registros que pueden ser vistos en cualquier momento, como lo hacen otros sitios.

“Cuando empezamos a mirar eso, empezamos a ver qué materias se repetían en distintas categorías. Podían ser profesores de idiomas, de reforzamiento de matemática, de química, un profesor de música. Nos concentramos en eso, en cómo armábamos una plataforma que le pudiera solucionar en parte lo que ellos están necesitando. Nos preguntamos cómo los digitalizamos, cómo los ayudamos a que su negocio finalmente no se desvíe o no se desconcentren y ellos hagan lo que saben hacer mejor, que es la parte académica, hacer que la gente aprenda”, explica Marín, actual CEO de la startup.

Simplificando procesos

La solución, entonces, fue crear un sitio que concentrara todos esos elementos y los simplificará. Así nació Flexers, un proyecto que comenzó a ser pensado en 2021 pero que recién ahora tendrá su lanzamiento oficial, aunque ya es posible ofrecer cursos.

El sitio tiene dos modalidades, dependiendo si se entra como profesor o alumno. Para los primeros, la página tiene tres pilares: un área académica, un área con un panel comercial y un área de negocio. Desde ahí se pueden gestionar todos los componentes más logísticos del curso, como inscripciones, pagos y calendarización.

Aunque antes de llegar a eso, el profesor tiene que inscribir su programa y especificar algunas características del curso, como la duración, los contenidos, las unidades, los horarios y el costo. A partir de ahí, lo único que necesita es que su curso sea aprobado para poder empezar a difundirlo.

La plataforma está pensada para cursos en línea, pero que se realicen en tiempo real, no como registros que pueden ser vistos en cualquier momento, como lo hacen sitios internacionales como Cursera o Crehana.

“Desde el punto de vista académico, sabemos que tiene más beneficio estar ahí, estar con un profesor, responder dudas. Poder aclarar temas ayuda mucho desde el punto de vista del aprendizaje. No descartamos que los profesores puedan subir material de apoyo, pero no está pensado salir a vender un curso asincrónico”, dice Marín.

El registro de los cursos es 100% gratuito y luego de que el programa ya esté siendo comercializado, Flexers se queda con el 12% del valor de cada inscripción hecha a través de la página.

Por otro lado, la plataforma para estudiantes funciona como un marketplace, una tendencia que ha crecido mucho, donde estarán disponibles todos los cursos para que cualquier interesado pueda informarse sobre ellos. “Si bien los profesores pueden difundir y compartir sus programas para poder venderlos en su propio círculo o poder viralizarlos, este marketplace también va a apoyar mucho porque la gente va a poder filtrar rápidamente y va a llegar a distintos programas. Y eso también les va a traer indirectamente tráfico de gente y ventas”, señala Marín.

Herramientas para llegar más lejos

Como el origen de Flexers vino de una agencia de marketing, su equipo tiene claro que ese es un ámbito que no puede ser dejado de lado, aunque se trate de servicios educacionales. Por lo mismo, tienen considerado que cada uno de los profesores de la plataforma pueda acceder a asesorías y mentorías gratuitas para que sepan cómo difundir mejor sus servicios. También les entregarán material gráfico con el mismo objetivo.

“Nos hemos dado cuenta que muchas veces hay personas que tienen toda la capacidad y conocimiento para poder impartir una disciplina, pero empiezan a mirar hacia el lado y se preguntan quién los ayuda en la parte gráfica o quién los ayuda en la parte de herramientas de venta. Y ahí es donde también Flexers quiere estar bien presente en ese proceso de acompañamiento”, cuenta el CEO.

Además, como otra ayuda para fortalecer los programas, Flexers planea que sus profesores puedan tener acceso gratuito a un estudio profesional desde donde podrán transmitir sus clases. “Tendrán cámaras profesionales, audio profesional y un operador que controla todo el proceso de la clase, pensando en que hoy día también las clases en línea muchas veces carecen de la parte técnica. Hay veces en que los fondos no nos acompañan, o la iluminación, o el audio, o si quiero compartir pantalla o quiero mostrar un video también pasan cosas. Con este estudio vamos a apoyar mucho y vamos a solucionar eso también”, agrega Carlos Marín.

La educación del futuro

A pesar de no haber hecho un lanzamiento oficial de la plataforma, ya hay más de 50 programas creados, con una fuerte preponderancia de cursos de idiomas, pero también con espacio a otras disciplinas variadas que van desde la salud hasta el tarot.

“Hemos visto respuesta muy positiva desde el punto de vista de que hay muchos profesores y muchas personas que hoy día saben y sienten que pueden ganar plata como primer trabajo o como un trabajo complementario con este tipo de herramienta”, opina Marín.

Carlos Marín, CEO DE FLEXERS. Foto Pablo Sanhueza
Carlos Marín quiere llevar su modelo a instituciones educacionales ya establecidas, permitiéndoles externalizar la logística de sus cursos o talleres.

Con el lanzamiento oficial en el horizonte más próximo, Carlos Marín ya contempla la oportunidades de Flexers en el mediano y largo plazo. Uno de sus ambiciones es poder expandirse a otros países, algo bastante posible debido a lo escalable del formato de la plataforma.

“Ya tenemos pensado para marzo o abril un viaje a Perú, donde queremos explorar el mercado, queremos entender cómo funciona. Sabemos que hay algunos mercados que son un poquito más incipientes desde el punto de vista de contrataciones en línea, pero también nos gustaría ir a dar ese apoyo, ir a participar de ese proceso”, adelanta.

Además, anticipa que le gustaría llevar su modelo a instituciones educacionales ya establecidas, permitiéndoles externalizar la logística de sus cursos o talleres. Por último, se ilusiona con poder incorporar en algún momento herramientas ligadas al metaverso. “Son conceptos que a medida que va avanzando la tecnología queremos avanzar en conjunto con ello. Queremos agregarle esa diferenciación y que se sienta como un valor agregado”, cierra.

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