En 2015, un grupo de amigos que se habían conocido estudiando en la Usach empezaron a trabajar juntos en un proyecto que buscaba mejorar la salud de los trabajadores de la minería. Habían notado que normalmente las empresas intentaban evitar accidentes en los yacimientos con medidas parche, pero que no se preocupaban por los problemas de fondo.

“Todos los esfuerzos en minería para controlar accidentes asociados a sueños, y a problemas de cansancio, estaban enfocados en el último instante, o sea, en el momento en que el viejito se quedaba dormido en el camión y se accidentaba. Lo que se hacía en ese instante era básicamente poner dispositivos que miraban la pupila, que hacían escáner de sueño y levantaban una alarma en caso de que la persona que manejaba se fuese a quedar dormida”, ejemplifica Jorge Román, cofundador y CEO de Biome Resources.

Lo que quería Román y sus socios era ir más allá y descubrir por qué los trabajadores tenían problemas de sueño y cómo podían combatirlos. Parte del equipo estaba formado por bioquímicos, así que buscaron soluciones por ese lado. Más concretamente, se enfocaron en el ámbito del microbioma, que es un conjunto de microorganismos que habitan en el cuerpo humano y que es parte del sistema inmunológico.

Cuando las personas nacen tienen un microbioma balanceado, pero este puede ir alterándose con el avance de los años por influencia del medio ambiente, la alimentación u otros factores.

“Lo que dice la teoría del microbioma es que si yo soy capaz de restablecer su equilibrio, mi sistema inmunológico y el cuerpo en sí mismo van a funcionar de mejor manera, va a estar balanceado. Por contrario, si es que se me desequilibra el microbioma, puede dar pie a que se manifiesten ciertos problemas en tu sistema. Entonces, lo que nosotros buscamos es restablecer este equilibrio a través de suplementos”, explica Román.

Al poco andar, se dieron cuenta de que el problema del sueño no era algo estrictamente relacionado al mundo de la minería, ya que Chile figura entre los países con peores índices en cuanto al buen dormir. A partir de ahí, siguieron trabajando en torno a ese rubro, porque el ambiente controlado de turnos y alimentación hacía más fácil la validación científica de sus soluciones, pero también se abrieron a un público más general.

Fue así como llegaron a asociarse con la aceleradora Ganesha Lab, que se especializa en buscar startups en Latinoamérica para entrar en el mercado norteamericano. Junto a ellos comenzaron a desarrollar dos soluciones “un poquito más integrales” enfocadas en el tema del sueño.

La primera fue una plataforma llamada Morpheus, utilizada con los pacientes que se hacen un análisis de microbioma. La plataforma consolida la información que sale a partir de ese examen con la información de su historial clínico y de algunos datos de su vida, en términos de rutina diaria. Luego, a través de Inteligencia Artificial, integra todo lo recopilado y realiza recomendaciones de dieta y suplementos, apuntando a que modifique su microbioma y mejore su calidad del sueño.

También tienen otro servicio de análisis de microbioma. “Nosotros proporcionamos el kit, el estudio y los biomarcadores, que realiza un escáner de tu microbioma y que nos permite decirte qué condiciones están alteradas y podrían generar qué enfermedades”, señala Román.

A partir de ese análisis, Biome Resources recomienda al paciente probióticos que ya están en el mercado que pueden servirle en su situación particular.

“Queremos democratizar la salud preventiva, o sea, hacer esto a costos más bajos para la población, y queremos instaurar en Chile la capacidad de tener una medicina de precisión, que es esta medicina individualizada. Estamos trabajando para que esto se desarrolle en Chile y no tengamos que comprarlo afuera”, dice Román.

El otro producto que desarrollaron fue Kronobiotic, un probiótico que incorpora las bacterias asociadas al buen dormir y que debiera ser consumido al menos entre seis y ocho semanas. Se lanzará al mercado en agosto y se podrá comprar a través de su sitio web, www.biomeresources.com.

En paralelo al desarrollo de estos servicios, Román y su equipo también llevan algunos meses trabajando en la región de Antofagasta, en un proyecto junto a Domolif, un centro de investigación y desarrollo que utiliza biotecnología para aportas en temas como economía circular y cambio climático.

Las mujeres que conforman esta empresa invitaron a Biome Resources a encabezar una investigación en torno al potencial impacto de los metales pesados en los habitantes de la región, marcada por la actividad minera.

La forma de medir esto es a través de análisis de microbioma de sus habitantes. “Es un proyecto patrocinado por el gobierno regional. Lo que buscamos es crear una métrica que podamos mostrar y que pueda decir que efectivamente la exposición a metales pesados afecta tu microbioma y, por lo tanto, puede dar pie a ciertas patologías”, explica Román.

El proyecto se inició en enero y se extenderá hasta junio del próximo año. Actualmente aún están recopilando muestras de habitantes de la región, especialmente de localidades más pequeñas. Los interesados en participar pueden contactar a la empresa a través de su página web.

“La invitación es que la gente se acerque. Solo la persona va a conocer sus resultados y es un test absolutamente gratis. Si uno quisiese hacerse este test de manera individual, el costo del test es del orden de los 300.000 pesos”, dice Román.

Para más adelante, la idea es poder replicar este estudio en otras zonas geográficas que se han visto afectadas por industrias, como Quintero y Punchuncaví.