Estrategia corporativa en tiempos de Covid-19

Para reposicionar a sus empresas en el "Nunca Normal" que nos ha dejado el Covid-19, los CEOs están ahora pensando más que nunca en la disrupción. Están elaborando estrategias para hacer que sus organizaciones sean más resilientes y competitivas. De esa forma, de acuerdo con un estudio reciente de Accenture, más del 90% de los ejecutivos a nivel mundial dijo estar aumentando drásticamente sus inversiones en transformación digital. En ese contexto, es fundamental evaluar qué estrategia es la adecuada para alcanzar una empresa más inteligente y resiliente. Desde mi punto de vista, el foco debe estar en tres puntos principales:

1. Prever a través de la tecnología:

Debemos reconocer que el mundo que viene se caracterizará por un cambio constante. Ante esto, es fundamental prever escenarios utilizando tecnologías de detección y análisis en tiempo real para ver los cambios en el mercado a medida que se producen. De esa forma, ganaremos una nueva perspectiva. Esto permite desarrollar una estrategia que da la capacidad de anticiparse a cambios en los comportamientos, actitudes y demanda de los consumidores, así como a los posibles movimientos de la competencia. Además, permite mitigar el riesgo, identificar oportunidades nuevas y emergentes, y crear un marco que permite a las empresas detectar, responder y moverse con velocidad y disciplina.

1. Hacer un rebalanceo de las inversiones comerciales:

En medio de las crisis, las empresas solemos hacen recortes drásticos en los gastos "discrecionales" para generar dinero en efectivo. Con demasiada frecuencia, estos recortes afectan los “gastos comerciales” como: ventas, marketing, precios y promociones, e incluso el desarrollo de nuevos productos. Estos recortes, muchas veces, no consideran las verdaderas implicancias estratégicas a largo plazo. Eso significa que terminarán impactando a los clientes. Este apuro por reducir radicalmente los costos a menudo conduce a consecuencias involuntarias y perjudiciales que sólo pueden verse claramente en retrospectiva. En tiempos de crisis, las empresas debemos evaluar las inversiones comerciales de forma holística y de manera que se equilibren las consideraciones de corto y largo plazo. Aquellos que mantengan el foco en generar lealtad entre los clientes, que prioricen la mezcla óptima de productos y servicios, y aceleren la innovación, estarán mejor posicionados para satisfacer la demanda, generar un mayor ROI, y emerger más fuertes y relevantes ante sus consumidores.

1. Construir para la resiliencia:

La disrupción, independientemente de su forma o velocidad, requiere de un cambio en la forma de pensar. Los ejecutivos ya no pueden asumir que los modelos de negocio permanecerán intactos, que pueden encontrar su propia forma de crecer o digitalizar los procesos comerciales básicos para minimizar los costos. Mientras que todos esos movimientos pueden ser todavía necesarios, el éxito depende de la resiliencia de los negocios y de la capacidad de adaptarse fácilmente a las condiciones cambiantes. La pandemia ha puesto de relieve la vulnerabilidad de muchas empresas. Muchos hubiesen querido llegar más digitales, más impulsados por los datos, con una cultura de trabajo remoto más afianzada y con una tecnología más moderna, rápida y de mayor seguridad contra los ciberataques. Pocas compañías adoptaron acciones previamente a la crisis ya que no podían ver más allá del aumento de costos. Esos cambios se consideraban a menudo demasiado radicales. Ahora, las empresas están motivadas para explorar activamente opciones que reducen su dependencia de cualquier lugar, por lo que están fortificándose para el "Nunca Normal". Los CEOs deben pensar ahora de manera diferente y más allá de la crisis inmediata para posicionar mejor a sus organizaciones para el futuro. Mientras que muchas preguntas permanecen sin respuesta, sabemos que la eventual recuperación económica será impredecible y altamente variable a través de industrias y geografías. No todos los negocios sobrevivirán. Las empresas que surjan más fuertes serán aquellas que aceleren su ambición estratégica, que adquieran capacidades y ofertas diferenciadoras y disruptivas, y que apuesten por el crecimiento en un momento en que otros se están reduciendo y recuperando. Muestra de esto es que las empresas que han impulsado adquisiciones como respuesta a la pandemia aumentaron un 30% los retornos de sus shareholders respecto de aquellas que no lo hicieron. El momento de actuar es ahora… y tú, ¿qué has hecho?