La conectividad sigue siendo una deuda para algunos y la brecha digital sigue latente. Diversas iniciativas, tanto públicas como privadas, han buscado acortar esta distancia y acceso aún existente en distintos sectores, que se ha vuelto cada vez más relevante para el acceso a la información y para conseguir oportunidades laborales.

Hace unos días finalizó la segunda versión de “Conectados para el futuro”, programa de digitalización integral impulsado por VTR, TECHO y la fundación Protectora de la Infancia. Este nuevo ciclo benefició a sesenta estudiantes y familias de Renca y otros sesenta en Puente Alto, en la Región Metropolitana, y desde su inicio ha impactado a más de 190 personas.

Este año se trabajó con la comunidad Huamachuco 3, en Renca; a cada familia se les entregaron tabletas, routers y chips de conectividad gratuita a internet por 12 meses. Además, recibieron una capacitación realizada por School of Tech, que se orienta particularmente a la alfabetización digital de niños, niñas y adolescentes.

El taller de School of Tech incluyó temas como la creación de un correo electrónico, instalación aplicaciones en distintos dispositivos, la utilización de plataformas en la nube -como Google Drive-, uso de Zoom y otras diversas guías sobre la correcta utilización de aparatos tecnológicos y herramientas digitales. Con esto, la idea es que también puedan traspasar a sus mayores el conocimiento adquirido.

El proyecto, resalta Miguel Oyonarte, vicepresidente Legal y Asuntos Corporativos de VTR, va en la línea de la Estrategia de Transformación Digital Chile 2035, puesto que se sostiene en tres pilares: conectividad, equipamiento y capacitación. “Es un paso decidido y concreto, que apunta a personas que no siempre tienen la posibilidad de tener equipamiento tecnológico y conectividad”, subraya el ejecutivo.

Además, plantea que como empresa buscan ser un facilitador para superar situaciones de vulnerabilidad económica, social y cultural, con un aporte que trasciende a la entrega de tecnología: también apunta a la alfabetización digital, con herramientas y capacitaciones para niños, niñas y adolescentes para que puedan tener un mejor acercamiento al mundo virtual.

En el cierre de esta segunda versión participaron también autoridades de Gobierno, que destacaron el avance y trabajo que han tenido iniciativas de este tipo. “La desigualdad también se expresa en el acceso a la conectividad digital, porque quienes hoy no pueden conectarse quedan en una posición de desventaja en áreas como la educación, salud, empleo y posibilidades de desarrollo”, destacó Claudio Araya, subsecretario de Comunicaciones.

En esa línea, destacó todas estas iniciativas “que vayan en la línea de reducir y eliminar la brecha digital son muy importantes y requieren del esfuerzo de todos los actores involucrados”, y enfatizó que los buenos resultados solo son fruto del trabajo en conjunto de los diversos sectores.

El alcalde de Renca, Claudio Castro, resaltó lo necesaria que es la conectividad para el propio desarrollo de los ciudadanos y comentó que, actualmente, se ejecutan diversos proyectos para reducir las brechas digitales en los distintos sectores etarios y emprendedores. “Nos estamos preparando para el futuro, lo que requiere capacitar a las personas y la conexión es claramente un elemento vital para esta etapa”, dijo el edil sobre el trabajo en “La fábrica”, centro de innovación comunal que pone énfasis en el desarrollo e impulso de ideas transformadoras para los vecinos y vecinas.

Desde TECHO-Chile, en tanto, valoran el proyecto y las posibilidades que se abren con este, incluso desde las edades más tempranas, y que fomentan la inclusión de este tipo de herramientas. Bárbara Callejas, directoria inmobiliaria de la ONG, dijo que con gracias a programas como Conectados para el Futuro “generará una voz digital en comunidades tradicionalmente excluidas, y con ello la oportunidad de participar en procesos digitales para la construcción de sus ciudades”. Además, apuntó que “es un ejemplo de valor de la asociatividad para contribuir a la superación de la pobreza”.

Desde el inicio del proyecto, en 2021, han sido cerca de 200 los beneficiados. En su primera versión fueron 73 estudiantes de Puente Alto, Maipú, Olmué, Pirque y Concepción quienes recibieron estas herramientas y capacitaciones.