El estudio de diseño chileno que ganó el Miami Design District
Mezclar la arquitectura con disciplinas como el arte, la artesanía, la física y la programación es lo que, dentro del diseño paramétrico, hace distinto al estudio nacional gt2p. Uno de los arquitectos tras el proyecto ganador de la edición 2020 del Miami Design District cuenta cómo integrar conocimientos puede llevar a innovar el diseño.
En el Miami Design District de Estados Unidos, un vecindario conocido por su elegante arquitectura moderna que atrae a fanáticos de las tiendas de lujo y de las galerías de arte, se exhibe Conscious Actions, una obra elaborada por cuatro arquitectos chilenos y que ganó la Comisión del Distrito de este año. El proyecto consiste en una serie de dispositivos interactivos, arquitectónicos e inspirados en el patio de un recreo escolar, pero que recuerda el impacto directo que cada acción tiene en el entorno. La particularidad del proyecto es que no solo se trata de arquitectura, sino que se activa mediante fuerzas físicas y naturales.
gt2P -iniciales de Great Things to People- es el estudio chileno de diseño arquitectura y arte detrás de Conscious Actions. La agrupación, fundada en 2009, tiene sede en Santiago , y en ella colaboran los arquitectos Tamara Pérez, Guillermo Parada, Sebastián Rozas y Víctor Imperiale. Para ellos, el término fundamental de sus actividades es el paracrafting, referido a un diseño más enfocado en el proceso de crear que en el objeto final.
En concreto, lo que hace Conscious Actions es que, cuando los usuarios se columpian en ella, generan movimientos en la escultura. Al moverse, son recompensados con efectos agradables, como sombras reactivas, superficies transformadoras y movimiento cinético. La intención es que el movimiento dual de la estructura sea representativo del impacto de las acciones humanas en el mundo.
"Muchas acciones inconscientes son lo que tiene al mundo como está ahora. Por ejemplo, tirar un papel o un pucho prendido en la carretera, que puede generar incendios o islas de plástico en el océano. Si uno estuviera más consciente de que las cosas que realiza tienen una acción inmediata, probablemente se pensaría dos veces antes de tirar algo a la calle", explica Guillermo Parada, uno de los arquitectos detrás del proyecto.
La presencia de gt2p en el distrito de Miami -el proyecto estará abierto al público durante estas fiestas de fin de año y todo el mes de enero- se suma a sus trabajos en colecciones permanentes, como la del Museo Metropolitano de Arte, el Museo de Diseño de Londres, el de Arte de Denver y la Galería Nacional de Victoria; además de estar presentes en aeropuertos. Por ejemplo, la obra Geografía Poética, en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez. Además, los arquitectos son acreedores del Premio Innovación en Diseño, otorgado por la Asociación Chilena de Diseño, y del Premio Avonni a la Innovación en Diseño, ambos entregados en 2013.
Para los chilenos detrás del proyecto, vincular la arquitectura con otras disciplinas no es nada nuevo. El sello de gt2p es constantemente combinar el pensamiento paramétrico con digitalización, física y técnicas tradicionales, como artesanías o uso de materiales locales. Parada explica que el diseño paramétrico o diseño digital permite que, más que crear objetos, se pueda crear reglas que hacen las cosas, y así crear familias de cosas. "El cómo se hacen las cosas y sistematizar los procesos es lo que le da la expresión a los objetos finales que se producen. Al sistematizar, puedes crear al tío, el abuelo, el primo, el hermano. Eso es lo interesante, de crear como ADN del diseño", dice.
Si bien el diseño paramétrico es una disciplina que se pone en práctica en escuelas de Diseño alrededor del mundo, Parada considera que su dimensión más artística y la dualidad que gt2p hace con la industria y los materiales locales es lo que los hace particulares.
"El valor que encontramos está en la mezcla de cosas tecnológicas con una dimensión súper local referida a los medios de producción locales, artesanales. O la versión análoga de los proceso digitales, por llevarle la contraria y hacerle un chiste a la tecnología, porque se dice que es ultra compleja, pero de repente es básicamente como sistematizar un elemento para poder repetirlo, como una receta de cocina", cuenta Parada.
Por ejemplo, el proyecto Losing my America, de gt2p, incluye una pieza cuya mitad se conversa tal como la haría un artesano, mientras la otra pierde resolución. El mensaje: "Tenemos diversidad, pero nos estamos poniendo iguales. ¿Qué hacemos para parar esto?". Es una propuesta para construir puentes entre dos sistemas de producción: en masa y personalización. Parten desde la premisa de que la producción en masa ha puesto en peligro la preservación del conocimiento artesanal tradicional, debido a sus ventajas en términos de velocidad y volumen de fabricación.
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Sebastián Rozas, Víctor Imperiale, Guillermo Parada y Tamara Pérez.[/caption]
En cada pieza de la colección se diferencian dos partes. La parte superior sigue siendo la expresión original. En la parte inferior, en cambio, la pieza original es modificada mediante un proceso de abstracción, reducción y sistematización digital. Se sintetizan sus particularidades y se resalta el riesgo de pérdida.
Otro de sus proyecto es Catenary Pottery Printer, que permite que una tela colgada de un marco numerado cuele porcelana líquida. Con este sistema, pudieron hacer diseños paramétricos sin computadores. Algo así como la versión análoga del diseño paramétrico.
El objetivo del proyecto era crear máquinas estándar que generen resultados no estandarizados, al integrar el control numérico analógico con material y técnicas tradicionales. La obra sugiere que el diseño paramétrico no es necesariamente una metodología de cálculo digital.
Para hacerlo, trabajaron en la traducción de lógicas computacionales y procesos de automatización a través de una máquina analógica, que les permitió articular variables físicas, como la gravedad, el peso del fluido y las tensiones del tejido. Así, pueden crear vajillas, candelabros, luces colgantes, y hasta mesas.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
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