Fracción: el delivery de medicamentos a precios justos y populares

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Lanzada a fines de 2018, Fracción es una farmacia digital que permite comprar, mediante el fraccionamiento, remedios a precios más económicos y en las dosis justas. La aplicación, que ofrece delivery y un registro único de recetas para pacientes crónicos, ha sido una opción que ha tomado fuerza especialmente tras el estallido social.


El acceso a los medicamentos en Chile es un tema que preocupa y estadísticas sobran para confirmar esta hipótesis. Por ejemplo, la Organización para la Compensación y el Desarrollo Económico (OCDE) indicó que de 36 países analizados, Chile tiene el tercer lugar de mayor “gasto de bolsillo” en salud. A eso hay que sumar que el gasto promedio de los chilenos en medicamentos alcanza los $59.318, según un informe del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, lanzado en agosto pasado.

En un país donde el 58% de las personas toma a lo menos un medicamento al día, de acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Medicamentos 2017, Javier Vega (44) pensó que había que arreglar el escenario “cambiando el modelo de cómo la gente consigue medicamentos”.

Vega, de profesión ingeniero en administración de empresas y con más de 20 años de experiencia en el mundo del retail, descubrió dicha problemática a principios de la década, cuando comenzó a ejercer en el laboratorio Pasteur, empresa de la cual es accionista luego de la muerte de su padre. ”Como gerente comercial, trabajé con las cadenas, tomé decisiones, negociaba. Ahí me di cuenta de una realidad de altos márgenes, de un negocio concentrado que necesitaba estructuras distintas para que la gente acceda a precios que suben y suben”, manifiesta.

Tras comprender cómo funcionan las lógicas del mercado farmacéutico, en diciembre de 2016 renunció al cargo para armar un proyecto que tuviese un impacto social en el territorio. En palabras de él, “había que hacerse cargo de un problema real para millones de personas con necesidades diarias”.

Fue en ese contexto que el profesional descubrió “por sorpresa” la Ley de Fármacos I, regulación aprobada en 2014 que estableció la posibilidad de fraccionar medicamentos en farmacias, como una alternativa para mejorar el acceso a la población chilena.

En palabras simples, “lo que está en la ley implica que si el médico te indica que debes consumir 8 unidades, tú puedes comprar esa cantidad y no la caja completa, y eso significa que la gente paga lo justo, compra lo justo y se disminuye la automedicación”.

“Obviamente, a las grandes empresas no les convenía, a nadie les interesaba generar un modelo, porque están concentrados en generar ventas y el fraccionar iba en contrasentido de ese objetivo empresarial”, dice Javier Vega. Tras leer la regulación, decidió dedicarse de lleno en la implementación de una farmacia digital, a la que llamó Fracción.

Medicamentos por delivery

“El fraccionamiento era algo que nadie estaba haciendo”, rememora el emprendedor, quien reconoce que para crear una plataforma farmacéutica necesitó de “una extensa red de apoyo”. Buscando ejemplos similares a su propuesta, logró contactar por LinkedIn a José Manuel Moller, creador de AlGramo, reconocido emprendimiento dedicado a la creación de dispensadoras de alimentos y productos del hogar a precios accesibles.

“No nos conocíamos, somos de generaciones distintas, pero él decidió ser parte del proyecto por la inspiración común de que más personas compren y paguen lo justo”, explica Vega. Además, en la búsqueda de mejorar la plataforma, logró contactar a Carlos Cáceres y Rodrigo Aguilar, dueños de una serie de farmacias independientes en Santiago, quienes decidieron sumarse a la iniciativa que fue lanzada en octubre de 2018, pero que funciona formalmente desde marzo pasado.

La farmacia digital -con página web y aplicación en AppStore y Play Store- cuenta con 1.400 medicamentos de 40 laboratorios, una red de farmacias independientes conectadas entre Arica a Cabo de Hornos y un servicio de delivery que entrega el producto en menos de 24 horas, el cual puede ser monitoreado en todo momento por GPS y con control de temperatura de manera electrónica. La compra mínima es de $1.500, independiente de la cantidad de pastillas.

Incluso, la página lleva un registro electrónico único de recetas, permitiendo a pacientes crónicos solicitar remedios las veces que sea necesaria, hasta su vencimiento o que se agote la cantidad autorizada por la receta médica.

Para Vega, el impacto de Fracción en los nuevos tiempos se refleja en tres áreas: reducir los comprimidos innecesarios, lo cual reduce el gasto en medicamentos; apoyar a las farmacias independientes a mejorar su negocio y competitividad, generando una red colaborativa que se sostenga en el tiempo; e impactar en la disminución de desechos generados producto de la industria farmacéutica.

Desde la apertura de la farmacia online, el alcance del emprendimiento crece exponencialmente. De tener 15 clientes en marzo, la farmacia digital cerró noviembre con dos mil clientes comprando remedios fraccionados. En relación a la última cifra, el emprendedor reconoce que “el estallido social sirvió para mostrar que nuestra idea funciona”.

El impacto del estallido

A diferencia de otros emprendimientos afectados por la contingencia, el lunes después de las movilizaciones del 18-O significó para Vega y el equipo de Fracción “una prueba para la plataforma”. “Sentía que existía que había una oportunidad pero tenía el miedo de cómo íbamos a seguir”, describe el ingeniero.

Al llegar a su oficina ese día, descubrió que cerca de 300 clientes solicitaban remedios a través de la aplicación. “Las farmacias tradicionales estaban cerradas y la gente buscaba una alternativa distinta”, explica. Así, el emprendimiento siguió funcionando como una opción en medio de la crisis social. Frente al panorama, el único cambio que realizaron fue que los trabajadores dedicados al reparto de medicamentos partieran la jornada a las 8 de la mañana, durante el estado de emergencia, y así cumplir con los pedidos.

A más de 50 días del comienzo del estallido, Fracción creció en un 300% la cantidad de clientes. Al ver la respuesta de los clientes, Javier Vega asegura estar más convencido de seguir expandiendo el proyecto farmacéutico. “Tenemos claro que queremos cambiar el mercado de la concentración y romper el esquema”, resume.

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La farmacia digital al exterior

Para 2020, Javier Vega espera concretar nuevas metas que permitan la integración de clientes de las farmacias tradicionales: “Ya tenemos acuerdos con seis compañías de seguros, estamos conversando con diversas Isapres, cajas de compensaciones y empresas dedicadas al delivery para que repartan nuestros productos para que aquellos que tienen descuentos en las farmacias más conocidas puedan acceder a nuestra aplicación”.

Además, esperan consolidar una estrategia para dar solución a las 55 comunas de Chile que no tienen ningún tipo de farmacia. “Hasta el momento, instalamos un computador en las municipalidades de María Elena y Cabo de Hornos a través de un convenio, así las personas podrán solicitar remedios fraccionados online, al mismo precio que en todo Chile y los despachamos sin costo”.

Si bien Fracción aún trabaja por generar el impacto soñado, Vega quiere expandir el modelo de negocios por países que cuentan con la regulación del fraccionamiento. En ese sentido, Javier Vega fue beneficiado con un proyecto Corfo para trabajar en la instalación del emprendimiento en Perú, con posibilidades de llevar la franquicia a México, Colombia, Ecuador y Uruguay.

Ante el futuro, Vega proyecta a su emprendimiento como la “pieza” en la renovación de la industria en Chile y el resto del continente: “Mi sueño es que en cinco años Fracción sea la farmacia latinoamericana que comprenda los problemas de las personas y que cambie el modelo de conseguir medicamentos”.

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