Un video de 30 segundos es todo lo que necesita Smartcheck para obtener información sobre 26 indicadores de salud de una persona, tales como índice de masa corporal, presión arterial, riesgo cardiovascular, riesgo de diabetes, índice de salud mental y edad de la piel, entre otras.

Esta aplicación, que usa inteligencia artificial, trabaja sobre la base del análisis de millones de imágenes de personas y analiza el movimiento de la sangre en el rostro del paciente para determinar el estado de estos indicadores, que han sido aprobados por la FDA de Estados Unidos y que tienen una precisión entre el 91% y 98%.

La tecnología fue desarrollada en conjunto por una empresa estadounidense y MediSmart, un ecosistema de salud digital creado en Chile que provee de soluciones médicas a instituciones públicas y privadas, como empresas, municipalidades, isapres o aseguradoras.

A los servicios que ya ofrecía hasta hace unos meses, como consultas online, farmacia virtual integrada, exámenes a domicilio o biblioteca digital, se suma ahora esta nueva tecnología, que va en la línea de su búsqueda por simplificar y optimizar los procesos de la salud tradicional, tal como lo hacen otras propuestas.

A través de Medismart.live, los pacientes que formen parte de la red de clientes pueden acceder a Smartcheck a través de dos formas. La primera es a modo de examen preventivo, ya que la plataforma permite generar órdenes automáticas sin la necesidad de tener una consulta con un médico.

“Nos simplificamos esa primera ida al médico que a los pacientes les pega en el bolsillo. En el módulo de exámenes preventivos, aparte de la orden automática, generamos un Smartcheck para que cuando el paciente ya se tome los exámenes muestre esas pruebas más el Smartcheck como complemento, y pueda tener una atención médica muchísimo más integral y eficiente”, explica Maximiliano Picero, fundador y General Manager de MediSmart.

La otra opción para hacerse un Smartcheck, a la que puede acceder cualquier particular, es agendando una consulta online a través de la plataforma. En el sistema, cada paciente que toma una hora pasa a una fase de “triage”, donde tiene que describir sus antecedentes médicos y síntomas, y es ahí donde está la opción de usar el servicio para poder entregar mayor información al médico que lo irá a tratar.

El uso de Smartcheck no implica ninguna descarga adicional, ya que funciona dentro de la misma web o desde la aplicación de MediSmart. Además, los resultados del testeo quedan disponibles en el perfil del usuario en la plataforma, permitiendo ver una curva de desempeño si el análisis se ha hecho más de una vez.

Aunque la recomendación es que siempre los exámenes sean revisados por un médico, durante el desarrollo de Smartcheck se buscó que los indicadores fueran entendibles para todas las personas.

“Nos preocupamos de que los textos de los indicadores sean muy simples. Cuando trajimos la tecnología uno de los indicadores era riesgo de hipercolesterolemia, que, en resumen, es riesgo de colesterol alto. Pero nosotros tratamos de tener nombres y textos que permitan al usuario entenderlos de manera más fácil. En cada uno de los indicadores hay un logo con un signo de interrogación que explica de qué se trata el indicador y cómo se mide, para hacer un poco más fácil la experiencia”, señala Picero.

Uno de los objetivos de MediSmart para desarrollar tecnologías como Smartcheck es el hacer más efectivos los procesos de telemedicina. Según cifras de la empresa, entre el 80% y 85% de sus pacientes resuelven en una consulta el problema por el que buscaron ayuda.

“Apuntamos a que Smartcheck, a través de este “triage” médico de 26 indicadores, pueda hacernos sobrepasar el 90% de resolutividad. Es un plan ambicioso, pero creemos que esto naturalmente va a impactar en el resultado”, dice Picero.

El ingeniero comercial asegura que iniciativas como Smartcheck ayudan a que tanto los clientes de MediSmart como los pacientes se sientan más satisfechos. “Nuestros clientes están súper felices. Esto genera un aumento de productividad a propósito de mayores horas productivas, porque permite que muchos de los colaboradores no tengan que salir de su jornada de trabajo si es que requiriesen una consulta médica de primera capa”, dice.

Por el lado de los pacientes, Picero destaca que mientras más información tenga el médico tratante, más integral va a ser la atención. Por lo mismo, los antecedentes que entrega Smartcheck pueden ser muy beneficiosos, aunque primero es importante que los pacientes se familiaricen con la tecnología.

“El chileno en general es bien tradicional respecto a la salud; creemos que Smartcheck va a ir ganando terreno paso a paso en función de que los pacientes lo vayan entendiendo, lo vayan viviendo y vayan siendo parte de campañas comunicacionales que van a permitir la adherencia del servicio”, opina.

La aparición de Smartcheck se da en un contexto de auge para la telemedicina, notablemente influido por la pandemia. “Se generó un desarrollo tecnológico seguramente equivalente al de 10 o 15 años. Este ha permitido que los usuarios conozcan este tipo de servicios, porque ahora la salud digital parece un commodity, pero hace cuatro años no existía. Nadie creía que un médico te pudiera atender por el teléfono. Hoy día ese concepto ya está instalado, está muy claro y eso generó un acelerador en este tipo de soluciones”, dice Maximiliano Picero.

Fue precisamente hace cuatro años cuando junto con sus socios comenzó con el proyecto de MediSmart; algo que, dice, los ayudó a estar mejor preparados para enfrentar las consecuencias del coronavirus y salir potenciados de esa crisis. Antes de la pandemia estaban funcionando en Chile y Bolivia, con cinco empresas como clientes y un equipo de no más de 20 médicos. Ahora, tienen presencia en Chile, Bolivia, Colombia, México, Perú y Ecuador, con más de 300 clientes y el mismo número de médicos contratados en distintas jornadas.

La idea es seguir creciendo en otros países para convertirse en líderes en salud digital en Hispanoamérica. Paralelamente, Smartcheck se seguirá desarrollando para incluir más indicadores, entre los que se sumarían índices de depresión y ansiedad. Además, trabajan en el desarrollo de otra aplicación similar pero con fines kinesiológicos.

“Tú vas a poder, a través de una videoselfie, hacer ciertos ejercicios que te va dictando la plataforma y eso va a medir una serie de indicadores de diagnóstico de la condición física de los pacientes, específicamente para armar planes de vida saludable que son claves para nosotros”, adelanta Picero.