La app que monitorea a qué peligros se exponen niños y niñas en la red

Fundadores Kapibara
Francisco Barrera, Rodrigo Iasalvatore y Maurice Poirrier, fundadores de Kapibara.

Kapibara, una startup chilena, lanzó una app que permite monitorear plataformas manteniendo la privacidad, pero emitiendo alertas y entregando consejos a los padres cuando haya contenidos peligrosos y ciberbullying. Acá, cómo funciona y cómo inscribirse para probar su versión para adultos.


Aunque la historia de Kapibara aún es joven, en algunos meses la aplicación ha sido capaz de instalar un método novedoso para ayudar a que el uso de redes sociales por parte de menores sea más seguro. Eso sí, su historia comenzó con un foco muy distinto.

En enero de este año, tres amigos que llevaban bastante tiempo con la inquietud de emprender en el mundo de la tecnología postularon al programa de aceleración de startups Platanus Ventures, con el proyecto de un software de planificación financiera. Aunque quedaron seleccionados, decidieron cambiar el foco del proyecto.

“No dimos cuenta de que era algo que no nos apasionaba, que no nos llamaba del todo. Entonces decidimos dejarlo de lado”, cuenta Francisco Barrera, uno de los fundadores de Kapibara.

Entonces comenzaron a buscar nuevas ideas, teniendo en cuenta que querían hacer algo que se relacionara a sus aptitudes y que atacara algún problema importante en la sociedad.

Videojuego
Una de las motivaciones de Kapibara es hacer de internet un lugar más seguro para los niños.

Barrera y sus dos socios, Rodrigo Iasalvatore y Maurice Poirrier, tienen entre 25 y 26 años, por lo tanto vivieron en su adolescencia la explosión de WhatsApp y vieron desde cerca cómo operaba el cyberbullying en esa y otras plataformas.

“Así llegamos a la idea de querer que Internet no solo sea un lugar más seguro, sino que sea un mejor lugar. Nosotros somos muy fanáticos de Internet. Creemos que tiene muchas cosas buenas y también muchas cosas malas. Pero queremos ser parte de las cosas buenas que se puedan encontrar, para tener una mejor convivencia”, dice Barrera.

Monitoreo y privacidad

Con aquella inquietudes en mente, en marzo nació Kapibara, un aplicación que monitorea mensajería y contenido en redes sociales de menores, alertando a padres en casos de emergencia y entregándoles guías psicológicas de cómo abordar cada situación puntual.

El monitoreo se hace a través de un sistema con Inteligencia Artificial, que diariamente realiza reportes a partir de las interacciones del usuario. “La IA no busca palabras clave, sino que contextos. Es capaz de diferenciar entre una conversación amistosa con un tono hostil y una conversación que puede sonar amistosa, pero que detrás de la pantalla pueda haber un depravado. Entonces, se hace el paneo de eso datos y se analizan sin que ningún humano lea las conversaciones y eso genera un mini diagnóstico”, explica Barrera.

Ese diagnóstico, que a lo más incluye un extracto de pocas palabras para dar a entender cuál es la situación amenazante, pasa luego por la supervisión de una psicóloga que acompaña el informe con consejos para los padres sobre cómo pueden abordar la situación.

“No queremos ser un control parental más. Sentimos que los controles parentales no daban abasto, en términos de cómo resuelven el problema, porque generan mucho roce entre el papá y el hijo. No queríamos ser espías, sino que simplemente cuidar a los niños. Más aún cuando ahora el 80% de los niños tienen celular antes de los 10 años. Ya ni siquiera son los adolescentes los que tienen este riesgo. Son niños más chicos aún”, señala Barrera.

“Creemos que es súper relevante la privacidad, porque nosotros también fuimos adolescentes y creemos que es invasivo poder acotar tu privacidad para cuidarte. Creemos que se puede tener un equilibrio”.

Ejemplo Kapibara
Kapibara realiza un diagnóstico diario a partir de las interacciones de cada niño.

Kapibara monitorea tanto servicios de mensajería como plataformas de video como TikTok, Instagram y YouTube. En estos casos, hace un análisis del tipo de contenido que está viendo el niño y alerta cuando pueda estar exponiéndose a categorías que podrían ser inadecuadas.

Hoy por hoy, los fundadores se reúnen personalmente con los padres interesados en usar los servicios de Kapibara, para explicarles en detalle su funcionamiento. Su instalación se completa descargando la app en los dispositivos del menor y de quien monitores para así poder enlazarlos. Por el momento, está disponible solo para Android.

Un spinoff para adultos

Hoy en día, las guías psicológicas que entrega Kapibara están nutriendo a su vez al algoritmo de la startup, lo que permitirá que más adelante algunas de las respuestas en este ámbito sean automatizadas.

“Esos diagnósticos se van guardando y van a ir mejorando porque se van a ir repitiendo muchos casos. Son cerca de 12 categorías las que identificamos y ya tenemos casos para cada una. Entonces, una vez que se van repitiendo, tú empiezas a entender cuáles son los módulos que operan dependiendo de la categoría que se identificó, dependiendo de la gravedad y cosas de ese estilo, que es información que estamos generando hoy en día”, explica Barrera.

Con estos avances jugando a favor, el equipo de Kapibara se dio cuenta de que su solución podía servir no solamente para los menores de edad. A su vez, entrar en el mundo de la salud mental los hizo ver que es un tema transversal que afecta a grandes y chicos, así que decidieron usar la tecnología que ya habían desarrollado para ayudar a un público adulto.

Así nació Lummy, un chatbot que usa IA para entregar consejos y recomendaciones en torno a temas de salud mental. Aunque la idea de la plataforma no es reemplazar la terapia psicológica, sí puede servir para situaciones más puntuales y urgentes, donde no sea posible esperar a tener una hora con un profesional.

“Te permite interactuar con alguien que no te va a juzgar y que te va a ayudar a tomar esta decisión de cuándo ir a terapia, a entenderte diariamente e ir viendo cómo progresa tu evolución emocional. Es algo súper relevante y es lo que estábamos nosotros viendo de alguna manera en Kapibara con los papás, que al final terminaban afligidos porque no tenían ni idea qué hacer”, dice Barrera.

El fundador cuenta que el modelo de Lummy ha tomado como base algunas de las estructuras de OpenAI, empresa detrás de ChatGPT, pero que a eso le irán sumando la información que se vaya generando desde las mismas interacciones con usuarios, permitiendo hacer seguimientos.

“Creemos que ahí está el valor, en que sea personalizado y te pueda entender tus dinámicas también. Porque no tiene nada de sentido las soluciones que te entregan una solución empaquetada. O sea, todos le dicen que están estresados y te va a responder lo mismo para todos. Y vemos que eso no aporta tanto valor, porque eso puede estar en Google”, agrega Barrera.

Lummy está actualmente en un período de prueba y los usuarios interesados pueden registrarse en la lista de espera en el siguiente link.

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