Hace ocho años, los hermanos Juan Enrique y Anita González crearon Valor Raíz, una empresa de tasación de bienes inmuebles. Su objetivo principal era poder realizar este tipo de labores de una manera precisa y rápida y con una cobertura que se extendiera por todo Chile.

“En regiones esto estaba muy, muy dejado de lado, y muchas personas tenían que esperar semanas para tener su tasación”, explica Juan Enrique González. Y agrega: “Nosotros ideamos una metodología que nos permite atenderlos rápidamente, con un equipo de colaboradores. Hoy tenemos más de setenta tasadores distribuidos en todo Chile; ellos generan estos informes y luego nosotros los procesamos al interior de nuestra oficina”.

El anhelo de crear un servicio preciso y eficiente se ha ido materializando cada vez más. En los últimos años, el principal empujón para lograr esto ha sido la tecnología. Son varias las herramientas que está utilizando Valor Raíz en este sentido, aunque probablemente la que más llama la atención es la creación de un modelo de Inteligencia Artificial que agiliza y baja el margen de error de las tasaciones.

Fue hace tres años cuando desde la empresa empezaron a darle vueltas a la idea de cómo podían usar Inteligencia Artificial para optimizar sus procesos. Así, poco a poco comenzaron a entrenar un modelo que, respaldado con Big Data, pudiera procesar información de distintas fuentes y ayudar a que las tasaciones sean más precisas.

Parte de la información con la que están armando este modelo incluye el detalle de tasaciones hechas anteriormente, registros de transacciones inmobiliarias e información proveniente, por ejemplo, de planos reguladores, uso de suelos, otras regulaciones municipales y del Conservador de Bienes Raíces

“Esta es información que antes no estaba disponible o estaba disponible, pero de una manera muy lenta. Tenías que ir a la municipalidad, conseguir toda la información, hacer tu investigación, y eso toma varios días. Pero hoy día tu puedes volcar toda esa información a la inteligencia artificial”, dice González.

El fundador de Valor Raíz destaca que la intención de la empresa es que sus tasaciones se desmarquen de una mera comparación con el precio de oferta de otros inmuebles similares a los analizados, algo que se puede hacer mejor mientras haya más información complementaria.

“Tú le puedes poner el valor de venta que tú quieras a tu propiedad, pero no necesariamente el mercado va a terminar comprándote a ese valor. Lo que nosotros necesitamos saber en un informe de tasación es cuál es el verdadero valor, al que realmente se podría transar esa propiedad, y no el valor en que la busca vender su propietario”, señala

A pesar del uso de estas nuevas herramientas, Valor Raíz está lejos de buscar automatizar totalmente el procesos de tasación de un inmueble u otro activo, sino que busca crear una sinergia entre la tecnología y los humanos.

“La experiencia que tiene la persona, el tasador experto, es el que puede discriminar si la información que te está entregando la tecnología está correcta o si tiene matices que hay que corregir. Y una parte esencial y fundamental es la visita a terreno. Uno puede tener toda la información, pero después tienes que ir a constatar si eso es verdad, si eso es realmente cierto”, asegura González.

Por ejemplo, dice que aunque exista mucha información sobre una casa en distintas instituciones, nada de eso asegura que ese inmueble no se haya quemado y desaparecido.

“Eso sería un poco extremo, pero la materialidad de una casa es algo que puede cambiar. A lo mejor fue remodelada completamente y eso no fue ingresado a la municipalidad, Por lo tanto, la inteligencia artificial no tiene acceso a esa información. Y esa información se la va a dar el tasador, el experto, el ser humano”.

Además, desde Valor Raíz aseguran que hay otra etapa en su trabajo en la que defienden que el contacto humano es irremplazable. Se trata del momento en que se entregan los resultados, donde González considera que la posibilidad de conversar sobre eso es un plus para el usuario final.

“Si bien nuestros clientes en su mayoría son instituciones financieras, detrás de eso hay una persona. Una que pidió un crédito hipotecario, por ejemplo, o una persona que pidió plata a un banco para poder desarrollar su industria o su lugar comercial. Ella necesita entender lo que está escrito en el informe. No puede ver un número frío. Tiene que entender de dónde viene ese número. Y ahí estamos nosotros también para explicar eso y que esa persona pueda entender”, explica González.

Aunque Valor Raíz lleva años desarrollando su modelo de Inteligencia Artificial, hoy esta herramienta se mantiene en una fase beta y no será hasta el próximo año que se incorpore en los resultados de sus análisis y tasaciones.

Sin embargo, hay otras tecnologías que están usando desde hace un tiempo, específicamente para complementar visitas a terreno en lugares remotos o en predios muy grandes.

En casos así, Valor Raíz utiliza drones, para poder inspeccionar con mayor detalle cada lugar. “Es una herramienta maravillosa, porque en vez de demorarte una semana en recorrer todo un predio agrícola de difícil accesibilidad, lo puedes hacer a lo mejor en una tarde con estos sobrevuelos con drones. Y también es mucho más económico, porque antiguamente grandes predios agrícolas se tasaban sacando fotos con aviones o helicópteros. Hoy lo puedes hacer con drones especializados, donde tienes una cantidad de detalle impresionante”, dice Juan Enrique González.

Otra herramienta en la que han incursionado es en la realidad virtual. Esta tecnología permite realizar recorridos en 360 grados, sin moverse de una silla.

“La experiencia puede mejorar aún más si se utilizan lentes VR. “Es como si realmente estuvieras ahí y puedes ver hasta el último detalle y ver cuáles son las materialidades, por dónde entra luz, cuáles son los artefactos o las mismas maquinarias que están dentro de la industria. Todo eso lo vas valorando con un poco más de tiempo”, explica el líder de Valor Raíz.

Mientras Valor Raíz sigue mejorando las tecnologías que ayudan a su trabajo, la empresa ha decidido seguir expandiendo sus áreas de cobertura. Si bien su especialización son la tasaciones agrícolas, también trabajan con otro tipo de mobiliarios, además de maquinarias, vehículos, aeronaves y embarcaciones. Además, este año comenzaron a desempeñarse en los rubros de la valorización de arte y próximamente sumarán joyas y antigüedades.