“Tenemos que hacer la tecnología en Chile, no comprarla”.

Lorena Delgado, directora del Laboratorio de Emprendimiento e Innovación (LEIND) de la Facultad de Ingeniería Industrial de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), pronuncia la frase como si se tratara de un lema.

La académica resume así un desafío ambicioso y clave: convertir al país en un creador activo de tecnología. La visión, que impulsa los proyectos del LEIND, tiene como fin cambiar la narrativa tecnológica en Chile y posicionar al país como un referente en el área.

Desde el LEIND han surgido iniciativas como ATOM, un robot educativo humanoide que tomó protagonismo durante el pasado Congreso Futuro-; también LIAN, robot diseñado para asistir a niños y niñas con autismo y neurodivergencias; y el más reciente, StelarBot, que fue solicitado por la Fuerza Aérea de Chile para ser operado por personas con discapacidad en el Centro Nacional Espacial.

Básicamente, todas son un vínculo entre la utilidad entre el humano y la tecnología. Cada uno de estos proyectos refleja la motivación por generar herramientas que no solo sean significativas para el país, sino que también proyecten a Chile internacionalmente.

La dependencia tecnológica ha sido uno de los mayores obstáculos para los países en desarrollo. En ese contexto, Delgado, que lleva nueve años al frente del LEIND, plantea una visión que no solo hace frente a esa realidad, sino que también propone una solución.

“Cuando compramos tecnología fabricada en otros países, estamos adquiriendo herramientas que fueron diseñadas bajo un contexto completamente diferente al nuestro... Es como usar un traje a medida de alguien más”, reflexiona, subrayando las limitaciones de depender de soluciones extranjeras.

El LEIND es un ejemplo de cómo la academia puede liderar un cambio. Sus iniciativas tienen una dirección más que clara, enfocándose en generar soluciones prácticas que impacten en la sociedad chilena, fortaleciendo así la industria tecnológica local.

“ATOM nos permitió transmitir conceptos complejos en un lenguaje que incluso los más pequeños pudieran entender y experimentar”, explica Lorena Delgado, quien además es docente de la facultad de Ingeniería Industrial de la USACH, y que será parte del Women Open Innovation Summit 2024, que se realizará entre mañana y el miércoles. En la primera jornada, será la encargada de la primera charla magistral, en la que hablará sobre las principales iniciativas del LEIND. Las entradas pueden adquirirse en el sitio web del evento.

LIAN, por su parte, fue creado para apoyar a niños y niñas con neurodivergencias, para ayudarlos en su comunicación y aprendizaje.

“Se utilizaron formas, colores y tamaños que fomentan una interacción amigable”, detalla Delgado. Este es un ejemplo claro de cómo la tecnología puede ser una herramienta de inclusión, dejando atrás barreras que tradicionalmente han marginado a sectores vulnerables o rezagados.

El tercer robot que menciona, StelarBot -desarrollado para la Fuerza Aérea- muestra la relevancia de la colaboración entre la academia y el sector público.

“Es un desafío técnico y social, con herramientas tecnológicas avanzadas que permiten su manejo inclusivo, ampliando las posibilidades de participación”, comenta Lorena Delgado. Aunque Stelar aún se encuentra en desarrollo, es un ejemplo de cómo la innovación local puede responder a necesidades específicas, entregando soluciones que impacten.

Delgado también es una defensora del liderazgo femenino, particularmente en áreas históricamente dominadas por hombres.

Según cuenta, uno de los cambios más difíciles es el cultural: “Los cambios sociales son lentos... Todavía hay una percepción de que ciertos roles no son para nosotras, pero eso está cambiando, y cada vez más mujeres se sienten cómodas liderando proyectos tecnológicos”. Aunque gradual, es clave para normalizar la presencia femenina en posiciones clave, desde equipos técnicos hasta cargos de alta dirección.

En el LEIND, la paridad de género no es un objetivo, sino una realidad. Las mujeres participan activamente en el desarrollo de proyectos, enfrentando la percepción de que el ámbito tecnológico es un espacio exclusivamente masculino.

“Hemos visto que las mujeres aportan una perspectiva única... La sensibilidad e intuición, cualidades que históricamente se veían como debilidades, son ahora esenciales en la innovación”, señala Delgado, a la cabeza del laboratorio desde su fundación, destacando cómo estas características, lejos de ser un impedimento, contribuyen a los procesos creativos y de toma de decisiones.

El impacto de este enfoque va más allá del laboratorio. “Los estudiantes que ven a mujeres liderando proyectos lo internalizan como algo natural... Eso cambia mentalidades y crea un efecto multiplicador”, comenta.

Esto no solo influye en cómo las nuevas generaciones perciben el liderazgo femenino, sino también incentiva a más mujeres a ingresar en áreas tecnológicas. Delgado señala que, al entregar modelos de referencia, se puede inspirar a niñas y jóvenes a considerar carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).

“Los equipos diversos no solo tienen más perspectivas, sino que generan mejores soluciones.... Cuando juntas diferentes maneras de pensar, el resultado final es mucho más rico y completo”, enfatiza. Además, menciona que el laboratorio ha implementado estrategias para fomentar la inclusión, como convocatorias abiertas y programas de mentoría enfocados en mujeres.

“Siempre han habido hombres a cargo de equipos o en las altas gerencias, y eso era un tema que antes no se cuestionaba, pero ahora sí... Que las nuevas generaciones vean a mujeres gerenciando ayuda a que sea algo natural y no se cuestionen, por ejemplo, porqué una mujer es presidente”, plantea.

Sobre las nuevas tecnologías, Delgado destaca dos áreas clave: la computación cuántica y el desarrollo aeroespacial. Según la directora del LEIND, Chile tiene el potencial de liderar estas áreas si se invierte en talento local y se desarrollan políticas que faciliten la transferencia tecnológica. “Si seguimos comprando tecnología en lugar de desarrollarla, estaremos siempre un paso atrás... Es fundamental que nos convirtamos en creadores activos”, dice.

Para el LEIND, el futuro es expansivo. ¿Cómo proyecta la iniciativa en cinco años más? Lorena Delgado imagina un laboratorio que no solo responda a necesidades locales, sino que también exporte soluciones tecnológicas. “Queremos que nuestros proyectos trasciendan fronteras... Nuestro objetivo es ser un referente, no solo en Chile, sino en toda la región”, afirma la líder del LEIND, que trabaja con un equipo equitativo de hombres y mujeres.