La reinvención tecnológica de los museos y galerías de arte
Explorando con las nuevas tecnologías, el MAC y la galería AFA están experimentando con realidad virtual, porque aunque el país ya no está en cuarentenas, hay un público cautivo que se formó en en estos dos años, y que se suma a una tendencia mundial.
Todos los personeros del sector concuerdan en algo: el arte está hecho para un espectador y eso, con la pandemia, se vio limitado. Irene Abujatum, directora de la Galería AFA -en la comuna de Santiago- desarrolla la idea. “Son pocas las cosas que se hacen para vivir solamente en el mundo digital, y el artista necesita mostrar su trabajo: puede hablar de emociones y desahogo, pero necesita enseñárselo a otro”, asegura la gestora cultural. Su iniciativa, dada la contingencia sanitaria de un año y ocho meses, es una de las tantas que buscó un nuevo rumbo y, gracias a la web, encontró un lugar para sortear la crisis.
La gestora cultural comenzó con la Galería AFA hace 16 años atrás y, cuando en 2020 declararon cuarentena en la Región Metropolitana, habían recién inaugurado una muestra. Esa exposición que, dice, vio poca gente. Cerraron sus puertas y, por más que trataran de abrir para grupos chicos, fue imposible. Estuvieron cerrados sin poder mostrar ni ver arte. Y para ellos, un espacio donde distintos artistas exponen y venden sus obras, la mejor herramienta es “el ver” presencial.
Tras adjudicarse un fondo del Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras (PAOCC), la también cofundadora de la feria Ch.ACO, la más relevante del país en el área, se decidió a cambiar el esquema “desde el origen”. Estaban con una web antigua, sin contacto directo “con el otro” y se resignaron a comprar una cuenta de Zoom para mantenerse en contacto con el equipo. “Pero de repente nos encontramos mirando a la cámara y pensamos... ‘Tenemos que apurarnos, o si no nos vamos a quedar atrás. Nos reinventamos o se acaba’”, recuerda. La tecnología, en ese sentido, les permitió dar unos cuantos pasos adelante.
Pensaron en hacer una tienda online, para así también activar las redes sociales con un equipo de expertos. Sumado a eso, buscaron un nuevo lugar al interior de la Factoría Franklin y renovaron su listado de artistas. Uno de los detalles que destaca en el nuevo sitio web, y que hace la gran diferencia a los cientos de portales que ahora existen debido a la pandemia, es que AFA muestra los rostros de sus artistas y ha grabado cápsulas al respecto en las que hablan de su proceso de creación. Con esto logran generar mayor cercanía, algo que con el distanciamiento físico y aforos se ha visto limitado.
Con el avance de las nuevas tecnologías y la comercialización del arte en línea, se han sumado distintas tendencias, como los NFT (Non Fungible Tokens) y que marcan el devenir del arte digital. Abujatum dice que está tratando de entenderlos, para ver si realmente una galería de arte como AFA puede ser mediador de un NFT. “Es algo que viene apareciendo hace rato y muchos dicen que nos metamos en eso, porque hay galerías internacionales que ya lo usan”, señala. El gran impedimento es que en Chile aún no existe un buen mercado de arte para experimentar con esos avances. “Es muy incipiente, con precios muy bajos y no podemos competir internacionalmente”, acota.
Otra de las tecnologías que menciona Abujatum es la de los recorridos virtuales. El año pasado, en la fundación FAVA y en la que preside el directorio, levantaron en M100 la exposición “Agorafilia” en la que implementaron un sistema de recorrido 3D. Se abrió un día a seis personas, se grabó lo necesario y se subió a la red. Eso se hizo para esa exhibición, para mostrar las obras a mucha gente y mediar con estudiantes. “Pero hacerlo en la galería AFA sería un costo monetario muy grande”, señala.
El de su galería es un ejemplo que se replica por cientos. La feria Ch.ACO ha sido siempre uno de sus principales ingresos -cerca de un 60% de la venta anual la realizaba ahí-. En 2019 no se hizo y el año pasado tuvieron un primer intento virtual. La costumbre, dice la gestora cultural, era vender una veinte obras, pero solo logró vender dos en 2020. “Por eso, sin el fondo PAOCC, y gracias a otras pegas de gestión cultural para financiar mi proyecto, no se podría haber hecho: esto nos afectó en un 90%”, sostiene.
La iniciativa lanzó este domingo su sitio web y artistas como el colectivo Delight Lab, Juan Pablo Langlois, Martín Gubbins, entre otros, forman parte de su catálogo y con los que han trabajado mano a mano en este periodo. Obras de su mano también se venden a través del portal, en los que se entregan la mayor cantidad necesaria de detalles, dimensiones o materialidad.
Grandes museos se sostienen
De acuerdo a Peter Keller, director del Consejo Internacional de Museos (ICOM), el panorama para el sector no es del todo positivo. Según comentó el historiador del arte, entre un 6% y 30% de los espacios tendrán que bajar sus cortinas, dadas las respectivas restricciones y cierre de fronteras. Con menos turistas visitando los centros culturales, los principales afectados son los privados, independientes o instituciones más pequeñas.
De acuerdo a su última encuesta, realizada entre abril y mayo, la ampliación de las ventas en línea (14,1%) se ha transformado en uno de los ingresos más seguros y así el mundo digital, con tantas otras alternativas como las visitas remotas o experiencias en realidad virtual, también se ha prestado como una diversificación para los museos y les han dado una nueva vida.
El Museo de Arte Contemporáneo (MAC) fue uno de los primeros en tomar medidas al respecto. Y también de las más innovadoras. La institución, que depende la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, generó una serie de recorridos en línea exposiciones especialmente levantadas por la contingencia. En mayo de 2020 inauguraron su primera exhibición “No lo utilizamos”, pero la verdadera experiencia digital vino en agosto del año pasado, cuando lanzaron una versión virtual de su “Colección / Contingencia” y que abrieron originalmente de forma presencial en su sede del Parque Forestal.
Daniel Cruz, director del MAC, comenta que los proyectos van en la nueva línea de pensamiento del museo, en la que pretenden dar a entender que no son solo estructuras, sino un todo que puede derivar en distintas aristas. Asegura, han explorado con distintas estrategias en el mundo digital y que los ayuden a generar un modelo de establecimiento que acompañe a los usuarios y sea portable.
En 2020 levantaron una serie de podcasts, en la que se pueden escuchar conversaciones con artistas y especialistas de la institución y que mantienen hasta hoy. Por otro lado, se refiere a las visitas remotas, como las que hicieron con “Colección / Contingencia”, pero además están actualmente experimentado con realidad virtual (VR) para que se puedan realizar visitar a sus dos sedes a través de dispositivos VR o pantallas.
“Gracias al valor que tiene lo virtual, y de disponer de plataformas como celulares, podemos llegar a ampliar el espectro de público de nuestros contenidos, sean visitantes presenciales o virtuales”, dice el también artista. Y la idea es no solo generar una experiencia de visita, sino también entregar un valor agregado por el cual se puedan añadir cosas de manera virtual. “Cuando abrimos una exhibición en un modelo virtual, hablamos de que queremos ingresar a capas que quizás no son visibles y, si de arquitectura se tratara, sería como mostrar la infraestructura”, añade.
Otros museos alrededor del mundo, como el Louvre, el Hermitage Museum, la galería Uffizi, entre otras, han experimentado con tours virtuales y para el MAC, que actualmente tiene cerradas sus ambas sedes y tiene solo una exhibición digital en su sitio web, sería una posibilidad en un futuro próximo. Incluso el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, para subirse a la tendencia y dada la contingencia sanitaria, lanzó su proyecto “Patrimonio Virtual”, en el cual se pueden recorrer hasta ahora 17 centros culturales al rededor de Chile entre los que están el Museo de Arte y Artesanía de Linares, el Museo Regional de Aysén, el Museo de Bellas Artes (MNBA), entre otros.
Este último, incluso, ha realizado transmisiones en directo desde sus salas en sus ciclos “Desde el museo”, mostrando distintas exhibiciones que han pasado y presentado diversas temáticas del arte e instituciones. La más reciente por ejemplo, realizada ayer, recorrió parte de la colección MNBA, centrándose en Antonio Gana. Eso sí, a pesar de generar contenido digital para las redes, el museo se mantiene con visitas presenciales previo a reserva realizada en la web.
Cruz afirma que estamos actualmente en una saturación de pantallas, pero es importante entender que es algo que hay que “aprender a sobrellevar”. Pero además, dice que a pesar de lo virtual que ahora pueda sostenerse el arte, incluyendo aquel de los museos o pequeñas galerías, hay que tener en claro que la interacción física con la obra es algo único e irremplazable. Y ejemplifica. Hace una semana, después de un año y medio, se reencontró con sus alumnos. A algunos ni siquiera los conocía. “En lo virtual, estábamos todos unos al lado de otros, aplanados, y nos comunicábamos. El lenguaje físico cuando nos conocimos, las alturas, recorridos, entre otras cosas, es lo mismo que pasa con el arte: una cosa es la pantalla, virtual e intangible, pero otra es el espacio físico”, desarrolla.
Ventanas para pequeños creadores
La de los mercados de oficios es una tradición no solo en de Chile y la pandemia y el mundo digital trajeron consigo desafíos que se replicaron en ese mundo. En ese sentido, una artesano o productor de Cañete puede hacérsele muy difícil vender a través de las redes, mientras que alguien en la Región Metropolitana tiene todo a su favor. Mercado Guaira abrió esta semana su versión 2021 pero, de acuerdo a María Paz García, socia cofundadora de Tienda Guaira, esta vez hay una antesala más larga que en sus ediciones anteriores.
El comercio digital, asegura la licenciada en artes, creció casi cinco veces más de lo que se tenía proyectado debido a la pandemia y “avanzamos diez años de una”. Cuando comenzaron a hacer estos mercados online, se dieron cuenta que existía una brecha digital muy grande en los trabajadores de la cultura y no tenían las herramientas adecuadas para hacer las conexiones con su audiencia o potencial cliente. Durante estos últimos meses, y financiado por un Fondart, estuvieron trabajando mano a mano con los 50 proyectos que componen Mercado Guaira, para enseñarles y facilitarles los canales de venta.
Ilustraciones, fotografía, trabajo en madera piedra o cerámica, entre otros, componen su catálogo en línea y que se mantendrá hasta este domingo. Parte de las enseñanzas que impartieron para los distintos trabajadores de la cultura fueron cursos de comunicación efectiva frente a la cámara, entendiendo que ahora el contacto con la gente a través de las redes es fundamental; también dieron lecciones sobre marketing digital, entre otros.
Entre los requisitos para participar era contar con procesos manuales en su producción. “No es gente que tenga grandes empresas”, precisa García, sobre los participantes de esta versión. Uno de los factores que destaca, es que por la pandemia han podido eliminar las barreras territoriales que antes existían con sus expositores. Del total de participantes, solo un 40% es de Santiago, afirma.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
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