La revolución del reskilling
El reskilling toma como eje la preocupación creciente por lograr una fuerza laboral sintonizada con nuevas demandas de empleadores.
En el encuentro anual del Foro Económico Mundial -que se realizó en Davos-Klosters, Suiza, en enero pasado-, entre los grandes temas que debatieron los líderes del mundo político, social y empresarial estuvo el reskilling o aprendizaje de nuevas habilidades, que se ha transformado en tendencia mundial. El reskilling toma como eje la preocupación creciente por lograr una fuerza laboral sintonizada con nuevas demandas de empleadores.
Hoy, las empresas que quieren sobrevivir deben adecuar sus modelos de negocios y evaluar alternativas para que sus trabajadores cuenten con un nuevo mix habilidades, especialmente digitales. Las empresas que están liderando esta revolución son las tecnológicas (es cosa de ver las 10 empresas más ricas del planeta) y se suman las que están en transformación digital.
Todas entienden que el talento es clave para mantener su liderazgo, lo que les impone la necesidad creciente de hacerse cargo -por sí mismas- de la formación constante de sus colaboradores, porque tampoco ven que el sistema formativo tradicional sintonice con las nuevas demandas.
En este escenario surgen, en diferentes países, iniciativas que esperan reconvertir de manera masiva una fuerza laboral que sintonice con estas nuevas habilidades. Esto, bajo un modelo de coordinación público-privado, con mecanismos para desarrollar estas competencias en las personas y dar acceso a empleos de calidad acordes a la economía digital; con sistemas de formación tipo bootcamp, entrenamientos cortos e intensivos enfocados en el aprender haciendo y que ya se instalaron Europa y Estados Unidos.
En 2014 nació el ‘TechTalent Pipeline’ en New York, que entrena a los neoyorkinos en las habilidades del siglo XXI. En 2015, el Grand École Du Numérique, del gobierno francés, para desarrollar una red de capacitación de trabajos digitales; en 2016, el Major’s Digital Talent Program, del municipio de Londres y el Barcelona Digital Talent. En poco tiempo, el Reino Unido se transformó en el primer exportador de trabajadores con habilidades digitales de Europa, seguido por Alemania, Francia y España. En tanto, en Nueva York lograron un 70% de empleabilidad.
En Chile existen 1.938.536 personas con empleos rutinarios con alto potencial de ser automatizados por el cambio tecnológico. Dado esto, el país ha seguido de cerca estos casos internacionales y levantó en enero de este año Talento Digital para Chile, de la mano del Ministerio de Hacienda y 10 instituciones del mundo público y privado, que articulan esta iniciativa para cerrar la brecha de talento digital de más de 16 mil personas, que serán entrenadas en formato bootcamps y verán fortalecida su empleabilidad en la economía del futuro.
Como dice Yuval Noah Harari, debemos transitar hacia una forma de mirar la educación y el entrenamiento de la fuerza laboral que considere la curva del conocimiento, ya que éste se duplica cada dos años. Es clave poner foco en las habilidades básicas que traen consigo las personas más que su conocimiento previo.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
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