Laboratoria Chile: el impulso de la digitalización para las mujeres
Tras el estallido social y los primeros meses de la pandemia, el bootcamp rediseñó su estrategia para que las próximas generaciones puedan participar desde cualquier parte de Chile de manera online. Además, recibieron un importante aporte de Google, que les permitirá impactar en más de 18 mil mujeres durante los próximos tres años. Acá, dos mujeres egresadas a distancia cuentan su experiencia y cómo ingresar a la industria TI les cambió la vida.
Hace exactamente un año que la vida de Nadia Gincoff (24) dio un giro en 180 grados. Tras una vida soñando con viajar, Santiago apareció en su ruta luego que a su esposo le ofrecieran un traslado desde Buenos Aires a la capital, en su rol como programador. Nadia es de Argentina y cursaba estudios en gastronomía. Si bien ama cocinar, las experiencias trabajando en la cocina le hacían odiar la profesión. Pero desde pequeña le interesaba dedicarse a la computación y veía en Chile el lugar para encontrar alguna oportunidad tecnológica. Aún no conocía Laboratoria Chile. Tras arribar en noviembre de 2019, en pleno estallido social, fue rechazada en todos los lugares donde postuló, aunque lo que realmente le importaba era encontrar una institución donde aprender a programar. Fue en diciembre que, gracias a la compañera de trabajo de su esposo, supo sobre Laboratoria Chile,
con sentido social que busca entregar una carrera tecnológica a mujeres que no han podido acceder a la educación superior o a trabajos de calidad. A diferencia de Nadia, Tamara Muñoz (31) no es nativa digital. Es más, jamás se le pasó por su cabeza buscar trabajo en algo ligado a TI. Ella estudió asistente ejecutivo bilingüe y, tras superar las adversidades de venir de una familia humilde, trabajando y estudiando al mismo tiempo, todo el esfuerzo que entregó no se veía retribuido en cuánto a lo económico. Tras ser madre, dedicarse a aprender inglés y buscar algunos cursos de marketing digital, también encontró la oportunidad ingresando a Laboratoria Chile. A ella siempre le interesó aprender computación, e investigando acerca del bootcamp, se interesó en cursar estudios por seis meses, para luego dedicarse a ser diseñadora de experiencia de usuarios o desarrolladora web, dos perfiles con demanda creciente en Latinoamérica. Tamara, quien ya había pasado por la educación tradicional, sentía que esta era la experiencia que necesitaba para cambiar su vida. “Me sentí muy identificada. En Laboratoria comparten los mismos valores que tuve que recorrer: ser una mujer, que quizás no siempre está todo a favor, y tratan de empoderarte desde el día uno”, relata Muñoz, quien se transformó en parte de la primera generación a modo remoto del bootcamp. Tras comenzar sus clases presenciales en septiembre de 2019, la crisis social la llevó a ella y a toda su generación a cursar estudios a distancia. Por su parte, Tamara jamás conoció las oficinas de la academia, ya que su paso fue 100% online tras comenzar en marzo pasado. Al igual que ellas, mujeres mayores de 18 años pueden acceder a los cursos de este programa que busca formar desarrolladoras frente a la
y la falta de paridad de género. Enfocadas en empoderar a todas quienes ingresan, las estudiantes del bootcamp simulan un ambiente laboral, a través de Zoom, todo con objeto que aprendan a través del ensayo y error cómo hacer proyectos, trabajar a distancia, afrontando retos y sobre todo apropiarse del aprendizaje. [caption id="attachment_1016309" align="alignnone" width="1280"]
Parte de las egresadas de Laboratoria Chile.[/caption]
El rediseño de Laboratoria Chile
Desde la segunda semana de marzo que todas las sedes de Laboratoria en la región están en formato remoto, llevando a más de 400 mujeres en Latinoamérica la experiencia de estudiar TI a distancia. En el caso chileno, el tránsito hacia lo online comenzó durante los eventos de octubre, brindando los primeros aprendizajes para replicarlo en el resto de las sedes de Lima, Bogotá, Sao Paulo y Ciudad de México. Marisol Alarcón, socia de Laboratoria en Chile, cuenta que un factor importante al interior de la institución para poder lanzarse hacia lo remoto, fue generar un lazo cercano con las estudiantes, interesándose genuinamente la situación de cada una de las integrantes. En el caso de la generación que vivió los eventos del estallido, muchas de ellas tenían el impacto de que no podían trasladarse a las clases presenciales, y otras estaban participando activamente de las protestas ciudadanas, siendo una prioridad frente a la contingencia. “Les dimos todas las facilidades para que terminen los proyectos de la forma que quieran, alargar ciertos plazos, dar más flexibilidad y tener alternativas de ir a clase en la mañana o en la tarde, según sea más fácil para ellas, con sus labores en la casa o en su participación en las marchas”, cuenta Alarcón. Otro de los factores que les permite actualmente mantener las clases online es que gran parte de los bootcamps no cuentan con una malla formal, sino con proyectos en los cuales las estudiantes resuelven y comparten expectativas de aprendizaje de distintas herramientas. Frente a no poder contar con un profesor que pasee por cada una de las salas conversando con las estudiantes, resolvieron mejorar la dinámica online, asegurando un acompañamiento sin agotar al equipo ni a las alumnas. La misma tecnología juega un rol fundamental, para ir evaluando el progreso y quiénes necesitan más apoyo que otras. “Estamos súper contentas porque hemos demostrado que las chiquillas pueden aprender de la misma forma que en una sala presencial”, declara Marison Alarcón. Todas las egresadas del bootcamp femenino pueden pagar retroactivamente sus clases, una vez consiguen empleo en áreas de TI. En el caso de la generación de Tamara Muñoz, le tocó transitar de clases prensenciales a online en varias ocasiones, entre septiembre a marzo pasado, el equipo de Laboratoria Chile decidió retrasar el fin del curso hasta que las condiciones laborales mejoraran durante el transcurso de la crisis en el país. La generación 2019 finalmente egresó en mayo, y más del 90% está con trabajo en tecnología. De la reciente clase que finalizó hace solo un par de semanas, un 28% también ya está en el mercado trabajando, sumándose a la estadística latinoamericana, donde el 78% de las egresadas del bootcamp han conseguido un empleo en tecnología, en más de 600 empresas de la región y del mundo. Nadia Gincoff estimaba que iba a tener que esperar para aplicar lo aprendido, pero a los 20 días de haber egresado fue contratada
, start up donde está diseñando proyectos que buscan impactar a la sociedad a través.
“
Quiero mantenerme en este trabajo lo más posible como para ganar la experiencia más sólida, y poder continuar viajando con mi esposo, pero quiero devolverle a Chile lo que me dio”, señala. Por su parte, Tamara Muñoz demoró tres meses en encontrar un cupo como Front-end Developer en Genomawork, empresa dedicada a Big Data e Inteligencia Artificial para transformar los procesos de selección y desarrollo de talentos. En retrospectiva, reconoce que como mujer, le fue difícil tomar la decisión de cambio, pero hay una frase que recuerda de su primera clase en Laboratoria, que refleja el cambio que ha significado en su vida este proceso: "Hazlo. Y si te da miedo, hazlo con miedo". [caption id="attachment_1016310" align="alignnone" width="1280"]
Marisol Alarcón, Partner & Chief Partnerships Officer en Laboratoria Chile.[/caption]
Alianza con Google
Aparte de remodelar sus actividades, Laboratoria busca seguir integrando más mujeres al rubro TI: previo a la crisis del Covid-19, postulaban en Latinoamérica más de seis mil mujeres al año, 800 de ellas solo en Chile -al año- y se aceptaba solo un 10%. Durante 2020 fueron más de 2.800 las postulantes al bootcamp, cifra alta comparada con años anteriores, y que grafica la necesidad de encontrar trabajo y emplearse frente a las necesidades de la industria. “Si bien algunas personas lo pueden ver con una tasa de éxito, a nosotros nos dolía no darle la a oportunidad a muchas mujeres que logramos entusiasmar de involucrarse en la industria digital”, explica la socia de Laboratoria Chile. Con el objetivo de impactar positivamente al 100% de sus postulantes, la institución recibió el apoyo de Bid Lab y Google.org, la línea filantrópica del servicio de búsqueda, quienes donaron más de 1.7 millones de dólares para que la organización pueda ampliar su impacto con experiencias de aprendizaje transformadoras. El aporte de Google.org permitirá que el bootcamp llegue a más de 18.000 mujeres en los próximos 3 años, con una experiencia de aprendizaje diseñada para el mundo laboral actual y aumentando sus posibilidades de conseguir un empleo, lo que permitirá en el caso local poder integrar a mujeres de diversos puntos del país.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
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