Lentes inteligentes: cómo funcionan las gafas de Ray-Ban y Meta
La primera generación de anteojos inteligentes de la compañía de Mark Zuckerberg y Ray-Ban prometen ser el nuevo gadget de moda, sin embargo han sido cuestionadas por estar al borde de cruzar la línea de la privacidad, al permitir grabar y fotografiar el mundo “tal como lo ves”.
Puedes grabar y compartir videos, escuchar música y realizar llamadas. La compañía estadounidense Ray-Ban acaba de lanzar los Ray-Ban Stories, unos anteojos inteligentes desarrollados junto a Meta -como se llama ahora Facebook-, que prometen “capturar el mundo como lo ves”, pero que al mismo tiempo han puesto en discusión qué tan ético y seguro es utilizarlos.
A diferencia de otros lentes inteligentes disponibles en el mercado, como los Google Glass o los Spectacles de Snapchat, los Ray-Ban Stories lucen como las clásicas gafas de sol de la marca en sus modelos Wayfarer, Round y Meteor, disponibles en variados colores y también como lentes con prescripción. El par de Ray-Ban Stories parte en los 299 dólares y ya están a la venta a través de su sitio web.
Entre las características de estos nuevos anteojos están las dos pequeñas cámaras de cinco megapíxeles con ajuste automático de luz para captar una mejor imagen, y una luz LED que indica cuando estás filmando. En los costados cuenta con dos parlantes que permiten escuchar música o llamadas y, además, tiene 3 micrófonos incorporados para realizar llamadas y controlar por voz el aparato.
“Las Ray-Ban Stories se proyectan como un híbrido entre audífonos/micrófonos y cámara. Cuestión que puede ser útil para personas que desean crear contenidos y son activos”, comenta Felipe Ovalle, creador del sitio OhMyGeek! y especialista en tecnología.
Sin embargo, a pesar de contar con cámara y el sistema para realizar llamadas, el aparato no reemplaza al smartphone, ya que necesita de él para funcionar. “Necesitaría ser otro producto”, añade Ovalle. De esta manera las Ray-Ban Stories funcionan a través del sistema Facebook View, aplicación que almacena el contenido y permite editarlo, para luego compartirlo a través de las distintas redes sociales como Facebook, Instagram y Whatsapp.
Pero no son los primeros lentes inteligentes que llegan al mercado. Antes ya lo había hecho Google, pero también la red social Snapchat fue uno de los precursores en empelar este tipo de recursos en estas plataformas. Además, en este último año, la firma china Xiaomi anunció que tienen un prototipo de smartglasses en desarrollo. Esto sumado a las supuestas gafas en las que Apple está trabajando.
“El mercado de gafas inteligentes tiene varios años. El problema ha sido que este se ha encontrado liderado por empresas de tecnología que quisieron desde un comienzo poner la vara muy alta, o concentrada en su propio ecosistema sin tener un respaldo, cuestión que hizo ver muchos fracasos por sobre una visión de productos resilientes que pudieron ver un camino más fructífero”, explica Felipe Ovalle.
Además, los Ray-Ban Stories llegan en un complejo momento para Meta. Recientemente la filtración de los “Facebook Papers” demostraron que la compañía sabe el daño que causan algunas de sus plataformas a los usuarios. En tanto la exempleada Frances Haugen los acusa de poner “el crecimiento por sobre la seguridad” de sus usuarios.
“Las Ray-Ban Stories llegan en un mal momento para Facebook por su cuestionada intromisión a la privacidad y pese a que pueda ser un buen producto, y que tiene la confianza y construcción física de una histórica empresa de anteojos de lujo, sigue siendo su otra mitad (la tecnológica) la que genera anticuerpos”, dice Felipe Ovalle sobre este punto.
Límites legales
El lanzamiento de las Ray-Ban Stories no ha estado exento de polémicas debido a que se podría filmar o fotografiar a personas sin que estas lo sepan o se den cuenta. ¿Qué ocurre con la privacidad de las personas? ¿Se cruza la línea de la ética al utilizarlos?
Juan Carlos Lara es abogado de la Universidad de Chile y codirector ejecutivo de la ONG Derechos Digitales. Para él, la introducción en el mercado de dispositivos como los Ray-Ban Stories presenta varios problemas que van desde lo legal y ético, hasta la seguridad de la información de los usuarios.
“Es importante considerar que estos son avances tecnológicos y como tales son bien difíciles de frenar. La sociedad como tal enfrenta una serie de desafíos y algunos de esos son tomados para legislación y otros responden más bien a normas sociales”, señala Lara.
El abogado añade que no solo se trata de contar con un dispositivo para grabar audio y video, sino que además se necesita del consentimiento de las personas. “Yo no puedo grabar a una persona sin su consentimiento dentro de su casa, eso es ilegal. Al mismo tiempo, si ando por la vía pública es muy difícil que yo pueda obtener el consentimiento de cada una de las personas que van pasando y eso plantea una dificultad legal respecto del uso de estos dispositivos”, explica.
El uso de los Ray-Ban Stories también afecta la transparencia, dice Danielle Zaror, abogada de la Universidad de Chile e investigadora del Centro de Estudios en Derecho Informático. “Cuando los creadores señalan que el dispositivo “avisa” cuando está grabando o tomando fotografías, o está prendido un micrófono presume que las personas alrededor saben que tales características están en curso y esto es irreal. Hoy en día hay un grupo importante de personas que ignoran el desarrollo de la tecnología en general y con mayor estas características en particular”, detalla.
Pero, ¿Cómo se puede resguardar legalmente una persona filmada por unos Ray-Ban Stories en Chile? Hay dos aspectos a considerar. El primero tiene que ver con la Ley de Protección de Datos Personales. “La imagen del rostro de una persona o el registro de cualquiera de sus características física constituyen información personal y por lo tanto requieren consentimiento previo”, explica Lara. Por otro lado, está el artículo 161-A que derechamente considera como delito el registrar a una persona sin su consentimiento en un espacio privado.
Por su parte, Meta no se ha quedado en silencio frente a las críticas que han surgido luego del lanzamiento de los Ray-Ban Stories. Y es que la compañía de Mark Zuckerberg ha dicho que las herramientas inteligentes de estos lentes se pueden apagar, es decir que la cámara y el registro de audio quedan desactivado cuando, por ejemplo, estás en un espacio privado.
Además, en las políticas de privacidad de los Ray-Ban Stories, la compañía dueña de Facebook parece haber sido especialmente cuidadoso para evitar más problemas de los que ya ha tenido que enfrentar. “Las gafas inteligentes Ray-Ban Stories y Facebook View son experiencias sin anuncios, por lo que no verá anuncios cuando use las gafas o la aplicación. Y no utilizamos el contenido de sus fotos y videos para anuncios personalizados. Si comparte contenido con cualquier otra aplicación, se aplicarán los términos de esa aplicación”, señala la compañía.
¿De qué manera, entonces, podemos utilizar esta tecnología de manera ética? La responsabilidad por ahora recae en los usuarios de los Ray-Ban Stories “quien debe advertir o notificar a las personas a su alrededor que se encuentran usando este tipo de dispositivos”, dice Zaror. Especial cuidado hay que tener en espacios privados, como reuniones de trabajo, consultas médicas, u hogares ajenos. También cuando se trata de estar al frente de niños, niñas y adolescentes, cuyos derechos son especialmente protegidos.
Sin embargo, el asunto pierde control cuando se trata del espacio público y a ese vacío hay que estar atentos “porque el sujeto se va a transformar en un agente de vigilancia en potencia”, concluye Zaror.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
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