“Lo mejor de diez restaurantes”: así nació la carta de la Fuente Mardoqueo

Gustavo Peñafiel, el fundador de la Fuente Mardoqueo -que comenzó a funcionar oficialmente en 2006, pero que se empezó a gestar unos tres años antes-, se sincera sobre sus razones para decidirse a abrir una sanguchería: “Quería tener una mejor vida”, dice quien trabajara por varios años como publicista, hasta que un día, a comienzos de los años 2000, luego de ver la cola que se hacía fuera del local de sánguches Tío Manolo, llamó a su mujer para decirle: “Ahí es”: debían convertirse en emprendedores gastronómicos.

En poco más de 18 años, mucha agua ha pasado bajo el puente para la Fuente Mardoqueo. “Queríamos tener lo mejor de los restaurantes de este tipo: de la Fuente Alemana, el Elkika, Los Buenos Muchachos”, confiesa Gustavo Peñafiel sobre cómo crearon la carta de Mardoqueo, que si bien se ha mantenido más o menos igual a lo largo de los años ha incluido innovaciones -como sus salsas (la de cebolla caramelizada, la última de ellas)- y un cambio en los procesos de selección y tratamiento de los ingredientes que componen sus preparaciones. Todo gracias a la llegada a la gerencia general de Álvaro Peñafiel, hijo de Gustavo, quien profesionalizó aún más el negocio.

De tradiciones, del trabajo juntos y de consejos para emprendedores hablaron los Peñafiel en 360°, el segundo bloque de Transformadores, el webshow.