Los 12 grandes fracasos tecnológicos
Apuestas fallidas, productos absurdos, inversiones millonarias por la borda. La tecnología no siempre deslumbra. Así lo comprueba esta galería con los más sonoros fiascos high tech de las últimas décadas.
Laserdisc
Data de 1963, con el desarrollo de la tecnología de grabación de vídeo óptico, hasta que Phillips y MCA desarrollaron un disco transparente con diámetro de 30 centímetros similar a un vinilo long play, capaz de almacenar imagen y sonido en gran calidad. Los primeros resultados se remontan a 1972, hasta que en 1978 el laserdisc irrumpió en el mercado estadounidense con la película Tiburón (1975).
Aún cuando el formato superaba en la pantalla a VHS y Betamax, junto con permitir que las películas incluyeran los comentarios del director, adelantándose al DVD y el Blu-ray, el elevado precio y la imposibilidad de grabar entrabaron su expansión. Pero había otros detalles, como el ruido causado por su funcionamiento, el almacenaje limitado y que, similar a una tornamesa, había que dar vuelta el disco manualmente para leer la otra cara.
En Estados Unidos, apenas un 2% de los hogares contaba con el equipo, mientras en Europa despertó escaso interés. En cambio, alcanzó cierta notoriedad en Japón debido al precio relativamente a la par con los aparatos VHS. Así, el voluminoso reproductor conquistó el 10% de las casas niponas.
Entre las rarezas del laserdisc, modelos como el Pioneer DVL-9 leía laserdisc y DVD, en tanto se desarrollaron formatos más pequeños de 20 y 10 centímetros. En esta última opción se vendían video clips.
Desapareció del mercado estadounidense hacia 2001.
Betamax
Los testigos de una de las guerras tecnológicas más intensas de los 70 y 80 entre Betamax y VHS, recordarán las ventajas del primero: las cintas eran más pequeñas, y mejores en audio y sonido. Pero Sony, que estrenó el formato en 1975 -un año antes del VHS de JVC-, no licenció el producto como sí lo hizo la competencia. El resultado fue un tiro en los pies limitando la oferta de películas de Betamax.
Si en 1975 coparon el mercado de las videograbadoras, en 1988 cubrían sólo el 10%. Ese mismo año, Sony aceptó la derrota uniéndose a la producción de equipos VHS.
Los aparatos Beta se descontinuaron en 2002, mientras las cintas dejaron de producirse recién en noviembre de 2015. Distinto fue el caso de Japón, donde Betamax tuvo buena acogida.
Galaxy Note 7
Se le consideraba tan peligroso que el Departamento de Transporte del gobierno de Estados Unidos prohibió portar en vuelos comerciales el tristemente célebre Galaxy Note 7. Estrenado el 16 de agosto de 2016, despertó reseñas entusiastas por la capacidad de la batería, la rapidez de la carga, su resistencia al agua por media hora a un metro de profundidad, detalles de la pantalla, y el reconocimiento del iris para desbloquear.
Pero el estiloso teléfono móvil de Samsung -en rigor, un phablet, mezcla de tablet y teléfono- era literalmente una bomba que estallaba de improviso, soltando humo, fuego y líquido por baterías defectuosas y un proceso de ensamblaje apresurado, según arrojaron las investigaciones.
El modelo fue descontinuado en menos de dos meses, en tanto la compañía logró recuperar más de tres millones de unidades. Entre otras pérdidas, Samsung retrocedió en un 33% sus beneficios operativos el último trimestre de 2016, como estuvo atento a los chistes y parodias sobre el caso. Logró bajar un video de Youtube -”GTA 5 MOD - Samsung Galaxy Note 7 Bomb”- donde el teléfono se usaba como bomba para pulverizar personas, autos y calles.
MiniDisc
Favorito de músicos y radioemisoras por la calidad de grabación, y altamente demandado en Japón, donde copó el 50% del mercado, el MiniDisc de Sony contiene ecos de la batalla perdida de Betamax. La compañía licenció tarde la fabricación por parte JVC, Sharp, Pioneer, Yamaha y Panasonic, como debió enfrentar inicialmente la competencia del Digital Audio Tape (DAT), a su estreno en 1992.
Cruzando el nuevo milenio, el aparato con sus pequeños discos y el lento proceso para copiar música se hicieron anacrónicos frente a las descargas digitales, las memorias portátiles y la irrupción del iPod.
Sony intentó competir contra el producto estrella de Apple entre 2004 y 2006 mediante el modelo Qualia-017, un sofisticado aparato plateado a un costo estratosférico de 1.900 dólares. Ese mismo año lanzó el NW-HD1 Audio Player, parte de la legendaria línea Walkman, que permitía almacenar 13 mil pistas equivalentes a 900 cedés. Todo bien excepto un detalle: sólo permitía reproducir su propio formato ATRAC3, dejando fuera otros formatos más populares como MP3, WAV o WMA.
NeoTune iPod Dockable Headphones
Más que un fiasco, una rareza propia del mercado japonés. En 2006 la firma RWC lanzó los auriculares neoTUNE para uso exclusivo del iPod nano. A un precio de 43 dólares, podías lucir un modelo cuya principal característica era insertar el reproductor en uno de los audífonos de casco, como quien encaja una tarjeta para encender las luces en una habitación de hotel.
Muy apto para gente acostumbrada a la ropa sin bolsillos y con escaso sentido del ridículo.
Virtual Boy
Prometía una experiencia de juego en 3D cuando, en rigor, los juegos de la consola de Nintendo bautizada como Virtual Boy en julio de 1995, eran en dos dimensiones tratando de crear a patadas, un efecto de realidad virtua, mediante un aparatoso visor montado en un endeble trípode.
Los juegos, dominados por los colores rojo y negro para amortizar costos, resultaban molestos y fatigosos a la vista después de poco uso. La oferta tampoco era para festinar. Teleroboxer, por ejemplo, pretendía ser tridimensional cuando apenas ofrecía escaso movimiento.
Virtual Boy fue descontinuado en 1996. Nintendo tardaría 15 años en intentar una nueva apuesta en 3D.
HD DVD
Otra batalla con reminiscencias del enfrentamiento entre Betamax y VHS. Este disco digital versátil de alta densidad fabricado por Toshiba, compitió con el Blu-ray desde 2005. La pelea no duró mucho. El 19 de febrero de 2008 la empresa abandonó el formato y los aparatos reproductores. Un mes antes, Warner Bros había anunciado su apoyo al formato Blu-ray liderado por Sony, asestando el golpe final al HD DVD para desgracia de quienes habían adquirido reproductores exclusivos.
Zune
El intento de Microsoft por hacer frente al iPod fue una batalla perdida desde el lanzamiento, en septiembre de 2006, hasta noviembre de 2015, cuando se acabaron todos los servicios asociados al reproductor de MP3 Zune. Aunque tuvo aciertos menores como la tipografía en pantalla, hubo errores gruesos como el inolvidable modelo marrón, dando pie a chistes escatológicos.
El 31 de diciembre de 2008 los dispositivos de 30 GB dejaron de funcionar, porque la programación del calendario no consideró el año bisiesto. El servicio de streaming Zune Pass tampoco tuvo éxito.
Apple AirPower
Prometía cargar un iPhone, el Apple Watch y los AirPods a través de una almohadilla inalámbrica, anunciada en septiembre de 2017. Sin embargo, en marzo de 2019 Apple desistió del producto. “Tras muchos esfuerzos, hemos llegado a la conclusión de que AirPower no alcanzará nuestros elevados estándares y hemos cancelado el proyecto”, declaró el vicepresidente senior de Apple, Dan Riccio.
Aunque la empresa nunca detalló los motivos de la cancelación, se presume que la causa fue el calentamiento excesivo del aparato.
iLuv i9500
Este equipo de sonido tiene algo de bañista que porta todo lo imaginable para disfrutar la playa y el mar sin ningún sentido práctico, incluyendo traje de baño, aletas para nadar, snorkel, balde, paleta, reposera, sombrilla y bloqueador. iLuv i9500 apareció en 2009, cuando los cedés estaban en franca retirada a manos de los dispositivos de MP3 y el afianzamiento del iPod. ¿Qué hicieron? Reunir todos los formatos en un monstruoso aparato con cuatro reproductores de compactos, puerto USB, ranura para el iPod y radio FM.
Google Glass
La historia del Google Glass es semejante a un auto que le cuesta arrancar. Si bien en 2019 se anunció el regreso del producto tras pausar su venta en 2015, los inicios de este dispositivo de realidad aumentada de Google no fueron auspiciosos.
Presentado en 2012, salió a la venta en 2014. La idea central de los lentes era mostrar información sin necesidad de utilizar las manos y comandar su uso mediante la voz. Los detractores cuestionaron el wearable desde una perspectiva ética y legal por la posibilidad de grabar personas sin consentimiento, entre otros alcances.
El precio original, de 1.500 dólares, tampoco ayudó a su masificación, menos el aspecto más bien llamativo de los lentes.
GoPro Karma
El primer dron de GoPro, presentado en octubre de 2016, tenía un nombre adecuado a su escasa suerte. A pesar de una serie de características que lo hacían atractivo para el target deportista de GoPro, el producto contenía una falla fatal: los motores colapsaban y el dron se precipitaba a tierra.
La empresa retiró 2.500 unidades y aplicó reembolsos. Aunque GoPro intentó un relanzamiento, fue descatalogado en enero de 2018.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
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