El crowdfunding, concepto que se usa para referirse al financiamiento colectivo de proyectos, llegó al mundo inmobiliario hace varios años. Sin embargo, la digitalización ha permitido que este modelo se masifique mucho más, haciendo que surjan varias plataformas que posibilitan que la inversión en propiedades se pueda realizar de formas muy simples y 100% en línea.

Una de las claves de esta evolución es la tokenización de los bienes inmuebles, proceso en que las acciones de una sociedad dueña de un activo inmobiliario se transforman en tokens digitales, que representan una fracción de la propiedad.

Así, a través de tecnología blockchain, los usuarios de dichas plataformas pueden invertir en una fragmento de una propiedad y no en la totalidad de ella, permitiendo costos de acceso mucho menores y, por lo mismo, una democratización en el mundo inmobiliario.

En los últimos cinco años, en Chile han surgido varias plataformas que ofrecen servicios similares, dando cuenta de lo consolidada que está la tendencia y ofreciendo diversas posibilidades que les permiten diferenciarse.

Hace diez años nació Lares, una empresa constructora fundada por los hermanos Cristóbal y Gonzalo Asenjo. Desde esa labor se dieron cuenta de los buenos resultados que podía traer la inversión inmobiliaria y de las ganas que tenían las personas de sumarse a proyectos así, por lo que decidieron convertirse en una plataforma de crowfunding, la primera en funcionar 100% en línea en Chile.

Los únicos requisitos para invertir desde Lares son ser mayor de edad, tener un rut chileno y estar bancarizado. A partir de ahí, se puede seleccionar uno de los proyectos inmobiliarios disponibles, simular el monto de inversión, completar la información personal que se usa para los contratos y finalmente hacer el abono.

“Buscamos que muchas personas puedan ser parte de un proyecto inmobiliario de alta rentabilidad y garantías tangibles, todo con el respaldo legal y contable que esto implica”, comenta Cristóbal Asenjo.

Para cada proyecto, Lares elabora estudios sustentados por sus algoritmos predictivos y una base de datos histórica de casi un millón de propiedades en venta y arriendo a lo largo de Chile.

“Desarrollamos tecnología para poder analizar constantemente el mercado inmobiliario chileno, todo tipo de propiedades en cualquier parte de Chile, para identificar tendencias y también propiedades bajo su valor de mercado. Gracias a eso podemos ofrecer oportunidades inmobiliarias que son las que finalmente llegan a la plataforma”, explica Asenjo.

Recientemente, la plataforma lanzó su primer proyecto de inversión en propiedades en remate, pensado para inmuebles que luego puedan ser refaccionados. Al igual que para su inversión tradicional, en este apartado Lares tiene la cifra de $100.000 como valor mínimo de inversión.

Además, Asenjo adelanta que llevan un tiempo estudiando otros mercados para internacionalizarse, como Estados Unidos, Paraguay, Uruguay, Costa Rica e Indonesia.

El año pasado nació Bloktok, plataforma fundada por David Rodríguez luego de haber pasado varios años invirtiendo en el mercado inmobiliario como particular. Su propósito era ayudar a la mayor posibilidad de personas posible a ahorrar e invertir en propiedades.

El sitio permite que personas de cualquier parte del mundo puedan invertir en proyectos inmobiliarios, comprando tokens desde $50.000 para chilenos o US$50 para extranjeros.

“Creamos productos financieros de inversión respaldados en bienes raíces, sin barreras geográficas, montos de inversión accesibles para todos considerando todo medio de pago e inversión. Lo único que debe hacer quien esté interesado en invertir es registrarse en la plataforma y validar su usuario. A partir de ese momento podrá acceder a los proyecto ofrecidos”, explica Rodríguez.

El modelo de Bloktok incluye la posibilidad de que el usuario pueda custodiar su token si es que lo desea, buscando la descentralización de las finanzas y acceso a inversores en todo el mundo.

“No estamos ligados a una inmobiliaria en particular, por lo que nuestro interés primario es escoger los mejores proyectos para nuestros inversionistas, lo que a veces no es necesariamente lo mismo para una empresa en particular”, complementa el fundador.

Actualmente, la plataforma esta desarrollando un proyecto que busca no solo entregar a los inversores lo producido por las rentas del valor raíz, sino que también un adelanto de su plusvalía. Además, a futuro buscan incorporar a su catálogo propiedades fuera de Chile.

También con la intención de democratizar y simplificar el acceso a la inversión en bienes raíces, nació hace unos meses Wbuild, fundada por Daniel Pardo y Andrés Carey.

“Queremos cambiar la manera cómo se concibe y cómo se desarrolla la industria inmobiliaria para siempre”, propone Pardo.

La plataforma está pensada tanto para inversionistas individuales como institucionales y requiere solo una validación de identidad para poder acceder a su catálogo de propiedades, que incluye inmuebles en Chile y Estados Unidos.

Luego, después de la firma digital de contratos, el usuario puede empezar a generar rentas o dividendos en proporción a la inversión que hizo. El monto mínimo de inversión es de US$50 y también se pueden hacer inversiones de manera continua en períodos semanales, mensuales o anuales.

Pardo destaca que uno de los pilares de la plataforma es el desarrollo tecnológico que les permite ser más eficientes y abaratar costos. En ese sentido, al uso de blockchain también han incorporado Inteligencia Artificial y automatización de procesos.

Aunque Wbuild comenzó a funcionar este año, el balance es positivo. “Hemos tenido una gran acogida de una comunidad que está continuamente en crecimiento con más de 2.000 usuarios, donde más del 25% de nuestros ya ha invertido más de una vez, generando una alta lealtad y un crecimiento orgánico detrás de este esfuerzo”, señala Pardo.

En el futuro, la plataforma quiere incorporar un tercer mercado de propiedades, dentro de Latinoamérica. Además, potenciarán la opción de sumar family offices e inversionistas institucionales, buscando poder negociar mejores condiciones y oportunidades que sean beneficiosas para todas las partes involucradas.

Aunque son pioneros, Cristóbal Asenjo, de Lares, asegura que ve con buenos ojos que nuevas plataformas se sumen a las tendencias digitales de inversión inmobiliaria y que está convencido de que el mercado tiene un potencial muy grande.

“Hay ejemplos notables de empresas de crowdfunding en Estados Unidos y en Europa, que participan en desarrollos a gran escala como edificios o condominios. En este sentido, Chile ha estado un poco retrasado, pero siempre hemos creído en esta industria y en el potencial del mundo inmobiliario como un vehículo de inversión”, dice.

Daniel Pardo, de Wbuild, concuerda con las proyecciones positivas que hay para este rubro. “En términos generales, el crowdfunding inmobiliario existe hace muchos años. Sin embargo, no ha tenido un boom significativo como el que va a tener o está teniendo en estos años venideros, particularmente por el uso de la tecnología blockchain. Se estima que el 10% del PIB mundial va a estar tokenizado, es decir, va a tener el uso de tecnología blockchain de aquí al 2030, lo cual significa un cambio radical en los mercados”, señala.

Por su parte, David Rodríguez, de Bloktok, destaca que todo esto encaja de manera favorable con la actual realidad chilena.

“Tenemos que sumar el contexto nacional en términos de tasas de interés, las que han elevado sustancialmente los requisitos al momento de invertir en bienes raíces en el último tiempo. De esta manera, el reducir el ticket de entrada a inversiones inmobiliarias teniendo un marco legal sólido, está permitiendo que cada vez más gente se sume a la posibilidad de mantener sus ahorros en tokens respaldados por bienes raíces, los que a su vez se transan en UF en el mercado y generan rentabilidad en el tiempo”, cierra.