OhSeeds!: innovación tras el regalo de una semilla
Dos emprendedoras chilenas han revolucionado el mercado de los regalos con sus bombas de semillas las que, poco a poco, reemplazan a las clásicas lapiceras, tazones y parlantes.
A pesar de que su nombre suene un tanto aterrador, lo cierto es que las bombas de semilla están lejos de ser una amenaza para el ambiente, sino todo lo contrario. Conocidas también como Nendo Dango, estas bombas de vida fueron concebidas originalmente en Japón como una forma de evitar la deforestación del país. Se trata de unas bolitas de arcilla que en su interior poseen abono y semillas, las cuales se mantienen protegidas mientras la bola se endurece. Al entrar en contacto con el agua y sin necesidad de enterrarla, la bomba comienza a disolverse y el agua hace que la semilla y el abono germinen una planta, que con el paso de los días se enraíza y crece. Este particular concepto fue tomado por dos emprendedoras—María Ignacia Edwards y María José Peralta—quienes desde hace un año y medio tienen bajo su alero a Oh! Seeds, una compañía chilena que recogió la idea del Nendo Dango y lo llevó a un territorio muy poco explorado: el de los regalos corporativos. Una apuesta que, como buen jardín, de a poco está comenzado a florecer.
Un nuevo regalo
El acercamiento de este equipo, según relata María Ignacia Edwards, vino desde el marketing, mundo del que ambas provienen por formación. “Muchas empresas están comunicando hoy el mensaje de la ola verde, pero al comunicarlo no lo hacen de manera sustentable”, confiesa. El desafío entonces era claro: crear objetos sencillos de usar, atractivos y creativos para que las empresas pudieran ofrecerlos como regalos corporativos en lugar de los típicos tazones, lápices, agendas o pendrives. Además de esto, tenía que ser un regalo no contaminante, que pudiera generarse a mano y que entregara algo de valor a quien lo recibiera. Así es como llegaron a la técnica de la bomba de semillas, las cuales comenzaron a tomar identidad: agregaron témperas biodegradables para darles color y comenzaron a elegir semillas de huerto para darle aun más vida al proyecto. “Primero estudiamos si las semillas son compatibles con este formato y luego, dependiendo de la temporada, entregamos opciones para ver que entregar”, explica Edwards. “Nos gusta que sean huertos porque traen una experiencia más familiar y el resultado puede llevarse a la cocina”. Si el producto podía tener un buen impacto ambiental, ¿por qué no mejor darle un sentido aun más profundo? Es así como decidieron que toda la producción de la compañía fuese hecha por jóvenes con discapacidad intelectual. Tras un proceso de capacitación en conjunto con la Corporación Señales, los productos son elaborados totalmente por este grupo, el cual por supuesto es remunerado por esta tarea.
Por supuesto, gran parte del valor de un regalo es que sea creativo y es por eso que han ido más allá de las bombas de arcilla: desde papeles con semillas que pueden plantarse después de leerse hasta el más nuevo, llamado Plantub-oh!, una planta que viene con una suculenta ya crecida envuelta en un cilindro de cartón biodegradable, que sirve como mini macetero mientras crece la planta y cuya tapa puede usarse como un lapicero en la oficina. “Los clientes lo han entendido súper bien, aun cuando sean más caros, no son traídos de China”, explica Edwards. “Por eso están dispuestos a pagar por algo que tiene un valor agregado, un aporte social y medioambiental”. Y si bien el fuerte de esta compañía seguirá siendo el mercado de los regalos institucionales, en algunas tiendas ya se pueden ver packs de bombas de semillas para que todos puedan, sin un gran esfuerzo, comenzar a plantar su primer huerto.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.