Startups chilenas: las razones de su salto a México

Mañana jueves, a partir de las 8.30h, la Cámara de Integración Chileno-Mexicana encabezará un seminario sobre el tema.

No es solo por su idioma y su enorme mercado. México hoy es el "siguiente nivel" para los emprendedores nacionales porque la huella que han dejado quienes abrieron el camino -como NotCo o Fintual- les ha dado la experiencia necesaria para atreverse a dar el salto. Aquí, startups que inician su expansión y expertos -que este jueves participarán en un seminario sobre el tema organizado por Cicmex- dan sus razones.


Cada vez son más las startups chilenas que ajustan su brújula hacia el norte. Específicamente apuntando hacia México, lugar predilecto de este tipo de emprendimientos en los últimos años. No es un fenómeno nuevo: a finales de 2021 eran más de 120 las empresas nacionales que estaban posicionadas en ese país, entre ellas, Cornershop, Xepelin, Betterfly, NotCo, Houm, Buk, Fintual, SimpliRoute o Flow. Hoy esa cifra sigue en crecimiento, con nuevas startups como Reversso, Videsk o Swarmob, y otras que están ad portas de llegar, como Algramo o la plataforma de streaming Riivi.

¿Qué tiene México que lo hace tan atractivo?

“Tenemos el mismo idioma. México tiene cercanía con Estados Unidos, es el segundo país de Latinoamérica con más habitantes y, en términos de B2B, las empresas grandes mexicanas están más abiertas a trabajar con startups, a abrirse a más innovaciones y desarrollo tecnológico”, analiza Rocío Fonseca, experta en innovación, ex Directora Ejecutiva de Start-Up Chile y una de los panelistas del conversatorio “México: la nueva ruta de las startups”, organizado por la Cámara de Integración Chileno Mexicana con el apoyo de Claro empresas, que se realizará mañana jueves 8 de septiembre en el hotel Ritz Carlton a partir de las 8:30 horas. Este evento también se podrá seguir virtualmente a través de la plataforma Koyag.

Las razones enumeradas por Rocío Fonseca no son las únicas que han abierto el apetito de muchas startups por llegar allá. De partida, son trascendentales los aproximadamente 130 millones de habitantes. “El objetivo de ampliarnos a México se basa en que el mercado es cuatro veces más grande que el chileno y la brecha de inclusión financiera es muy amplia. En nuestro caso, nuestro propósito es impulsar tanto a las pymes de Chile como a las de Latinoamérica para que su día a día sea más fácil de llevar”, explica Juan Pablo González, CEO de Maxxa.cl, fintech que arribó hace menos de un año a Norteamérica.

Juan Pablo González, CEO de Maxxa.
"El mercado de México es cuatro veces más grande que el chileno y la brecha de inclusión financiera es muy amplia", destaca Juan Pablo González, CEO de Maxxa.

Bernardo Morelos-Zaragoza, presidente de la Cámara de Integración Chileno Mexicana (Cicmex) –organizadora del conversatorio de este jueves–, lo pone en contraste: “El tamaño de la economía chilena es igual al del Estado de México, y similar al de la ciudad de Dallas, en EE.UU. En México las escalas son más grandes y por eso es tan atractivo para los chilenos”.

Sebastián Kreis, cofundador y coCEO de Xepelin –fintech que se instaló a fines de 2020 en el país azteca–, subraya que el volumen de compañías fue crucial para ampliarse, pero más aún que apenas un 5% las instituciones financieras mexicanas les brinden servicios financieros reales a sus empresas. Es decir, la brecha es gigante y con mucho potencial.

“En Chile hay poco más de un millón y medio y en México, en cambio, existen más de ocho millones. Son más de siete millones por atender, generando una brecha en servicios financieros y acceso a financiamiento importante. Nuestro objetivo principal, y unas de las razones más importantes de esta expansión a México, es consolidar nuestra solución para empresas B2B”, subraya Kreis.

“Para abrir allá una cuenta o pedir un crédito en un banco, el trámite también se demora entre dos a tres semanas. Es un país más atrasado en inclusión financiera de lo que está Chile. Por todos estos antecedentes, vemos una muy buena alternativa para facilitarles el acceso a financiamiento a los empresarios mexicanos”, complementa Juan Pablo González, de Maxxa.cl.

En el caso de Riivi, plataforma de streaming AVOD chilena que ya está en Perú y Colombia, llevan un tiempo planificando la llegada a México y esperan estar operando plenamente en 2023. “En agosto cerramos con casi 200 mil usuarios activos en Chile. El crecimiento de la marca está logrando un nivel de madurez y eso nos permite expandir nuestra oferta. En Perú y Colombia vamos por los 30 mil usuarios y recién lo lanzamos en junio. Ahora estamos preparando México y Argentina. El primer destino tiene algo interesante: cualquier ronda, una serie A o B que quieras levantar, va a requerir que tengas exposición en México. Cuando ya logras escalar y pasar a otros países, demuestras que tu propuesta se puede internacionalizar y llegar a mayor escala”, detalla Cristóbal Güell, CEO de Riivi.

Güell resume tres factores: “Entrar a un país que tiene un potencial gigante de consumo de contenido latinoamericano. El segundo es cómo los distintos fondos aprecian la exposición a México cuando estás entrenando en rondas de levantamiento. Y, por último, la entrada a Estados Unidos”. En resumen: llegar al país del norte les permite testear su modelo de negocios.

El punto preciso de inflexión

Si bien las startups chilenas han ampliado su radar en países como Perú y Colombia, los fundadores de estas empresas subrayan que la llegada a México significa pensar en un punto de inflexión; una coyuntura que va a potenciar significativamente el volumen de su empresa. “La industria de la publicidad en México es cinco o seis veces más grandes en términos de gasto que Chile. Si uno se posiciona como un elemento alternativo de alta calidad, para que el usuario pueda experimentar la publicidad, como es nuestro caso, es donde la propuesta de valor de hace mucho sentido”, dice Ilan Oliel, cofundador y CTO de Riivi.

Riivi
"Cualquier ronda, una serie A o B que quieras levantar, va a requerir que tengas exposición en México", asegura Cristóbal Güell, socio fundador de Riivi.

Una de las compañías que lo sabe a la perfección es Xepelin, que ya ha levantado cientos de millones de dólares de capital en distintas rondas de inversión y que se ha posicionado como una de las principales fuentes de financiamiento para las pymes. “¿Fue un punto de inflexión? Absolutamente. El mercado mexicano se conoce y caracteriza por su alta competitividad y tamaño a la hora del desarrollo de cualquier compañía o startup. Para Xepelin, haber llegado a estas tierras fue un enorme salto, ya que nos permitió ser más conocidos dentro de la industria fintech mundial y poder optar a financiamientos y rondas de inversión de las más grandes compañías a nivel mundial, posicionándonos de mejor forma ante el mundo”, enfatiza Sebastián Kreis.

“Un claro ejemplo de esto es NotCo. Al expandirse a México su crecimiento fue totalmente sólido, llegando fuertemente a EE.UU. con grandes inversionistas como Jeff Bezos”, remarca.

Una de las razones que identifican los fundadores de startups y especialistas es que en el país azteca las rondas de financiamiento permiten avanzar y consolidarse con solidez. “Allá no tienen capital semilla, pero sí los tickets de inversión parten, más o menos, desde los 600 mil dólares para arriba. Entonces, cuando las startups chilenas, que aquí sí tienen capital semilla y su producto validado, quieren escalar y levantar capital, el mercado mexicano les calza. Ese tema se está moviendo rápido”, dice Rocío Fonseca.

Bernardo Morelos-Zaragoza agrega que “México es un mercado más desarrollado que el chileno en Venture Capital, lo que se consigue allá es mayor de lo que se está consiguiendo en Chile, y vemos que los inversionistas chilenos están diversificando y apostando por compañías que buscan esa ruta de crecimiento en México”.

El poder de las precursoras

Por otro lado, actualmente hay un factor determinante para las startups que han arribado con éxito hace poco tiempo: el camino que han ido abriendo otras firmas. “El desafío más importante de llegar a México es posicionarse en un mercado sumamente competitivo, instaurando la imagen de Xepelin como una opción segura y orgánica para el financiamiento y crecimiento de cualquier empresa. Adaptarse a un nuevo contexto, con nuevas leyes y sistemas de legislación, hacen que el desafío aumente, cuidando mucho los detalles para poder ser eficaz con el trabajo que hacemos”, revela Sebastián Kreis, de Xepelin.

Juan Pablo González, de Maxxa, complementa con su experiencia, y dice que lo desafiante que han vivido es “el conocimiento en materia de aspectos contables y fiscales, ya que es un país donde existe mucho fraude y corrupción en las empresas”.

Xepelin
"México nos permitió poder optar a financiamientos y rondas de inversión de las más grandes compañías a nivel mundial", dice Sebastián Kreis, cofundador y co-CEO de Xepelin.

Sobre el valor que tiene lo hecho por startups chilenas en México, Rocío Fonseca refuerza la idea de que esto es un efecto dominó. “Hubo puntas de lanza, valientes, que se atrevieron y que les está yendo bien, eso obviamente va a atraer a más; estos ecosistemas hacen que todo se movilice más rápido. Se sentaron unas bases”, recalca. El presidente de Cicmex y socio fundador de Turingo, opina en el mismo tono: “Va a haber un efecto multiplicador y habrá más startups chilenas en México, porque Chile es un país espectacular para comenzar, da todas las facilidades, tiene un mercado muy competitivo y es perfecto para testear y así luego escalar a México”.

Cristóbal Güell, CEO de Riivi, agrega que para ellos el camino que han atravesado otras startups les permite evitar errores a la hora de instalarse. “Legales, culturales, de cómo interactuar con las personas. Tenemos amigos que tienen emprendimientos y han entrado en México, y en base a eso, con curiosidad y humildad, hemos hablado con ellos para entender ese proceso, entender la idiosincrasia mexicana. Eso te ayuda a evitar errores y te permite avanzar con un poco más de seguridad. Es una de las razones por las que uno no ve a Brasil con la misma fuerza”.

Su socio, Ilan Oliel, coincide y ejemplifica: “Cuando la marea sube, suben todos los botes. Cuando se genera un ecosistema así, de relaciones, distintos actores, la industria se conecta y se va nutriendo; se generan relaciones virtuosas”.

Juan Pablo González remata con la idea de que el trabajo colaborativo, sobre todo, permite sortear mejor las dificultades. “Entre las startups más cercanas tenemos los mismos problemas y nos ayudamos mutuamente a sortearlas. Dado que ya conocemos el mercado chileno hacemos las comparaciones respectivas y es más fácil entender la problemática en torno al financiamiento de las empresas”.

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