¿Qué información hay sobre mí en internet y cómo borrarla?
Una considerable cantidad de datos personales circulan por la web, poniendo en riesgo nuestra privacidad. Por más que sea un proceso tedioso, expertos aseguran que sí hay formas de borrarlos y también entregan tips para que la acumulación de información sea cada vez menor.
Es un ejercicio simple, pero que da cuenta de una realidad que a veces puede ser escalofriante. Con solo poner nuestro nombre en el buscador de Google, podemos ver cómo la mayoría de las veces aparecen fotografías e información personal que probablemente ni sabíamos que estaban tan expuestas en la web. Si pones tu correo electrónico en el buscador de Google pueden aparecer varias búsquedas, también de tu teléfono, dirección o carnet de identidad.
Esa primera tanda de resultados es solo la superficie de un océano de datos e información que cada persona ha ido dejando como rastro en sus años como usuario de servicios digitales, desde el internet a las apps más cotidianas.
¿Cómo saber la información que hay sobre nosotros? Aparte del buscador de Google, también a través de alertas, entrando a https://www.google.es/alerts para configurar el envío de notificaciones a tu mail y así saber qué información nuestra ha quedado alojada en la web. El egosurfing -nombre con el que se conoce a buscarse en internet- no solo es una práctica digital saludable, sino necesaria: permite descubrir si alguien ha abierto alguna cuenta bajo nuestra identidad, por ejemplo.
“Es un tema muy complicado, porque casi todo el sistema económico se basa en el tratamiento de datos y las empresas e incluso las instituciones públicas procuran tener la mayor cantidad de datos posibles para realizar sus negocios o labores”, explica Carlos Rausser, abogado y consejero del Instituto Chileno de Derecho y Tecnologías.
Si bien la legislación chilena consagra el derecho a la protección de los datos personales, los volúmenes de información que circulan por internet hacen difícil hacer una trazabilidad de ellos. “Cuando tú ya no tienes el control sobre tus datos y no sabes quién los tiene, ahí es donde te empieza a preocupar”, dice Jessica Matus, fundadora de la organización Datos Protegidos y conductora del programa “La Comunidad de los Datos”.
Desintoxicación de datos
Aunque el escenario parece adverso, Matus cree que sí es posible bajar la carga de información personal que circula por la web, a través del cuestionamiento de algunos hábitos digitales. La organización alemana Tactical Tech publicó una guía que llamaron Data Detox Kit, que fue traducida al español por Datos Protegidos y que entrega consejos para reducir nuestra huella digital.
Según Matus, uno de los tips más recomendables es tener conciencia de las cuentas que hemos abierto en redes sociales, plataformas o tiendas, ya que la información que alojamos ahí probablemente quede alojada para siempre.
Matus aconseja que, antes de eliminar las apps que no usamos, entremos a la configuración de ellas y cerremos la cuenta; si no, los datos quedarán circulando de todos modos. Además, recomienda tener un correo electrónico exclusivo para crear cuentas en servicios y nunca registrarse desde las cuentas de Facebook, Google o Apple.
“Eso genera más riesgos porque estás compartiendo más información con más entidades. Cada vez que en internet haces un click o favoriteas algo desde Facebook, eso siempre va generando una huella más sobre tus intereses”, explica.
También señala que es importante limitar el acceso de las aplicaciones a la ubicación y a la geolocalización, a solo aquellas que lo necesiten para funcionar y exclusivamente mientras estén en uso.
Derecho al olvido
Más allá de los buenos hábitos digitales, también hay otras acciones concretas que se pueden tomar, amparadas en los denominados derechos ARCO (de Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición de información).
Bajo ese contexto, los derechos de acceso permiten que cada persona natural puede solicitar a cualquier empresa que en algún momento le haya pedido algún dato, que le transparente qué información tienen de ella y solicitar la eliminación de ésta.
En el caso de internet, alguien que considere que está siendo afectado por la publicación de sus datos personales puede contactar directamente a quien haya subido esos datos a internet. Si la respuesta no llega en dos días hábiles, el titular de los datos tendrá derecho a recurrir a acciones legales.
Estos derechos también aplican en el caso de publicaciones periodísticas, donde distintos fallos judiciales en los últimos años han dictaminado que información que ya no sea novedosa ni tenga interés publico, pueda ser bajada si es que incluye datos personales de quien hace la demanda.
El problema es que todas estas acciones implican una inversión de tiempo y dinero importantes. “Actualmente depende de cuánto dinero tenga la persona afectada, porque solo ellos van a poder demandar, contratar el abogado y todos los costos que involucra un juicio”, señala Reusser.
Cambios en camino
Por lo mismo, Reusser dice que es “imprescindible” que se cree una autoridad dedicada a la protección de datos, un ítem que es parte de un proyecto de ley que actualmente se está tramitando en el congreso.
De aprobarse, se crearía la Agencia de Protección de Datos Personales que será dirigida por un órgano colegiado. Según el proyecto, se trata de “una corporación pública, autónoma, de carácter técnico, encargada de velar por la protección de los derechos y libertades de los titulares de datos, y de regular y fiscalizar el tratamiento que se efectúe de estos datos”.
“Es absolutamente necesario porque en realidad es una autoridad administrativa, por lo tanto hacer trámites o denuncias para que se cumpla efectivamente la ley va a ser algo más parecido a hacer una denuncia al Sernac, con una autoridad administrativa encargada de perseguir la denuncia”, explica Reusser.
En este ámbito, la propuesta de nueva constitución que acaba de ser rechazada también incluía la creación de una autoridad de carácter autónomo. Además, el texto consagraba el derecho a la protección de los datos personales, a la autodeterminación informativa y a la seguridad informática.
Según Jessica Matus, más allá del cambio que se pueda hacer en el congreso, también hay una deuda pendiente desde las empresas que recopilan datos. “La legislación te puede exigir muchas cosas, pero hoy todas las empresas podrían, en el marco de una autorregulación, pensar en la privacidad desde el diseño y eso no está pasando. Hoy está todo creado para que tú entregues muchos más datos”, cierra.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
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