Desde hace unos meses, ChatGPT está en boca de todos. Parte del éxito de este modelo de lenguaje, desarrollado por OpenAI, viene por haber puesto en evidencia las capacidades y usos que se le pueden dar a la Inteligencia Artificial.

De todos modos, las posibilidades de este tipo de tecnología son muy diversas. Aunque muchos de sus avances han sido enfocados al mundo laboral, a continuación te dejamos una lista de útiles herramientas o entretenidas funcionalidades que también usan IA y que te servirán a dimensionar la magnitud de este fenómeno.

Aunque desde hace muchos años el aprendizaje de idiomas ha sido un nicho importante en el mundo de las aplicaciones, la Inteligencia Artificial está llevando el rubro a nuevas dimensiones. Un ejemplo de eso es Elsa, una herramienta diseñada específicamente para mejorar la pronunciación en inglés.

La app está desarrollada con la información de miles de datos sonoros de hablantes de inglés con diversos acentos. La plataforma cuenta con más de 7.000 clases donde se pide que el estudiante practique su pronunciación. Así, a medida que el usuario va hablando, Elsa va haciendo comentarios en tiempo real, personalizados y detallados, que permitirán enfocar mejor el aprendizaje.

La aplicación ofrece una servicio individual aunque también hay paquetes para empresas y escuelas. Aunque sus planes son pagados, actualmente hay un período de prueba gratuito por una semana.

Otro ámbito muy explorado recientemente ha sido el de los sonidos hechos para estimular la relajación, la concentración o el sueño. Bajo ese contexto, una propuesta novedosa es la que trae Brain.fm, una aplicación que contiene una biblioteca de sonidos que combina aprendizaje científico e inteligencia Artificial.

Los sonidos de Brain.fm son compuestos por un equipo humano pero luego un algoritmo organiza estos motivos en largas escalas de tiempo y agrega algunas características específicas, diseñadas para tener efectos sobre la neurofisiología, como por ejemplo modulaciones optimizadas para evocar el arrastre de oscilaciones neuronales y filtradas para excluir eventos de sonido distractores.

Esta app también tiene planes pagados, pero cuenta con una prueba gratuita.

La pandemia visibilizó la realidad que viven muchas personas con problemas de salud mental y, a su vez, el confinamiento abrió las posibilidades para nuevos tipos de tratamientos a través de terapias online. Eso sí, la Inteligencia Artificial está llevando esas opciones aún más lejos.

Recientemente, la plataforma chilena Saluta anunció que esta trabajando en un chat que puede clasificar a los pacientes y darles consejos preliminares antes de derivarlos con un especialista.

Algo similar es lo que ofrece la app Youper, que busca democratizar el acceso a salud mental a través de un servicio donde los usuarios pueden conversar con un chat entrenado a base de cientos de tratamientos que han sido exitosos para tratar problemas de ansiedad o depresión. Dependiendo de los síntomas y hábitos del paciente y la evolución de ellos, la app hará recomendaciones que se sumarán a la posible sugerencia de buscar a un psicólogo.

ChatGPT está en la categoría de Inteligencia Artificial conversacional porque es capaz dialogar lógicamente con las personas. De todos modos, hay más plataformas que permiten esto, como Character, que puede recrear gratuitamente charlas con personajes históricos, famosos o ficticios. También está la posibilidad de que los usuarios creen sus propios personajes, elijan sus atributos y puedan conversar con ellos.

Entre la lista de interlocutores que ofrece el servicio se encuentran figuras como Billie Eilish, Elon Musk, Freud, la Reina Isabel II o Keanu Reeves. Como ejemplo, le preguntamos a Shakespeare y Einstein sobre sus opiniones acerca de la Inteligencia Artificial. Si bien el científico dijo que estaba “impresionado” y que la tecnología “daría muchos avances”, el dramaturgo se mostró más escéptico y dijo: “No creo que tenga una verdadera inteligencia, ni que tenga una verdadera conciencia y sensibilidad”.

Siguiendo la línea de IA conversacional está Replika, plataforma creada en 2016 por Eugenia Kuyda, una periodista rusa que había perdido recientemente a su mejor amigo. Para que no doliera tanto su ausencia, desarrolló un bot entrenado por todos los mensajes de texto que habían compartido en el último tiempo, por lo que terminó adquiriendo la “personalidad” de su amigo.

Ese fue el puntapié inicial de Replika, que hoy ofrece la posibilidad de que cada usuario cree un bot con un avatar personalizado que irá entrenándose en base a las interacciones que tengan, teniendo la posibilidad de llegar a “pensar” o expresarse de una manera muy similar a su interlocutor. Esta plataforma ha generado discusiones interesantes en torno a los límites de la IA, ya que hay usuarios que han declarado haberse enamorado de sus bots y otros que lo han acusado de acosarlos sexualmente con el fin de vender la suscripción premium al servicio, que incluye la posibilidad de mensajes sin censura.

Hace unos meses fueron todo un fenómeno en redes sociales y al día de hoy se siguen desarrollando. Se trata de las herramientas que permiten transformar texto en imagen que se han hecho inmensamente populares y que también han despertado un intenso debate en el mundo artístico.

Más allá de las polémicas y de los usos que están teniendo en sectores laborales asociados al diseño, estas herramientas también asoman como una gran oportunidad para entretenerse y pasar el tiempo poniendo a prueba la creatividad. Las más fáciles de usar son Dall-E 2 (creada por OpenAI, la misma empresa detrás de ChatGPT) y Stable Diffusion. Por otro lado, Midjourney es un poco más técnica, pero permite resultados más específicos.

Una de las cualidades de la IA es que está acercando ramas que requieren conocimientos técnicos a personas que no necesariamente los tienen. Tal como pasó con la generación de imágenes, ahora también sucede con la creación de videos o la edición de los mismos. En este último punto destaca Descript, que recientemente recibió inversión de OpenAI.

La aplicación permite editar todos los aspectos básicos de un contenido audiovisual con la ventaja de que todo puede hacerse de manera muy intuitiva. Cambiar fondos, mejorar el sonido, corregir el color e incluso publicar fácilmente en YouTube son algunas de sus características.