Realidad virtual impulsada por 5G: Los frutos del primer año de Lab Claro-UC
Desde diciembre pasado que este espacio, nacido de una alianza entre Centro de Innovación de la Universidad Católica y Claro Chile abre sus puertas a startups para desarrollar y testear soluciones tecnológicas. Hoy, este laboratorio alberga proyectos pilotos que van desde vehículos autónomos hasta escenarios industriales virtuales.
Es una carrera de autos. Se trata de dos modelos en miniatura, no son más que cuatro ruedas rodeadas de cables coloridos y placas de chips y ambos deben seguir una ruta delimitada por una línea negra en el suelo, a veces recta, otra veces curva. Uno de los vehículos, que recibe sus instrucciones a través de una red 4G, se detiene a menudo y se desvía de su camino. Su contendor, programado para recibir una señal 5G, va en la delantera, siempre en la dirección correcta, sin interrupciones.
Se trata de una demostración de una de las tecnologías que se encuentran actualmente en desarrollo en el Lab Claro-Centro de Innovación UC 5G, un espacio fruto de la alianza entre la Pontificia Universidad Católica y Claro Chile, y que tras su inauguración en diciembre pasado, se ha convertido en un verdadero recinto de exploración y experimentación de soluciones tecnológicas, donde las startups han cobrado protagonismo. Bajo un modelo de innovación abierta, estas empresas emergentes pueden trabajar el diseño y testeo de proyectos pilotos, impulsados por una señal experimental 5G, facilitada por Claro, que les permite potenciar y refinar estos prototipos y avanzar en potenciales aplicaciones en diversas industrias.
Emplazado en el segundo piso del Centro de Innovación Anacleto Angelini en el Campus San Joaquín, este recinto, que a simple vista parece un espacio de cowork, con planta abierta, mesones de trabajo y pizarras de libre disposición, también se configura como una incubadora, con fondos disponibles de financiamiento para estos emprendimientos tecnológicos, y la posibilidad de integrar a académicos y estudiantes en sus procesos de ideación y pilotaje, tal como plantea Ramón Molina, director ejecutivo del Centro de Innovación UC.
“Lo que ocurre aquí es que las empresas grandes puedan hacer lo que llamamos `pruebas de concepto’ con startups, pero como también desarrollamos fuentes de financiamiento para estas empresas emergentes, se va generando un ecosistema completo y virtuoso”, señala Molina, quien participó del evento de aniversario del laboratorio, realizado hoy, y que contó con la presencia del subsecretario de Telecomunicaciones, Francisco Moreno.
La autoridad hizo un llamado a la continuación de la colaboración continua a través de la innovación en este recinto, cuyo emplazamiento contó con el apoyo del gobierno. “Esperamos que estos centros sean lugares de sinergias permanentes entre el mundo académico, las startups, los operadores de servicios de telecomunicaciones y las empresas de tecnología, porque tenemos que hacernos cargo de los desafíos del país”, dijo Moreno sobre los frutos del trabajo del laboratorio durante el evento, una instancia marcada por una serie de demostraciones de proyectos en pleno desarrollo que hoy coexisten en este recinto.
Uno de ellos son los prototipos desarrollados por Meik Labs, quienes actualmente trabajan soluciones de experiencias inmersivas virtuales para el mundo minero. Mediante el uso de gemelo digitales, un programa computacional que usa datos del mundo real para generar simulaciones, y tras ponerse unos lentes de realidad virtual, es posible transportarse en primera persona a una sala de molienda minera que alberga un colosal molino SAG, un cilindro de grandes dimensiones que resulta clave para los procesos de reducción del cobre. Con esta tecnología, es posible realizar evaluaciones de la infraestructura remota y testear, sin necesidad de pruebas en el mundo real, la efectividad de maquinaría y procesos.
“Cuando uno maneja grandes cantidades de información, uno necesita muchas pantallas para tomar una decisión”, explica Edward Cisternas, cofundador y gerente general de Meik Labs. “Aquí solo necesitas una. Como sociedad seguimos creciendo en pantallas, pero el ser humano sigue teniendo dos ojos y la capacidad de procesar estas pantallas es limitada lo que implica que esta tecnología que venimos desarrollando tiene muchas aplicaciones que van desde antes que inicie un proyecto, la operación misma y la evaluación de los resultados”, asegura Cisternas, quien también se refirió a los beneficios de trabajar en el entorno del Lab.
“Ha sido bastante gratificante ver que las empresas de telecomunicaciones apuesten por proyectos de start-up emergentes, y se agradece que se nos pongan a disposición esta tecnología 5G para experimentarla. Se puede decir que como país estamos en la vanguardia, haciendo pruebas de ensayo y error y viendo el potencial de esta tecnología antes que en otros países alrededor del mundo”, comenta Cisternas, sobre la oportunidad para Mek Labs, para quienes el 5G resulta clave en sus procesos de prototipado gracias a sus propiedades de alta velocidad, posibilidad de aplicaciones inalámbricas y su baja latencia, lo que se traduce en un menor tiempos de respuesta.
El bajo tiempo de latencia, unos de los puntos clave que trae consigo el aterrizaje del 5G en Chile, resulta clave cuando se trata de refinar procesos remotos y simultáneos, como lo sería, por ejemplo un recital de dos músicas, a distancia y en un entorno de realidad virtual. Esa es una de las aplicaciones prácticas que propone otras de las tecnologías que hoy conviven en el laboratorio: un visor de realidad aumentada acompañado de sensores para las manos, que permite a alguien sin conocimientos de piano, aprender a tocar utilizando el instrumento real.
La tecnología permite al usuario visualizar qué teclas hay que tocar para seguir la melodía y los sensores manuales permiten corregir los errores y acelerar el aprendizaje. En este escenario, el 5G podría jugar un papel fundamental a la hora de permitir clases de música remotas o recitales simultáneos. A su lado, un casco blanco, típico del rubro de la minería, pero que lleva integrado un dispositivo especial, una cámara y micrófono, que permite a su usuario, por ejemplo, realizar una revisión técnica de una maquinaria a miles de kilómetros de distancia, mientras otro individuo se pone el caso y sigue las instrucciones a distancia, una suerte de “avatar” que permite la asistencia remota y que logra mejores resultados con la velocidad que proporciona el 5G, para que la comunicación entre el usuario y la persona que utiliza el casco sea prácticamente instantánea.
La aplicación en diferentes industrias y el beneficio para los ciudadanos como usuarios finales resulta fundamental a la hora de realizar un balance del Laboratorio tras un año de funcionamiento, como afirma el director de Innovación y Desarrollo de Claro Chile, Felipe Gómez.
“Lo más importante es que nosotros podamos guiar a la gente hacia donde el 5G puede ser de más ayuda. Las personas pueden creer que solo sirve para que sus teléfonos sea más rápidos, pero lo que hemos descubierto este año es que es en el mundo industrial, de la salud y de los negocios, donde el 5G va a hacer grandes cambios, y la idea es que esos cambios terminan por beneficiar a un usuario final.” asegura Gómez, quien también se refirió a las proyecciones a corto y mediano plazo de este recinto.
“A medida que va creciendo este ecosistema, va creciendo el potencial de valor y la posibilidad de invertir e innovar, y todo esto porque encontramos este eslabón perdido que faltaba, que es la 5G, versus por ejemplo, la fibra óptica, que lamentablemente no está disponible en todo el país”, puntualiza.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
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